Sánchez choca por ahora con resistencias de los partidos al aumento del gasto militar
Feijóo califica ahora de "muy difícil" el apoyo de los populares al rearme que plantea el presidente español

Madrid"¡Creo que sólo se fía del PNV!", bromeaban fuentes cercanas a Aitor Esteban una vez terminada la reunión que el nuevo presidente jeltzale ha mantenido este jueves con Pedro Sánchez. El presidente español se ha topado con la oposición de algunos y el escepticismo de algunos otros en su intención de aumentar el gasto en defensa, tras una ronda de contactos con los grupos políticos del Congreso, a los que el jefe del ejecutivo ha querido trasladar el debate que copa la política europea. No suele ser una materia que defina la orientación de los partidos en el Estado, pero la llegada de Donald Trump y la posible tregua en Ucrania obligan a construir una opinión profunda. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, asumía que ha llegado el momento de "ser responsables e ir más allá de la pancarta del "No a la guerra"".
La incertidumbre geopolítica y las decisiones todavía pendientes en la Unión Europea han impedido a Sánchez ofrecer información detallada a los portavoces parlamentarios, que de entrada muestran resistencias al plan de rearme de Bruselas. En este contexto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, calificó de "muy difícil" que los dos grandes partidos del Estado puedan alcanzar un acuerdo en una materia en la que no tienen posiciones demasiado alejadas. Sin ir más lejos, conservadores y socialdemócratas se han puesto de acuerdo en el Parlamento Europeo en este ámbito. "¿Estamos preparados para dialogar? Sí, siempre que muestre auténtica voluntad y respeto al PP. Hasta ahora el gobierno no ha mostrado ninguna de las dos cosas", ha añadido Feijóo. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha lamentado que el PP opte por una "oposición de desgaste" en lugar de una "oposición de estado".
Los criterios de la OTAN
"Le he preguntado: «¿Qué porcentaje de PIB debe alcanzar el gasto en defensa? ¿Qué incremento debe tener el actual presupuesto? ¿En qué plazos es necesario obtener el presupuesto? ¿Cómo se ejecutará año a año y cómo se financiará? ¿Más impuestos o reajuste de gastos actuales?» Y no ha concretado nada", ha explicado Feijóo tras reunirse con el presidente español, el único encuentro frente a frente en la Moncloa que han mantenido desde hace casi año y medio. Sánchez, que no ha querido confrontarse con el presidente del PP -"La interlocución ha sido correcta y cordial", ha dicho-, ha procurado ser pedagógico a la hora de explicar que falta saber qué porcentaje sobre el PIB se destinó en defensa en el año 2024 según los criterios que establece la OTAN y de a partir de 2 a 2, a partir de 2 a 2.
El objetivo ya declarado del gobierno español es no tener que hacer una fuerte inversión en lo que tradicionalmente se entiende como el ámbito militar, sino intentar convencer a la Alianza Atlántica de que hace esfuerzos en determinadas materias como la ciberseguridad y el terrorismo que deberían computar como gasto en defensa. "Las amenazas son distintas a un sitio ya otro", ha dicho Sánchez, para dar a entender que las amenazas de los países que hacen frontera con Rusia no son las mismas que tienen los del sur. Si en la cumbre de la OTAN de junio en La Haya logra convencer a los socios de esta concepción, de cara al futuro el presupuesto en defensa daría automáticamente un salto y evitaría que España tuviera que invertir más en armas. De hecho, Sánchez afirmó que éste se presenta como una "oportunidad" para potenciar la industria. Esto mismo apuntaban a fuentes del PNV, que destacaban la apuesta que se podría hacer en tecnologías de doble uso —civil y militar— aprovechando este contexto, teniendo en cuenta que en Guipúzcoa hay SAPA, que tiene un 8% de las acciones de Indra, dos empresas importantes vinculadas al sector de la defensa.
Desde Junts, su portavoz, Míriam Nogueras, ha condicionado su apoyo a Sánchez a que lleguen eventuales inversiones a Catalunya. Era la primera vez que la dirigente independentista se reunía con el jefe del ejecutivo en la Moncloa, como Mertxe Aizpurua (EH Bildu). En cuanto a ERC, Rufián ha rechazado más gasto en defensa, ha pedido "gastar mejor" -lo mismo que ha planteado Sánchez- y ha exigido que se explique "muy poco y muy bien por qué es necesario" aumentar el presupuesto. A los partidos de izquierdas, especialmente en Podemos, les ha garantizado que no va a recortar "ni un céntimo en política social" para hacer frente a los compromisos con la OTAN.
¿Será necesario el aval del Congreso?
Otra de las grandes incógnitas que quedan de la jornada es si Sánchez necesitará el aval del Congreso. Seguro que sí para nuevas cuentas de cara al 2026, pero también haría falta si aprobara una modificación de crédito. No sería el caso si hiciera algún reajuste de partidas entre ministerios o se hiciera uso del fondo de contingencia. "Hay cuestiones que tienen que ver con acción legislativa y otras con el grado de ejecución del poder ejecutivo [...] Contaré con los apoyos en lo que tenga que ver con el poder legislativo", se ha limitado a decir Sánchez, sin concreciones. La impresión que han verbalizado Feijóo, Rufián y el portavoz del BNG, Néstor Rego, es que, si puede, el presidente intentará esquivar el Congreso para aumentar el gasto en defensa.