Aragonès se reafirma en la vía del diálogo y consultará a la oposición antes de ir a la mesa con el Estado
La CUP y el PSC presionan sin éxito al nuevo 'president' para que aclare si está a favor de la ampliación de El Prat
BarcelonaPrimera sesión de control al Parlament dirigida al nuevo Govern y al nuevo president, Pere Aragonès. Los nuevos consellers se han sentado por primera vez en sus lugares en la cámara y han recibido las primeras preguntas de la oposición. Más de tres meses después de las elecciones del 14-F, la legislatura, ahora sí, arranca definitivamente en su plenitud. En su primer pleno como president, Aragonès se ha reafirmado en la vía del diálogo con el Estado para intentar resolver el conflicto político. "En la vía del diálogo nos encontrarán", ha proclamado. Además, ha asumido el compromiso de consultar a los grupos de la oposición antes de la reactivación de la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Estado.
La legislatura en Catalunya empieza pendiente de si se confirma un nuevo intento de deshielo entre los gobiernos catalán y español. Aragonès explicó este martes que se llamará esta misma semana con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, con el objetivo de fijar un encuentro presencial "cuanto antes mejor". El nuevo president quiere que estos contactos deriven en la reactivación de esta mesa de diálogo.
La ampliación de El Prat
Si hace falta o no ampliar el aeropuerto de El Prat promete convertirse en uno de los primeros temas clave de la legislatura y los tres partidos independentistas con representación en el Parlament ya han dado síntomas de no tener la misma posición. Si esta mañana en una entrevista con TVE y RNE el diputado Pau Juvillà (CUP) se ha opuesto a la reforma por considerar que afecta negativamente al medio ambiente, unos minutos después ante el pleno el vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró (JxCat), se ha mostrado partidario de hacerlo: "Catalunya no se puede permitir el lujo de no tener un aeropuerto preparado por la economía del siglo XXI". ¿Y ERC? Ahora ostenta la presidencia de la Generalitat y este mismo martes Aragonès optó por el camino del medio: no se posicionó ni a favor ni en contra y anunció una mesa de trabajo para debatirlo. En definitiva, ganó tiempo.