Parlamento constituido, ¿y ahora qué? Calendario hasta la investidura (o la repetición electoral)
La primera decisión que tendrá que tomar Rull es si propone Puigdemont o Isla en la primera sesión de investidura
BarcelonaTras un lunes de negociaciones, el Parlament se ha constituido con la elección de Josep Rull como presidente de la cámara, la elección de las vicepresidencias y el resto de los miembros de la mesa, que han garantizado una mesa de mayoría independentista. Pero los acuerdos que hoy han hecho Rull president no garantizan a ningún candidato la mayoría para una investidura como presidente. ¿Cuál es el calendario a partir de ahora y cuáles son las primeras decisiones que tendrá que tomar el flamante presidente?
¿Quién propondrá a Rull como primer candidato?
La primera tarea del presidente del Parlamento es reunirse con los representantes de los diferentes grupos parlamentarios de la cámara para, posteriormente, realizar una propuesta de candidato a la investidura. Sobre la mesa, Rull tiene dos opciones: Salvador Illa, ganador de las elecciones, o Carles Puigdemont, que quedó segundo y asegura tener más apoyos que Illa para volver a ser presidente de la Generalitat. Todo apunta a que Rull encargará a Puigdemont la primera investidura.
¿Cuándo se hace el primer lleno de investidura?
Los tempos están muy claros y les marca la ley: desde la constitución del Parlament, el presidente realizará la propuesta de candidato en los primeros 10 días laborables. Cuando Rull se pronuncie antes de que acabe este plazo, se convocará el primer pleno de investidura, que presumiblemente sería el 25 de junio, al día siguiente del festivo de Sant Joan.
Si el debate queda fijado por entonces, con toda probabilidad la primera votación no se realizaría hasta el día siguiente, 26 de junio. Para esa primera votación Puigdemont necesita la mayoría absoluta de los votos de la cámara, que con los votos de las fuerzas independentistas no es posible y requeriría la abstención del PSC. Dos días después de una votación fallida, se celebraría de nuevo un debate con el mismo candidato que requeriría mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra.
¿Qué pasa si nadie se invierte en el primer intento?
El reloj de la repetición electoral se pone en marcha a partir de entonces. Durante dos meses desde el primer debate de investidura hay margen para que los partidos se pongan de acuerdo y el presidente de la cámara vuelva a proponer a un candidato a la investidura. Si en ese plazo los grupos parlamentarios llegan a algún entendimiento –o, aunque no lleguen, algún candidato pida intentarlo–, se produciría una nueva ronda de reuniones con los representantes de los grupos y se propondría un nuevo candidato, que se sometería a una nueva sesión de investidura. Es entonces cuando puede ser el turno de Salvador Illa, en caso de que Rull no lo haya propuesto en junio.
Sea como fuere, habrá una fecha que hará de espada de Damocles, el 26 de agosto. Es el día en que automáticamente se disolvería el Parlamento y el presidente en funciones, Pere Aragonès, firmaría la convocatoria de elecciones.
¿Cuándo serían las nuevas elecciones?
Los comicios deben celebrarse 47 días después de la convocatoria cuando se trata de una repetición electoral. Por tanto, una disolución automática conduciría al país a votar alrededor del 12 de octubre. En estos casos, las elecciones no tienen por qué caer en domingo, como suele ocurrir cuando la convocatoria es anticipada u ordinaria, y no automática. No sería la primera vez. Las primeras elecciones democráticas en 1980 se celebraron en jueves, las de 2006 en miércoles (era el festivo de Todos los Santos) y las de 2017 también en jueves, después de la aplicación del artículo 155 en Cataluña.
¿Existen precedentes de una repetición electoral?
Cataluña nunca ha tenido que repetir las elecciones al Parlament. El golpe que más cerca ha sido de tener que hacerlo fue después de las elecciones del 2015, que daban mayoría a Junts pel Sí ya la CUP. La condición de los anticapitalistas de avalar una investidura era que no fuera Artur Mas el presidente. Por último, Mas dio un paso al lado el día antes de la disolución automática del Parlament, que invistó Carles Puigdemont.
Donde sí ha habido repetición electoral en dos ocasiones ha estado en las elecciones generales. La primera vez fue en el 2016, después del no del PSOE en investir a Mariano Rajoy, que había perdido la mayoría absoluta. Tras la repetición, el PSOE se abstuvo para facilitar la investidura de Rajoy, lo que rompió el partido en dos e hizo dimitir a Pedro Sánchez como secretario general.
La segunda vez fue en el 2019. Eran las primeras elecciones después de la moción de censura de Sánchez en Rajoy, y los socialistas podían formar gobierno con Podemos y el apoyo de fuerzas nacionalistas. Sánchez no lo vio claro y se repitieron las elecciones. Entonces, con una correlación similar de fuerzas, se constituyó el primer gobierno de coalición en el Estado.