La ANC propone tramitar una ley de independencia esta legislatura

La hoja de ruta de la entidad reclama abrir de manera "persistente y simultánea" frentes de desobediencia para debilitar el Estado

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La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, este miércoles en el Parlamento .

BarcelonaLa ANC quiere aprovechar la sólida mayoría independentista en la mesa del Parlament para tramitar una ley de independencia a través de una ILP. Esta es la principal propuesta de la entidad para esta legislatura y que ha recogido en su hoja de ruta, a la que ha tenido acceso el ARA y que está abierta a enmiendas hasta que se celebre la asamblea general del 20 al 26 de mayo. El objetivo es volver a empoderar a las bases para reactivar la movilización como ya pasó hace cuatro años con el 1-O teniendo presente que una ILP otorga el liderazgo a la ciudadanía al tener que recoger 50.000 firmas para que se debata en la cámara catalana. "Este podría ser el catalizador que nos falta para recuperar la unidad estratégica, pasar a la ofensiva y volver a un escenario como el que conseguimos en octubre de 2017", remarca el texto.

Concebida para "un escenario de rup­tura democrática", esta ILP tiene que planificar "cómo llegar a la consolidación de un estado independiente, basándose en la recuperación de la soberanía nacional, fiscal, financiera, económica, energética, de las infraestructuras y de los medios de comunicación". Sería a la práctica una nueva ley de transitoriedad, pero esta vez auspiciada bajo la batuta de la Asamblea haciendo uso de su implantación territorial. Así, la entidad liderada por Elisenda Paluzie aboga para que esta ley "dibuje un primer esbozo de los principios fundacionales de la República Catalana y regule el proceso constituyente, que tendría que finalizar con un referéndum sobre la constitución del nuevo estado".

Esta iniciativa forma parte del embate al Estado que propone la Asamblea. La entidad considera que solo se podrá avanzar "acordando una estrategia real de confrontación" en diferentes ámbitos "para debilitar al estado español y fortalecer el movimiento". "La confrontación y las desobediencias simultáneas y persistentes (en frentes como el instituci­onal, el económico, el fiscal, el jurídico, el mediático, el internacional, el social y el de movilización popular) es lo que cambiará la correlación de fuerzas contra el ocupante y permitirá que nos liberemos como nación", sostiene el documento. En este sentido, la ANC vuelve a defender que la unilateralidad es la única vía posible para la independencia. "Este proceso, necesariamente unilateral ante un oponente agresivo que tiene mucho a perder con nuestra libertad, solo es posible asumiendo que no será de la ley a la ley, y que no puede haber salida pactada a medio embate de fuerzas hasta que al Estado no le sea ingobernable la situación".

A la hora de plantear esta nueva ofensiva, la entidad insta a dejar de lado como argumento principal del independentismo la denuncia "de la deriva antidemocrática del Estado" y la limitación "de derechos civiles y sociales” para actuar como "un verdadero frente de liberación nacional" que lucha contra el "ocupante". "Centrar exclusivamente nuestra causa en una lucha por la democracia es contraproducente, porque internamente no tiene ningún recorrido posible, e internacionalmente desconcierta, porque de este déficit no se deriva la necesidad de nuestra independencia, sino una democratización del estado español", remarca la dirección en la hoja de ruta. Así mismo, también cree que es "contraproducente" centrarse únicamente en las reivindicaciones económicas, históricas o de derechos porque "podrían solucionarse con una reforma o modificación de las leyes fiscales o de garantía de derechos, o incluso de reconocimiento de nuestra nacionalidad, posibles en una nueva formulación del Estado".

No cooperar con el Estado

La hoja de ruta reitera la necesidad que se configure "un gobierno de concentración nacional" para hacer efectiva la DUI, que considera refrendada con los resultados de las últimas elecciones, y reclama unidad de acción. "Hace falta que tengan una posición unánime y acordada en todos los ámbitos de representación y poder de decisión, tanto en Catalunya como en el Estado" porque "la fuerza de bloqueo o de desestabilización y debilitación del Estado es muy grande si se actúa concertadamente en el Congreso".

El documento no ahorra críticas a las formaciones independentistas. "Es especialmente preocupando el nivel de confrontación y descalificación entre las candidaturas, que lejos de favorecer el debate genera cansancio, desmovilización y decepción, y va muy en detrimento del movimiento y de sus bases". "El independentismo no está ni fragmentado ni confrontado: quien lo está es su representación política; y colectivamente lo necesitamos revertir, para que no se transforme en un contravalor y un freno para todo el movimiento", concluye el texto.

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