Sant Gaudí y la Sagrada Grua y el Banc de Sabadell

El edificio del Banc de Sabadell.
15/04/2025
2 min

La mejor noticia religiosa de esta Semana Santa es la posible santidad de Antoni Gaudí. Para que suba de escalafón y pase de beato a santo será necesario, claro está, acreditar dos "milagros". Los supervisará un comité médico (pueden ser una curación) y miembros de la Iglesia. No estamos hablando de grandes milagros, como el de convertir el agua en vino de Jesucristo (mi preferido de todos), ni de milagros despampanantes, como los que podría parecer que realiza, hoy en día, alguien como el Mago Pop. Estamos hablando de milagros más contemporáneos y sutiles.

Antoni Gaudí (san Gaudí, en las estampitas futuras) declaró que Dios le había encomendado el templo de la Sagrada Familia. Esto, que es plausible, no sabemos si incluye la parte de Subirats y el –icono de la ciudad– Sagrada Grua. ¿Incluye también las colas de turistas que completan su delicada forma? Yo diría que sí, que esas colas sinuosas, en forma de caracol, como apetecía al futuro santo, completan el conjunto arquitectónico.

Ahora bien. Si hablamos de un arquitecto santificado, porque hizo una obra inspirada por Dios, hablemos de todos los demás. El rascacielos situado en la confluencia entre Diagonal y Balmes y París, del Eixample de Barcelona (catalogado, por cierto, como bien con elementos de interés), también me parece de una purísima inspiración divina. Fue construido entre los años 1965 y 1968 por Francesc Mitjans i Miró y Santiago Balcells y Gorina, que para mí merecen todo lo que tendrá Gaudí. Fue la sede del Banco Atlántico. En 2004 se compró el Banco de Sabadell. Para mí es un edificio increíble, un rascacielos de la época, lleno de poder y de sencillez, que me gusta tanto por lo que es como por lo que me parece que contiene: billetes y más billetes (lejos de la opa).

stats