Cuatro pactos sobre la amnistía que alguien tendrá que hacer compatibles

BarcelonaLas negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez entran en la fase decisiva por bien o por mal. Ya no hay espacio para las medias tintas e incluso el presidente español pronuncia la hasta hace poco palabra prohibida: amnistía. Por mucho que el independentismo insista en que no será suficiente, ahora mismo todos los actores asumen que será la principal cesión del PSOE, que en ningún caso está dispuesto a incluir en el pacto nada que pueda parecerse mínimamente a “trabajar para hacer efectivas las condiciones de un referéndum”, por mucho que le exijan desde el Parlament Junts y ERC. Pero, en estos momentos, en las negociaciones hay un factor distorsionador: hay cuatro en paralelo y ningún mecanismo establecido para hacerlas compatibles.

La negociación que se lleva todo el foco mediático es la que protagonizan el PSOE y Junts. "Es la única que realmente importa", comparten fuentes socialistas y junteras. La amnistía y la figura del mediador son las dos reclamaciones que ha hecho Carles Puigdemont y se están buscando vías para encajarlas en el acuerdo, aunque todavía no hay nada cerrado. “Están en modo pacto”, opinan de forma optimista voces socialistas que monitorizan la negociación. De hecho, los contactos han continuado pese a la minicrisis que causó la resolución sobre el referéndum del debate de política general. Una resolución, por cierto, que fuentes de Junts y de ERC asumen que no se cumplirá. Si llega, el acuerdo por la amnistía con el PSOE será el más restrictivo de los cuatro que pueden acabar cerrándose en las próximas semanas.

La fotografía entre Puigdemont y un alto cargo del PSOE llegará solo si hay pacto y nunca antes de la consulta interna que debe hacer el Consell de la República entre el 17 y el 23 de octubre. De hecho, pese a que Sánchez confiaba en una investidura rápida, ahora ya asumen que se acercará bastante más al límite del 27 de noviembre. En cualquier caso, la de Junts y el PSOE no es la única negociación en marcha. El PSOE mantiene otra en paralelo con ERC. El viernes se hallaron en Barcelona el ministro Félix Bolaños y el negociador por excelencia de los republicanos, Josep Maria Jové (por cierto, aún pendiente de un juicio por el 1-O que se va aplazando desde hace años). Aunque Oriol Junqueras repita que la amnistía ya está hecha (y que ERC ahora va a buscar otras cosas), pacto no hay ninguno y el PSOE es el único que controla la información de lo que va concediendo a los republicanos o a los junteros.

Sin coordinación independentista

No existen mecanismos de coordinación entre ERC y Junts y cada uno tiene abiertas sus propias negociaciones. Con el PSOE, pero también con Sumar. El partido de Yolanda Díaz ha intentado reivindicar una porción de protagonismo con su propia propuesta de amnistía –que cita la autodeterminación para englobar los hechos del 2017–, pero tanto ERC como Junts saben que cualquier documento firmado con Sumar será papel mojado si no lo valida el PSOE. Y a partir de ahora se tendrán que priorizar los esfuerzos.

Los detalles de la semana

Pedro Sánchez ha realizado esta semana de anfitrión de los líderes europeos en la cumbre de la UE en Granada. El servicio de protocolo de la Moncloa les organizó una visita por la Alhambra y les entregó un obsequio especial para cada uno: un vino de Jerez personalizado con su fecha de nacimiento. A Ursula von der Leyen, uno de la cosecha de 1958; a Charles Michel, de la de 1975; en Emmanuel Macron, de la de 1977...

Pere Aragonès tiene esta semana viaje institucional a Bolonia y viene de reunirse en el Palau de la Generalitat con el ministro presidente del land de Baden-Württemberg (a quien entregó dos CD de Jordi Savall para que los escuche en caso de que en el 2023 todavía tenga un reproductor adaptado). En Bolonia se reunirá con el presidente de Emilia-Romaña y visitará la universidad y también el Tecnopolo, un centro avanzado de investigación.