¿Ampliar o no el aeropuerto de El Prat? Ricarda y la promesa del 'hub' dividen el debate

BarcelonaLa ampliación del aeropuerto de El Prat se detuvo por el choque entre el Estado y la Generalitat, pero casi tres años después todavía está en la agenda política de cara a las elecciones catalanas. De hecho, Esquerra Republicana ya se adelantó hace unas semanas al inicio de la campaña, con la presentación de su propuesta como Gobierno para descongestionar la infraestructura. Ésta consiste en cambiar la configuración de las pistas durante los dos meses de mayor tráfico aéreo – julio y agosto– en la franja de 10 ha 14 h, lo que resolvería algunas de las limitaciones actuales, pero a cambio de incrementar impacto acústico sobre las zonas cercanas como Gavà Mar o Castelldefels. Para compensarlos, los republicanos plantean insonorizar las viviendas afectadas o directamente comprarlas para reubicar a los vecinos más allá del aeródromo. El posicionamiento de los republicanos mantendría intactos los espacios naturales protegidos de Ricarda, que han estado en el blanco de otras propuestas.

El gestor aeroportuario Aena ha apostado desde el principio por alargar la pista corta, la más cercana al mar, en unos 500 metros y compensar la afectación a las lagunas –que debería autorizar la Comisión Europea– creando nuevos ecosistemas entorno del delta del Llobregat. Ésta es la alternativa para ganar capacidad que han defendido tanto el PSOE como el PSC, que aseguran que la ampliación es necesaria para convertir El Prat en un verdadero hub intercontinental. Es decir, defienden que sería la manera de ganar más rutas de largo radio –los mayores aviones que se utilizan para estos vuelos tendrían menos dificultades para despegar–y reducir la dependencia de Barcelona respecto a los vuelos low cost. Aun así, la promesa del hub genera dudas entre los expertos aeroportuarios, porque estos suelen tener una aerolínea insignia que opera los destinos más lejanos y eso nunca ha existido en Catalunya.

Antes de que se adelantara la convocatoria electoral, el Estado y la Generalitat tenían en marcha una comisión técnica como parte del acuerdo para los presupuestos entre PSC y ERC para decidirse por alguna de las opciones. Ésta debía terminar sus trabajos a finales de año, pero su futuro vuelve a ser una incógnita. En los últimos tiempos han aparecido todo tipo de propuestas para resolver el rompecabezas del aeropuerto. Algunas bastante ruidosas, como la construcción de una nueva pista sobre el mar, un proyecto que ha aparecido ya en varias ocasiones sin generar suficiente consenso. Además, actores como las patronales y otros lobbies económicos se han encargado de que el debate nunca muriera del todo, con la creación de comisiones como la que puso en marcha Foment del Treball para sacar sus propias conclusiones sobre El Prat.

La vieja ambición de la gestión catalana

La discusión en torno a la ampliación del aeropuerto de El Prat también ha generado muchas críticas por parte de los movimientos ecologistas y de partidos como la CUP o los Comunes, que han reclamado detener el proyecto de forma definitiva y optar por el decrecimiento en un momento de emergencia climática y preocupación por la masificación turística. Por otro lado, Junts fue el partido que dirigió el acuerdo frustrado del verano de 2021 –con Jordi Puigneró como vicepresidente y conseller de Territori– para sacar adelante la ampliación, y la formación de Carles Puigdemont siempre es 'ha mostrado más favorable a hacer crecer la infraestructura que a mantener lastatu quo.

A las diferentes alternativas sobre el futuro del aeropuerto aún se suma un último tema que colea desde hace décadas: el de la gobernanza. Los partidos soberanistas han reclamado en varias ocasiones que la Generalitat debería tener mayor peso en la gestión de la infraestructura, un punto donde no queda claro que ni Aena ni el Estado estén dispuestos a ceder.

¿Sí o no a la ampliación del aeropuerto? ¿Cómo la harían?