Aragonès carga contra Aena: "Es una operación de chantaje"

El presidente catalán no da la inversión por perdida pero reclama "diálogo y consenso"

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Barcelona / BruselasLa partida sobre la reforma del aeropuerto de El Prat aún no ha terminado, a pesar de que este miércoles el gobierno español anunciara que suspendía la inversión. Este jueves ha comparecido desde el Palau de la Generalitat el president del Govern, Pere Aragonès, consciente de que se ha convertido en un problema de primera magnitud para su ejecutivo. Hasta ahora el president se había mostrado siempre partidario de la inversión de 1.700 millones de euros prevista por Aena, pero había expresado sus dudas sobre el impacto ambiental que tendría en los espacios protegidos de la zona, como el de la laguna de la Ricarda. Aragonès ha comenzado su comparecencia expresando su "más profunda indignación" y evidenciando su disgusto con Aena y el gobierno español: "Es una maniobra de presión y una operación de chantaje. No lo podemos aceptar".

El principal reproche del presidente catalán es que el gobierno español no ha querido negociar nunca cómo se tenía que concretar la inversión y ha querido presionar hasta el final para imponer su plan sobre El Prat: "O es esta inversión o es nada. No aceptamos esta manera de decidir el futuro del aeropuerto", ha lamentado. El problema de fondo, según él, nace de que Aena no ha respetado el pacto original entre el Govern y el Estado sellado el 2 de agosto en Madrid. Aragonès asegura que con ese pacto era posible ampliar el aeropuerto con una mínima afectación ambiental, pero luego Aena publicó sus planes sin "preservación ambiental". También ha considerado que el gobierno español no podía enfadarse con la Generalitat por haber contemplado asistir a la manifestación contra la ampliación de El Prat: "Una inversión de 1.700 millones no se decide en base a declaraciones públicas".

Imagen de la comparecencia del 'president' Aragonès desde el Palau de la Generalitat

Con todos estos elementos sobre la mesa, Aragonès ha acusado al Estado de no haber tenido "nunca la voluntad de invertir en Catalunya". Su conclusión final es que el Estado debería traspasar la gestión del aeropuerto a Catalunya para que fueran las instituciones catalanas las que pudieran decidir, un traspaso que el gobierno español no ha mostrado nunca disposición a concretar. Ni ahora, ni antes. A pesar de su manifiesto enfado, Aragonès ha asegurado que la Generalitat no renuncia todavía a recibir ese dinero y para desbloquear la situación ha recetado "diálogo, consenso y tiempo" entre las partes para afrontar la situación. "No queremos renunciar a una inversión, pero la queremos hacer con consenso y esto necesita tiempo", ha proclamado. "Al tema del aeropuerto todavía le quedan muchas jugadas", señalan desde el Govern.

Unidad del Govern y mesa de diálogo

La polémica por el aeropuerto estalla a una semana de la reunión de la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Estado para abordar el conflicto político catalán. Aragonès ha defendido que un tema no tendría que afectar al otro. Es decir, que la mesa de negociación se tendría que celebrar como estaba previsto a pesar de que las relaciones se hayan enfriado mucho por la cuestión de El Prat. "No solo no afecta sino que vamos con más fuerza que nunca", ha dicho. El president tiene claro que "hay mucha gente que quiere que la mesa de negociación fracase", pero ha puesto énfasis en que por él "no será". Además, ha considerado que tampoco tendría que afectar a una eventual negociación de su partido, ERC, en los presupuestos generales del Estado: "Mezclar carpetas sería un error, yo no lo haré".

Pero para la otra mitad del Govern, la credibilidad del ejecutivo de Pedro Sánchez se ha visto aún más dañada. Si en Junts ya imperaba el escepticismo hacia las posibilidades de éxito de la mesa de diálogo, el fracaso del proyecto de ampliación de El Prat les da la razón: "Lo lamentamos y pedimos que se lo replanteen, pero no es una sorpresa", dijo el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, este jueves desde Bruselas. "Supone un gran interrogante sobre la capacidad real del gobierno español de poder abordar temas mucho más de fondo. Un gobierno que no es capaz de mantener una inversión de 1.700 millones de euros por un tuit, ¿puede abordar con credibilidad el debate para resolver un conflicto político?", se ha cuestionado el de Junts.

La paralización de la inversión de El Prat no solo ha abierto la enésima grieta en las relaciones con el Estado, sino que también ha provocado tensiones entre los dos socios de Govern en Catalunya, ERC y JxCat. El propio vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, tiró algún dardo hacia los republicanos cuando se desató la polémica. Aragonès, sin embargo, no ha querido hacer más profunda la herida. Así, ha defendido que tiene que haber "la máxima unidad" en el ejecutivo catalán porque "el responsable" de todo es "el gobierno del Estado". "Yo me focalizaría en eso", ha concluido.

Más allá ha ido el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, que ha comparecido en Bruselas tras las jornadas de trabajo de su grupo parlamentario. Sànchez ha tachado de "desafortunados" y "populistas" declaraciones y tuits de miembros de ERC respecto la ampliación de El Prat: "Ciertamente hemos vivido con sorpresa algunas declaraciones y mensajes de nuestros socios de Govern y así lo manifestamos en privado al president Aragonès". Sin embargo, el secretario general de Junts ha asegurado que la confianza entre socios de Govern es "plena" y ha enmarcado las tensiones en las discrepancias normales entre dos formaciones políticas diferentes.

Albert Batet, Jordi Sànchez y Jordi Puigneró en el encuentro de trabajo de Junts en Bruselas

Lo que sí ha reclamado, sin embargo, es que ERC se replantee su papel en Madrid. Por ello, el grupo parlamentario de Junts ha solicitado una reunión con el president Aragonès, para abordar la acción política de las formaciones independentistas en el Congreso. "Tenemos 23 escaños, necesarios, imprescindibles para garantizar una mayoría y una estabilidad gubernamental", ha dicho Jordi Sànchez. Desde Junts aseguran que no piden a ERC que rompa con el PSOE pero consideran que "no es razonable que haya una fuerza política que regale estabilidad sin nada a cambio" y por ello han reclamado, de nuevo, que el independentismo actúe de manera "coordinada" en Madrid.

Pero, a pesar de los intentos de Aragonès de no profundizar en las tensiones dentro del Govern, las versiones de los dos socios son diferentes. Este mismo jueves Puigneró ha vuelto a dedicar alguna crítica a los republicanos asegurando que las declaraciones diciendo que no descartaban ir a la manifestación "no ayudan" a concretar la inversión. Según JxCat, el acuerdo que Estado y Generalitat sellaron el 2 de agosto en Madrid garantizaba salvar la Ricarda. Según ERC, con el paso del tiempo se ha acabado viendo que no. Lo que todo el mundo tiene claro es que la reforma del aeropuerto es un serial que no se ha terminado. Tendrá más capítulos.

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