Andalucía: la próxima gran batalla entre el PSOE y el PP
María Jesús Montero, ya con las riendas del socialismo andaluz, hace frente al popular Juanma Moreno con la condonación de la deuda
MadridLo que fue un feudo inexpugnable del socialismo durante más de 40 años es ahora un territorio gobernado por el PP con una cómoda mayoría absoluta. Desbancar a Juanma Moreno, presidente andaluz desde el 2019, y al que las encuestas pronostican que podrá mantenerse al frente de la Junta de Andalucía sin depender de nadie tras las elecciones del 2026, no es un reto fácil. Ahora bien, Pedro Sánchez ha decidido poner toda la carne en el asador situando como contrincante un peso pesado de la política española con el objetivo de hacer el máximo daño posible al PP. Pocos días después de tomar formalmente las riendas del PSOE andaluz, María Jesús Montero anunció una condonación de la deuda que situaba en primera posición a Andalucía, con la cifra más elevada de todas las autonomías del régimen común. Una coincidencia que ha generado suspicacias entre sus rivales políticos. Montero tiene justamente la ventaja de su proyección pública y de la gestión como vicepresidenta primera y ministra de Hacienda del gobierno español, pero también el inconveniente del desgaste que también implican estas responsabilidades.
Desde entonces, Montero ha sido blanco de los ataques del PP para, supuestamente, estar beneficiando a los independentistas con la condonación pactada con ERC, que consideran un "peaje" para mantener a Sánchez en la Moncloa. Por otra parte, la negativa de Moreno a aceptar la medida de entrada y las contradicciones de los populares dio munición a la vicepresidenta, que acusó al gobierno andaluz de "preferir confrontar sin motivo que atender el interés de su comunidad". Montero encadena polémicas, ya que previamente había tenido un fuerte choque con Yolanda Díaz por la tributación del salario mínimo, que podría acabar con una derrota parlamentaria de los socialistas si la titular de Hacienda no retrocede y Sumar acaba dando pinza con el PP en el Congreso. La batalla andaluza ya se cuela en la cámara baja, tal y como puede percibirse en las sesiones de control con un PP que busca hacer sangre contra ella. Quien tiene la mirada especialmente puesta en Andalucía es el coordinador general del partido y exconsejero andaluz, Elías Bendodo.
La visión del PP
En las filas del PP son conscientes de que Montero les puede hacer daño electoralmente. De ahí que hayan redoblado los ataques contra ella. Si bien en las elecciones autonómicas de 2022 los socialistas obtuvieron 890.000 votos, con 30 escaños frente a los 58 del PP, en las elecciones españolas de 2023 el PSOE obtuvo más de 1,4 millones de votos. Así, aunque el PP fue primera fuerza el 23-J, el PSOE obtuvo medio millón de votos más que en las andaluzas del año anterior, quedando unos 100.000 votos por debajo de los populares, que, en cambio, obtuvieron un apoyo casi calcado respecto al del 2022. Montero aspira a activar el voto mayor polarización que en las autonómicas.
Un PSOE que busque activar el voto del miedo y escore hacia los extremos es un escenario desfavorable para los intereses populares debido a que Moreno hace bandera de la moderación, del andaluzismo, y representa el ala más amable del PP de Alberto Núñez Feijóo, según admiten fondos del mismo partido, que admiten fondos del mismo partido; si bien es un escenario que el presidente español no ha planteado porque sostiene que quiere terminar la legislatura, que debería durar hasta el 2027. "Debe elegir entre ser delegada del independentismo de Sánchez o dedicarse a Andalucía", le planteó Bendodo recientemente en un pleno. Uno de los flancos preferidos del PP andaluz es la financiación singular para Catalunya, una carpeta de la que debe encargarse justamente la ministra de Hacienda, que rebate que no supondrá un agravio para los andaluces a los que aspira a representar, como ya ha hecho con la condonación.
Las complicaciones de Moreno
Montero no es la única que tiene retos. El presidente popular afronta también algunas complicaciones derivadas de su gestión. Su principal dolor de cabeza es la sanidad. Moreno tiene en pie de guerra a los usuarios de la pública con manifestaciones de las mareas blancas que se encadenan a pequeña escala semana tras semana desde hace más de un año para denunciar las largas listas de espera y los planes privatizadores del ejecutivo andaluz. Además, varios contratos de emergencia adjudicados entre 2021 y 2023 por parte del servicio andaluz de salud (SAS) están en manos de los tribunales por presunta malversación y prevaricación.
Otra complicación para el líder popular sería ganar sin revalidar la mayoría absoluta y depender de Vox, con quien tiene una relación tensa. El partido de extrema derecha le reprocha su talante centrista. En Andalucía los de Santiago Abascal no tienen un liderazgo fuerte, sino que beben de la dinámica estatal tras el fugaz paso de Macarena Olona como candidata paracaidista en el 2022, que fracasó y situó al partido en la irrelevancia en el Parlamento andaluz, con 14 escaños.
El reto de la unidad a la izquierda del PSOE
"Ha cambiado el marco que había de inercia fatalista, que el partido estaba ganado; ahora la sensación es que hay partido por jugar", reflexiona el coordinador general de Izquierda Unida en Andalucía, Toni Valero, en una conversación con el ARA, en la que sostiene que las perspectivas de la izquierda van a mejor. En ese territorio, la izquierda del PSOE la conforman dos grupos. El que más representación tiene es Per Andalucía (5), una coalición encabezada por IU y que, a diferencia del resto del Estado, mantiene unidos bajo el mismo paraguas Podemos y Sumar. Las andaluzas serán la primera gran prueba de fuego para ver si, tras la ruptura en el Congreso, son capaces de volver a concurrir juntas. Valero admite que será "difícil", pero espera que se pueda "aislar a Andalucía" de las "tensiones", y ve como una "gran ventaja" que parten de una "unidad preexistente". La cara visible que tenga Por Andalucía en primavera o verano del 2026 dependerá de esta negociación. El último grupo de la izquierda es Endavant Andalucía (2), la escisión de Teresa Rodríguez al que IU también invita a la unidad ante "la ola reaccionaria".