La agonía de Sánchez y Puigdemont

MadridDecía Míriam Nogueras a Pedro Sánchez el miércoles en el Congreso que es mejor "dejarlo correr" si el presidente español no ha "entendido el acuerdo de Bruselas". No es la primera vez que la líder de Junts en Madrid advierte al presidente español de que el conflicto político no se ha resuelto y que Sánchez matiza el discurso: "Sabemos que la ley de amnistía no es el fin de nada, es el inicio de un camino y que permitirá dar una solución al conflicto político, que viene de largo".

El enfado de Junts se entiende por las palabras de Félix Bolaños de la semana pasada, cuando afirmó que el aval del Tribunal Constitucional (TC) a la amnistía "culmina" una serie de medidas del gobierno español que han llevado la "normalidad absoluta" a Catalunya. Carles Puigdemont ve cómo la amnistía es incompleta, el traspaso de competencias en inmigración no se ha ni siquiera aprobado en el Congreso y el catalán no es oficial en Europa. Es decir, que los acuerdos de investidura no han dado sus frutos.

Sin embargo, Nogueras no rompió con Sánchez durante el debate del miércoles. La portavoz independentista dijo "no somos de ese blog", del de la investidura, pero en la práctica ni se suma a una moción de censura con la derecha ni exige una cuestión de confianza y, mientras, personas afines al partido han ido entrando en consejos de administración de empresas públicas. Como el resto de formaciones que apoyaron a Sánchez, Junts ha demostrado que no quiere que acabe la legislatura para que así pueda rentabilizar a sus siete diputados, porque en ningún caso entraría en la ecuación PP-Vox y porque cree que la amnistía total llegará antes con un gobierno del PSOE que del PP, aunque Feijóo no prevé miércoles y no lo negó].

Y cuando Puigdemont sea amnistiado, ¿qué? A la derecha hay quien cree que a Sánchez le interesa que el regreso del expresident a Catalunya sea lo más tarde posible, porque así lo mantiene ligado. Según esta tesis, el presidente del TC, Cándido Conde-Pumpido, actúa alineado con la Moncloa y no tiene prisa en resolver los recursos de amparo de los líderes del Proceso, aunque deberían ser urgentes si se tiene en cuenta que están en juego sus derechos a la participación política o la libertad, en el caso de Puigdemont. Sin embargo, el expresidente no ha podido acudir hasta ahora al TC por las dilaciones que ha practicado el Tribunal Supremo.

No se vislumbra propuesta para resolver el conflicto político, pero de momento Junts no lo deja correr.

En el pasillo del Congreso a las nueve de la mañana de los miércoles, justo antes de empezar el pleno, suele haber mucho alboroto de gente y ruido. El día de la comparecencia de Sánchez también, pero hubo un momento en que, de repente, se hizo el silencio: Yolanda Díaz, que había perdido a su padre horas antes, entraba desolada y acompañada de ministros y cargos de Sumar.

Quedan todavía dos semanas de intensa actividad política en Madrid, pero hay líderes que ya tienen en la cabeza el paréntesis estival. Alberto Núñez Feijóo, que espera que de un día para otro caiga Pedro Sánchez, vio cómo los socios daban oxígeno al presidente español. El líder del PP también tomará aire y el primer fin de semana de agosto empezará las vacaciones en la Fiesta do Albariño de Cambados.