Cuevillas no es partidario de tramitar resoluciones simbólicas que comporten inhabilitaciones: "La inmolación se tiene que hacer si tiene eficacia"

El secretario segundo de la mesa del Parlament admite que "si los tribunales dicen que el voto del 'conseller' Puig no vale" no tendrán capacidad para hacer nada

Laura Borràs y Jaume Alonso-Cuevillas, esta mañana
02/04/2021
4 min

BarcelonaCubo de agua fría sobre las aspiraciones de Laura Borràs como presidenta del Parlament. Si la cabeza de lista de Junts llegó a la cámara catalana prometiendo que defendería el hemiciclo de todas las "injerencias externas" y que "el único límite" serían las "aspiraciones del pueblo de Catalunya" representadas por los diputados, el número dos de JxCat en la mesa, el secretario segundo Jaume Alonso-Cuevillas, ha enfriado estas expectativas. O, cuanto menos, ha advertido que depende de qué posturas no lo encontrarán. Concretamente, en una entrevista en VilaWeb, Cuevillas ha avisado este viernes que no es partidario de tramitar propuestas de resolución simbólicas como las que el Parlament aprobó sobre el rey y la autodeterminación y que han comportado que los miembros independentistas de la mesa liderada por Roger Torrent ahora estén en manos del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). Cuevillas, jurista de profesión, ha recordado que estas resoluciones son solamente declarativas y no tienen "ninguna eficacia jurídica". Por eso cree que tramitarlas ante el riesgo de ser inhabilitados no es una "confrontación inteligente", sino el contrario: "Es intentar resistir de una manera testosterónica, como un legionario que ve que disparan pero que va con el pecho descubierto". Solo cree que la desobediencia es útil si sirve para algo: "La inmolación se tiene que hacer si tiene eficacia", ha argumentado.

¿Cómo tiene que actuar, pues, la mesa? Según Cuevillas, ante una situación parecida a la que vivió la anterior mesa con las resoluciones sobre la autodeterminación –advertidos por el Tribunal Constitucional– es más inteligente denunciar la "aberración jurídica" que representa la posición del TC que tramitarlas desobedeciendo. Después de esto, cree que no hay que "insistir" en el tema. "Qué es más eficaz para desgastar al estado español: ¿denunciar esto, o dejar que nos inhabiliten sin pena ni gloria por una barbaridad?", se ha preguntado. De hecho, Cuevillas es contrario a jugársela en este ámbito porque da por seguro que si se hacen propuestas de resolución que tengan por objetivo reprobar al rey o reafirmar el derecho a la autodeterminación, se les inhabilitará.

Estas declaraciones han sido duramente criticadas por el ex vicepresidente primero de la mesa, Josep Costa, y miembro también de JxCat. En una publicación en su cuenta de Twitter, Costa ha apuntado que defender la soberanía de la cámara no "es ninguna barbaridad". "Si alguien no puede o no quiere asumir este riesgo, no tendría que estar en la mesa", ha afirmado en referencia a Cuevillas.

A pesar de que Cuevillas ha admitido que los miembros independentistas de la mesa todavía no tienen un posicionamiento fijo sobre la tramitación o no de propuestas, el diputado de Junts ya se sitúa en el día siguiente de denegar una: "Tenemos que hacer mucha pedagogía para explicar que no lo admitimos a trámite". Cuevillas da por hecho que estarán una semana "sin poder entrar en Twitter porque" les criticarán duramente, pero cree que hay que poner por delante lo que implica "la confrontación inteligente" –la vía para lograr la independencia que el expresident Carles Puigdemont ha verbalizado varias veces.

Puig puede quedarse sin votar

Cuevillas es miembro del equipo de abogados de Puigdemont y del ex conseller también exiliado en Bélgica Lluís Puig. Este fue el motivo por el que se abstuvo en la votación de la mesa que decidía si aceptar o no la delegación de voto de Puig, puesto que, según explica, uno de los letrados del Parlament le advirtió que participar en la defensa del ex conseller podría ser un elemento de contaminación "del voto". "Es una abstención en el sentido técnico jurídico y administrativo", ha aclarado. Finalmente, la mayoría independentista en la mesa fue suficiente para admitir el voto de Puig, pero la historia todavía no ha acabado aquí: varias formaciones, como Cs y Vox, llevarán al Constitucional esta decisión. ¿Qué pasará después? Según Cuevillas –que asegura que el TC invalidará el voto–, el ex conseller no podrá votar aunque la mesa mantenga su decisión. "Si los tribunales dicen que el voto del conseller Puig no vale, no tendremos capacidad para hacer nada. Y a la próxima votación el voto de Lluís Puig no se podrá contar", ha afirmado. Hay una alternativa, sin embargo, que ha apuntado que "se puede intentar": una reforma del reglamento para que las circunstancias del ex conseller sean comprendidas como una excepción para poder delegar el voto, tal y como pasa ahora si un diputado está enfermo o confinado.

La situación de Borràs

Hay otra propuesta para reformar el reglamento que ahora mismo, según el abogado, no está sobre la mesa pero sí que aparece en conversaciones y está "previsto" abordarla: modificar el artículo 25.4 de la norma de la cámara para que los diputados no tengan que dejar el escaño hasta que pese sobre ellos una sentencia firme. Para Cuevillas, este artículo es contrario a la "presunción de inocencia".

Este punto del reglamento podría afectar directamente a Borràs, que está siendo investigada por unas irregularidades cuando era directora de la Institució de les Lletres Catalanes. Desde la premisa que, según Cuevillas, "no hay ninguna sombra de corrupción", el abogado ha admitido que si la causa llega a los tribunales y emiten una sentencia condenatoria "el Parlament no tendría capacidad de resistencia". También ha apuntado que antes de esto, como en el caso de Torra, la Junta Electoral Central (JEC) podría hacer "movimientos para inhabilitarla". La pelota, entonces, estará sobre el tejado de la mesa: puede hacer como Torrent y acatar la decisión o buscar una vía alternativa. Cuevillas, de momento, apunta que será una decisión de la mesa, no de los letrados porque "no gobiernan el Parlament" –fue el secretario general de la cámara, Xavier Muro, quién firmó la orden de retirar el escaño a Torra – y, en todo caso, él está "dispuesto a cualquier cosa" si ante una inhabilitación de Borràs tiene que coger las riendas del Parlament.

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