Elecciones catalanas

Dimiten dos de los cinco miembros del comité deontológico del ANC por la lista cívica

Es el órgano que debe resolver la denuncia por vulneración de los estatutos que han presentado los contrarios a dar el salto al Parlament

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Sardiné y Rigau, de izquierda a derecha

BarcelonaLa lista cívica de la ANC sigue cobrando víctimas. Dos de los cinco miembros del comité deontológico de la entidad han presentado su dimisión, según ha podido saber el ARA. Se trata de Sebastià Sardiné y Xavier Rigau, que han decidido dejar el órgano independiente que dirime los conflictos que se producen en el seno de la entidad por su desacuerdo con concurrir a las próximas elecciones catalanas. El último en plegar ha sido Sardiné, que anunció su salida no hace ni una semana.

En conversación con el ARA, el prestigioso abogado lo confirma. "Para preservar mis libertades y ante un posible conflicto de incompatibilidad y conciencia he decidido apartarme enviando un comunicado interno y sin hacer ruido", expone Sardiné. Con un criterio "no coincidente" con la línea oficial del comité permanente y el secretariado, el también consultor empresarial considera que "si la Asamblea quiere transformarse en un partido deberían cambiarse los estatutos" y que "la hoja de ruta no puede estar por encima de los estatutos".

Sardiné decidió marcharse justo antes de que los miembros de la entidad que se oponen a la lista cívica presentaran una denuncia al comité deontológico porque consideran que se están incumpliendo los estatutos, la declaración fundacional y el código ético, que establecen que el ANC nunca se presentará a unas elecciones, pero también la hoja de ruta, que dictamina que la lista "no se presentará como un elemento de fragmentación" y que "debe representar la transversalidad del país”. El abogado señala que no habría presentado su renuncia de haber sabido que se presentaba una denuncia. "No habría sido ético dejarlo y por responsabilidad me habría quedado emitiendo un voto discrepante".

Su salida se suma a la de Xavier Rigau, que dimitió hace unos meses. Incómodo con el impulso de la lista cívica, el psicólogo forense decidió dar un paso al lado. "La posible candidatura electoral me empujó a marcharme, no estoy a favor porque se está perdiendo el espíritu de la Asamblea", denuncia. "Se están planteando cambios que modifican por completo los principios de la entidad y se corre el riesgo de que la gente en contra se vaya y se debilite la Asamblea", añade. Grimau asegura que ha recibido presiones de la dirección para posicionarse a favor de la lista cívica: "Te llegaban a hablar por privado buscando tu apoyo y te presionaban para evitar que te posiciones claramente en contra".

Resolución no vinculante

Sin embargo, la resolución que haga el comité no es vinculante porque la última palabra la tienen el secretariado y la permanente. De hecho, el sector crítico denuncia que, pese a ser un órgano externo y soberano de la entidad, está controlado por la dirección y que los dictámenes acaban demorándose, lo que creen que volverá a ocurrir con la lista cívica. "Los casos que llegan al comité deontológico se eternizan y pasan de un secretariado a otro; no está operativo, pero el ANC hace bandera", critican fuentes de este sector. Ambos dimisionarios lo corroboran.

"Había cuestiones que llevaban dos y tres años, hay un pasotismo generalizado", dice Grimau, quien comparte que la denuncia por la lista cívica no se resolverá en un mes. No llegará, por tanto, antes de la consulta que ha convocado el secretariado del 1 al 14 de marzo para decidir si es necesario presentar o no batalla al Parlament. De momento, la única guerra que hay es interna y ya se ha saldado con la dimisión de casi una veintena de secretarios y del exvicepresidente Jordi Pesarrodona en el debate que más ha sacudido a la entidad desde su fundación el 2011.

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