La ANC, diez años haciendo de grupo de presión por la independencia

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El paseo de Gràcia de Barcelona, pleno de esteladas , durante la celebración de la primera gran manifestación independentista del Once de Septiembre convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), en 2012 .

BarcelonaSiguiendo las hojas de ruta aprobadas por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) desde su fundación, Catalunya tendría que haber sido independiente para el Sant Jordi de 2015. También para marzo de 2016, si el Estado se negaba a negociar después de las elecciones del 27-S; para marzo de 2017; para el 3 de octubre de 2017 y, finalmente, para el 14 de febrero de 2021, una vez superado el 50% en las elecciones. Las previsiones se demostraron demasiado optimistas y la correlación de fuerzas sigue beneficiando al statu quo en abril de 2022, cuando la ANC celebra su décimo aniversario.

La Asamblea ha elegido Sant Cugat del Vallès para presentar este domingo su nueva hoja de ruta y dar el pistoletazo de salida a las celebraciones por estos diez años que empezaron con la multitudinaria asamblea de marzo de 2012 en el Palau Sant Jordi y con la elección un mes después de Carme Forcadell como la primera presidenta de la entidad. Con ella la ANC se ganó un lugar en todas las mesas de negociación del Procés y más adelante Jordi Sànchez y Elisenda Paluzie se dieron prisa para intentar mantener el mismo papel protagonista.

Pero la influencia de la ANC ya hace tiempo que no es la misma. Las restricciones por la pandemia han contribuido a camuflar los motivos del descenso de participación en las movilizaciones de la Diada, pero la propia Paluzie admite que una parte de la ciudadanía ha desconectado. La ANC es el único de los actores soberanistas que sigue apostando abiertamente por una fórmula similar a la que todos ellos consensuaron antes del otoño de 2017. La unilateralidad en tiempo de represión no ha cuajado entre los partidos políticos a pesar de las filigranas que hacen para no asumir que lo han aparcado esperando a que pase quién sabe qué. El cambio de tono del Gobierno español desde que Pedro Sánchez tuvo que depender de ERC para gobernar también ha contribuido a rebajar la tensión que había protagonizado la relación con el Estado. Y la apuesta por el diálogo –aunque no se visualice ningún fruto en el camino hacia la autodeterminación– impone un paréntesis que la ANC no ha sido capaz de superar a pesar de su insistencia. Viendo que la vía de los partidos tradicionales no era fructífera, la ANC incluso apadrinó el surgimiento de una plataforma ciudadana para llegar a las instituciones, pero el movimiento de Primarias no sedujo a los votantes que, a pesar de la desmovilización del independentismo, siguen apoyando en las urnas a los partidos que protagonizaron el 1 de Octubre.

Ahora descarta presentarse a las elecciones y, si no hay lista unitaria –al menos en las españolas–, defenderá el voto en blanco o nulo en los próximos comicios. La asamblea seguirá reivindicando la movilización social y la desobediencia a pesar de que, de momento, no haya ganado la batalla por el relato. En pocas semanas los socios elegirán al cuarto presidente de la historia de la entidad con el objetivo de intentar reflotar el movimiento y con la certeza de que, cuando la competencia ha primado más que la colaboración, los pasos han sido hacia atrás.

El detalle

1.
Martín Blanco se olvida de la mascarilla
Nacho Martín Blanco, Carlos Carrizosa i Anna Grau, dilluns passat a la Fiscalia del TSJC

Anna Grau llevaba una mascarilla naranja Cs y Carlos Carrizosa había elegido una blanca para presentarse el pasado lunes ante la Fiscalía del TSJC. Fueron a denunciar al conseller de Educación, pero podrían haber salido de allí denunciados. Los acompañaba el portavoz del partido, Nacho Martín Blanco, con la boca y la nariz descubiertos. “Me he dejado la mascarilla en el coche. Es que tengo tantas ganas de quitármela...”

2.
La salida de tono del presidente aragonés
Javier Lambán i Pere Aragones en un muntatge fotogràfic

Si Catalunya hubiera compartido candidatura con Andalucía o con Madrid, o, si el presidente de la Generalitat fuera otro, no habría habido problema. Pero el hecho es que era cuestión de tiempo que llegaran las confusiones sobre la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno. El martes la portavoz del Govern lamentó “la salida de tono del presidente aragonés”. Se refería (probablemente) a Javier Lambán.

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