Ayuso aterriza en Barcelona a la caza del votante de Vox: "Catalunya quedará en manos de bandoleros, totalitarios y corruptos"

Fernández recurre a la presidenta madrileña para pedir el voto útil contra el independentismo y la izquierda

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La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en su discurso desde la plaza Artós de Sarrià.

BarcelonaEl aterrizaje de Isabel Díaz Ayuso en Barcelona no es causal, sino que pretende ser un revulsivo en la campaña del PP. Este lunes la presidenta madrileña ha dado el pistoletazo de salida a su participación en la contienda catalana desde el barrio de Sarrià y, en concreto, desde la plaza Artós, que han vendido como un "símbolo de una década de resistencia contra el separatismo y el populismo". De ahí salieron manifestaciones espanyolistas como las del 3 de octubre del 2017, algunas de ellas convocadas por la extrema derecha. Y éste también será el punto del acto final de Vox del viernes. Y es que ambos partidos se disputan votantes y, según las encuestas, liderar el bloque unionista de la derecha.

Después de contagiarse a las recetas del ala dura del partido, junto a Alejo Vidal-Quadras, José María Aznar y Xavier García Albiol de referentes, Fernández ha recurrido a Ayuso, a quien ha mostrado plena sintonía en las políticas "liberales". Encuadrados en el combate frontal contra la izquierda y el nacionalismo, Ayuso ha seguido punto por punto su misión: "No dividir el voto. Por haber dividido el voto están desguazando a España por siete votos", ha dicho, y ha pedido implícitamente que los espanyolistas no caigan en la tentación de optar por Vox, que tiene por ahora más del triple de escaños que el PP (11 a 3). Aseguró que "los catalanes de bien tienen sed de normalidad": "Si [los independentistas] nos siguen enfrentando, Catalunya quedará en manos de bandoleros, totalitarios y corruptos".

Por eso, Fernández se ha dirigido al público de menor edad antes de dar paso a Ayuso reivindicando que "unos jóvenes anónimos y valientes salieron de esta plaza [Artós] para defender la unidad de España" dos días después del referéndum del 1-O. Con un alegato para defender "vencer al separatismo" y "sin miedo", quiso rebatir una de las ideas tradicionales del catalanismo: "No somos un solo pueblo separatista, sino muchos ciudadanos libres e iguales". Aún concretó más el portavoz popular en el Ayuntamiento de Barcelona, ​​Daniel Sirera, que exaltó el "símbolo" de Artós y aplaudió las políticas liberales de Madrid afirmando que Fernández aplicará de lleno la fórmula de la "libertad" de Ayuso.

Por otra parte, Ayuso ha atacado al presidente español, Pedro Sánchez, por "mentiroso" y al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero para "asesorar dictaduras". Ahora bien, ha sido más contundente contra el candidato del PSC, Salvador Illa, por ser "el peor gestor de la pandemia" como ministro de Sanidad, pero también por haber renegado del "constitucionalismo" y ser "el caballo de Troya del 'independentismo xenófobo y frontista'.

Pero no ha terminado aquí. La presidenta madrileña también ha cargado contra el "sentimiento identitario, xenófobo, clasista y racista" que considera implícito en el independentismo y ha rellenado el discurso de estirabots acusando a los soberanistas ya la izquierda de querer igualar a los españoles "en la miseria" . "¿Cuánto talento ha tenido que abandonar su tierra porque ya no aguanta más?", ha dicho, destacando un "seny" -pronunció "senio"– y una "Catalunya vanguardista" que ya no existe, a su juicio. A su juicio, es Fernández quien la puede recuperar "colaborando" con Madrid.

El desfile de Ayuso

Ayuso ha desfilado por el barrio de Sarrià rodeada de periodistas, y también se ha dejado ver al escritor Arcadi Espada, que ha apoyado a Cs. El propio candidato popular, Alejandro Fernández, le reprochó entre sonrisas las críticas recibidas mientras se expresaron también admiración mutua. "Hay más periodistas que gente", dice un padre cogido de su hija, ya que la mayoría de peatones optaban por seguir haciendo la suya. Sin embargo, la presidenta madrileña sí ha tenido que atender peticiones de fotos, sobre todo de gente joven. También ha entrado en comercios, se ha reunido con el Gremio de la Restauración en el bar Tomàs y ha llenado la plaza con cientos de personas a la hora del mitin. En el 23-J, en esta sección censal de la plaza Artós ganó al PP, también en Sarrià, donde sacó 3.200 votos –600 más que el PSC–. Ahora los populares pretenden repetir lo mismo el 12-M, y Ayuso ha venido a cumplir su deber: movilizar al votante joven y españolista, que puede ser fronterizo con la extrema derecha de Vox.

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