La legislatura en el Estado

División entre los funcionarios de Hacienda sobre el traslado a la Agencia Tributaria de Cataluña

Los inspectores se oponen a la posibilidad mientras que los técnicos tributarios ven que sería factible, tal y como se hizo con el caso de los Mossos

AGENCIA  TRIBUTARIA 
 Unos contribuyentes esperan cumplir con sus deberes impositivos el primer día de la campaña de la renta del año pasado.
04/08/2025
4 min

BarcelonaLa financiación singular es el tuétano del acuerdo entre el PSC y ERC para investir a Salvador Illa presidente de la Generalitat. Conlleva un proceso largo y complejo y un elemento clave son los funcionarios que tendrán que nutrir la Hacienda catalana. Sin embargo, Isla aseguró en una entrevista en el ARA este fin de semana que los trabajadores de la Agencia Tributaria española en Catalunya podrían pasar a trabajar a la catalana, en un proceso que puede ser equivalente a lo ocurrido entre Guardia Civil y Mossos: "Es una opción que se siguió en su momento, que creo que responde a un planteamiento de sentido común, de ofrecer a aquellas personas que se quieran incorporar que puedan hacerlo". Éste es un paso clave para asumir un rol en la gestión tributaria en el 2028, pero genera división dentro del cuerpo funcionarial de Hacienda, tal y como ha podido comprobar este diario.

Por ahora, ya se ha asumido que la Hacienda catalana no intervendrá en la gestión del IRPF hasta 2028, aunque el pacto de investidura entre el PSC y ERC preveía que empezaría en el 2026. Uno de los motivos es la falta de músculo de la Agencia Tributaria de Catalunya, que ahora mismo sólo son unos 800 trabajadores. Para ello una de las opciones es coger personal de la Hacienda española que ya está en Cataluña. Con los datos consultados de la delegación de la Agencia Tributaria Española en Catalunya, hay unos 4.678 funcionarios en Catalunya, donde los inspectores –una élite de la máxima categoría, A1– son 445 del total, mientras que los técnicos, A2, son 1.604, y los agentes tributarios, del grupo C1, son unos 1. En este sentido, no todo el personal potencialmente afectado ve un eventual traspaso a la Hacienda catalana por igual. Mientras que los inspectores -agrupados en la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE)- declaran abiertamente la guerra hablando de "firme rechazo", no es el caso de los técnicos de Hacienda, que se abren a la medida, optando por la voluntariedad, tal y como explica el secretario general del sindicato de técnicos Gestha, José María Mollinedo, en una conversación con el AHORA. "Puede ser similar al traspaso de la Guardia Civil a Mossos, o el de Cercanías", espeta.

El representante de los técnicos defiende que "hay multitud de traspasos que pasan a depender de la Generalitat, hay mucha experiencia en Catalunya y en todas las comunidades". Ahora bien, no ha recibido "ninguna información de Hacienda ni en el ámbito estatal" y la opinión de su asociación se basa en los documentos firmados entre la Generalitat y el Estado, el compromiso de la semana pasada o las palabras de Isla en el ARA. Por eso, Mollinedo asocia el rechazo expresado por otro sector "por la polarización política derivada del Proceso y el antagonismo entre Madrid y Catalunya", pero que como técnicos están abiertos. "Entendemos que los traspasos deberían ser de forma voluntaria para quienes quieran después de una negociación", concluye. Según su criterio, "otros traspasos de servicios no generan esta tensión" y enumera una lista desde que se aprobó la Constitución. Un ejemplo es la recaudación del IRPF, también en el gobierno del popular José María Aznar.

Precisamente, sostiene que un buen puñado de profesionales pueden estar interesados en pasarse a la Hacienda catalana: "Los técnicos de Hacienda serían los más fáciles de ser traspasados a la Generalitat", remacha. El motivo es que los homólogos catalanes, los técnicos tributarios, escalan al nivel A1, lo que les ofrece una movilidad y progresión salarial que carecen del Estado. Los agentes tributarios en la Hacienda española, por debajo de los técnicos, continuarían en el subgrupo C1 y tendrían las mismas condiciones. Sobre estos dos colectivos, los más numerosos, Mollinedo apunta que entre los técnicos en el Principado al menos el 20% pueden estar arraigados en el Principado, dato que se supera en el caso de los agentes. En cambio, los que no tienen arraigo y quieren volver a su lugar de origen son los más complejos, junto a los inspectores tributarios –los que más se han opuesto–: "No querrían porque las retribuciones al Estado son bastante superiores". Y es que poder ingresar hasta 150.000 euros al año con quince o veinte años de trayectoria es un caramelo tentador, según dice.

Según el plan director de la Agencia Tributaria de Cataluña, presentado la semana pasada por la Generalitat, se prevé, sin especificar cómo se obtendrían, que haya 400 agentes de refuerzo de cara al próximo año en la Hacienda catalana, y 700 agentes para el 2027. ¿Qué dicen desde el ministerio? Fuentes consultadas recalcan que todavía no disponen de información sobre este eventual traslado porque todavía no se ha aprobado nada y no entran en los calendarios o documentos de la Generalitat. "Nada nuevo", rematan, con un horizonte del 2028 que les queda muy lejos.

Oposición furibunda

A diferencia de la posición de los técnicos tributarios, la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) está indignada y ha realizado varios comunicados en los últimos días, a los que se remite al ser preguntada por el ARA. "Estaremos muy atentos a cómo se pretende ejecutar este disparate", aseguran, añadiendo que expresa su "firme rechazo y honda preocupación por un eventual traslado de personal funcionario de la agencia estatal a la catalana sin su consentimiento". Incluso reclama a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que "se comprometa públicamente a garantizar que no se llevará a cabo ningún tipo de traspaso general o forzoso".

En su caso se opone de lleno que sea un traspaso como el del cuerpo de Mossos y carga contra "un ataque a la cohesión fiscal del Estado que comportará un fraccionamiento de la Agencia Tributaria en un irresponsable ejercicio de ruptura de la caja única". Hasta el punto de aseverar, ante el acuerdo de mediados de julio en la Comisión Bilateral entre la Generalitat y el Estado, que "lo que sería de sentido común es no ceder a las peticiones del independentismo". Ven a la Agencia Tributaria como uno de los pilares fundamentales del sistema tributario español y cualquier traspaso como "un ataque frontal".

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