El debate de investidura

Los 'comuns' mantienen la distancia con el nuevo Govern pero se abren a sumar para "mejorar la vida de la gente"

Albiach rechaza la abstención a la investidura de Aragonès porque el acuerdo con JxCat no implica un "cambio de etapa"

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Jéssica Albiach durante su intervención al pleno de este viernes

BarcelonaUna semana después de que los comuns rompieran las negociaciones con ERC ante la falta de garantías de que los republicanos no acabaran gobernando con JxCat, Jéssica Albiach ha salido al atril del hemiciclo del Parlament visiblemente molesta y muy crítica con la estrategia seguida por los republicanos en los últimos días. La líder de En Comú Podem en la cámara catalana ha recriminado a Esquerra que se "plegara" a Junts per Catalunya pocos días después de haber asegurado que estaba dispuesta a gobernar en solitario. "Cuando nos sentamos a negociar con ustedes, lo hicimos con toda la sinceridad del mundo, no sé ustedes", ha dicho Albiach a Aragonès. Los comuns se han vuelto a distanciar del Govern que presidirá dentro de pocos días Pere Aragonès, pero no han rechazado del todo la mano tendida del líder republicano: "Nosotros nunca nos ponemos de perfil cuando se trata de sumar mayorías y trabajar colectivamente por el bien de la gente".

Albiach no ha precisado, sin embargo, si esto significa que se abren a negociar unos presupuestos de la Generalitat, como ya hicieron con los de 2020, o si simplemente es una puerta abierta a apoyar las medidas legislativas que consideren que responden a las políticas transformadoras que defienden. Albiach ha admitido la necesidad de sacar adelante unos "presupuestos pospandemia", pero hoy por hoy en el grupo parlamentario no se plantean volver a sentarse a negociar unas cuentas catalanas, según apuntan fuentes de la formación. Desde el 14-F que los comuns avisan de que se situarán en la oposición si ERC gobierna con Junts, y quizás por eso Aragonès ha calificado de fuegos artificiales la predisposición de Albiach a colaborar con el ejecutivo en materias concretas. "Decir que no nos ponemos de perfil cuando se trata de mejorar la vida de la gente no es pirotecnia", ha dicho después la líder de los comuns.

"Nosotras no tenemos una actitud hostil y no la hemos tenido nunca, pero donde no nos encontrarán es en el procesismo", ha respondido también Albiach a las críticas que le había lanzado previamente la diputada de la CUP Dolors Sabater. "Tampoco en la fantasía de que es compatible el libre mercado con la justicia social", ha añadido. La distancia marcada por los comuns con el nuevo Govern también se ha hecho evidente cuando Albiach ha rechazado la petición de Aragonès para que los comuns se abstuvieran en la votación de su investidura como una manera de dejar la puerta abierta para "construir acuerdos en el Parlament" a lo largo de la legislatura. Y esta vez no ha habido fisuras en el conjunto del espacio de los comuns como en el primer debate de investidura, cuando algunas voces apostaron por la abstención como una manera de tender la mano a los republicanos para que giraran la mirada y se abrieran a un pacto de izquierdas ante el desacuerdo con Junts.

La líder de En Comú Podem ha argumentado que el voto contrario de su grupo quiere representar su absoluto rechazo a un Govern en el que esté JxCat. "Esto no es un cambio de Govern, es un cambio de cromos. Para que haya un cambio de etapa tienen que cambiar acuerdos, dinámicas y políticas", ha defendido Albiach. La diputada morada cree que el Govern entre ERC y JxCat "no es bueno para Catalunya" y ha insistido en un ejecutivo de izquierdas, que cree que tarde o temprano llegará. "¿No nos merecemos en Catalunya un Govern que genere ilusión y credibilidad?", ha preguntado. Por eso, también ha vuelto a mandar un mensaje al PSC: "Los votos son para ponerlos a trabajar, no para exhibirlos como un trofeo". Los comuns apostaban por un gobierno de coalición con ERC –y también la CUP si quería entrar– y el apoyo externo del PSC, pero los socialistas ponían como condición liderarlo.

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