Cuca Gamarra, una superviviente de las diferentes crisis del PP
La futura secretaria general ha demostrado a Feijóo que puede modular el discurso del partido
MadridCuca Gamarra (Logroño, 1974) tiene una rara virtud en política que comparte con los profetas y es la de no quemarse cuando anda sobre la ceniza todavía al rojo vivo de las diferentes crisis que ha tenido que atravesar. Sobrevivió al hecho de haber apostado por Soraya Sáenz de Santamaría en el Congreso del postrajoyismo y ha sobrevivido ahora a su paso por el casadismo. Pero ¿quién es Cuca Gamarra?
Ella misma se ha definido este jueves como “una mujer de partido”. Fue como miembro del PP que fue alcaldesa de Logroño durante ocho años, de 2011 a 2019. Los alcaldes tienen dos características: son pragmáticos y son ejecutivos, de gestión. Y esto gusta a Feijóo, que busca perfiles con experiencia. Su nombre empezó a cotizar a la alza cuando fue la encargada de fiscalizar la gestión del ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante la pandemia.
Casado recurrió a ella cuando destituyó a la que había sido su apuesta personal, Cayetana Álvarez de Toledo, como portavoz. La selección se interpretó como una marcha atrás para buscar a alguien que tuviera más los pies en la tierra y supiera cómo funcionaba internamente el partido, además de un gesto para integrar a los sectores que habían quedado desplazados con su llegada al poder, especialmente los afines a Rajoy.
Gamarra, siempre disciplinada, ejerció el cargo de portavoz en los parámetros que le exigía el tándem Casado-García Egea, es decir, sin contemplaciones. Sus intercambios con la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, hacían saltar chispas en el Congreso. Su figura no ha parado de crecer desde entonces. Una compañera de partido que la conoce destaca su capacidad de trabajo y la buena calidad humana. “Es muy trabajadora y se estudia mucho los temas, pero lo más importante es que es una buena compañera”.
Apoyo a Casado
En su historial de Twitter todavía está el tuit que puso de apoyo a Casado y contra Ayuso el 17 de febrero, con 3.163 comentarios que, mayoritariamente la atacaban. Aquí demostró su disciplina y fidelidad. Pero también fue de las primeras que vio que el barco de Casado se hundía y decidió saltar.
El 22 de febrero ya defendía la celebración de un congreso extraordinario. Esta maniobra la situó en una posición inmejorable para pilotar la etapa de transición que se abría, durante la que ha conseguido ganarse la confianza de Alberto Núñez Feijóo. ¿Cómo? Pues demostrando que sabe adaptarse a las circunstancias y que es capaz de rebajar a varios decibelios el tono de la oposición que daba Casado y que no gustaba nada al líder gallego, poco amigo de la estridencia.
Cuando Sánchez compareció el 2 de marzo y anunció el envío de armas a Ucrania, Gamarra recogió el guante: “Apoyamos su rectificación. Y, si sus socios le fallan, recorreremos juntos este camino”. Este jueves, antes de atender a los medios, ha ido a saludar a varios diputados que la felicitaban y ya la trataban como lo que será a partir de ahora. La jefa.