Puigdemont se compromete a volver si tiene mayoría para ser investido después del 12-M
El expresidente deja de lado las elecciones europeas y anuncia una candidatura más allá de Junts a los comicios catalanes
ElnaSeis años y medio después del exilio, Carles Puigdemont quiere cerrar el círculo: en una conferencia en Elna, ha anunciado su candidatura a las elecciones al Parlament del próximo 12 de mayo para "restituir" su presidencia de la Generalitat, destituida "ilegalmente", ha dicho, por la aplicación del artículo 155 de la Constitución en 2017. Por este motivo, ha decidido dejar de lado la pretensión de ir a las elecciones europeas del 9 de junio y " sumar todos los esfuerzos” para articular una “mayoría” para “acabar el trabajo” del 1-O. "No rehuiré esta oportunidad por razones de bienestar personal", ha declarado el expresidente por el hecho de que perderá la inmunidad europea. Puigdemont ha anunciado, así, que comienza la cuenta atrás para su "retorno": se ha comprometido a volver a Catalunya si tiene la mayoría para ser investido después de las elecciones. Por esas fechas, la amnistía ya habría entrado en vigor y, por tanto, el riesgo de ser detenido debería ser limitado si el Tribunal Supremo asume la ley.
Con un fondo de color azul oscuro, sin el logo de Junts per Catalunya y ante un millar de personas, Puigdemont ha propuesto articular una lista el próximo 12-M que vaya más allá de su partido. De nuevo, ha hecho un llamamiento a la unidad del independentismo, reivindicando que siempre ha sido la fórmula ganadora: “Ni ERC ni Junts por separat hemos podido convertirse en el primer grupo parlamentario del país y tendremos que sudar mucho para hacerlo 12 de mayo”, ha reconocido, pese a dar por sentado que no habrá lista conjunta: ha asegurado que hay “resistencias”, en alusión a la negativa que siempre ha esgrimido Esquerra, que con el poco tiempo que queda para los comicios no se pueden superar. Los republicanos no han tardado en contestar: "Proponer una lista única en medio de reproches es repetir errores de pasado", le han reprochado fuentes del partido -informa Mireia Esteve.
La receta de Puigdemont
Y, después de seis años y medio en el exilio por el 1-O, ¿cuál es ahora el proyecto de Puigdemont para presidir la Generalitat? El expresidente ha reivindicado su rol en Bélgica desde 2017; un rol, ha dicho, que ha tenido un sentido: el de "preservar" la presidencia del gobierno catalán y que no fuera "moneda de cambio" en la negociación que ha habido en los últimos años con el gobierno español. "Todos los intentos de humillación han fracasado, también la extradición y los intentos de seducirnos con indultos y soluciones felices que sólo tenían el propósito de comprar nuestra tranquilidad personal", ha declarado Puigdemont, mostrándose convencido de que hasta ahora ha "mantenido la posición" y que la amnistía -a diferencia de las medidas anteriores- es una "condición necesaria" para resolver el conflicto político.
A su juicio, precisamente la negociación actual con el ejecutivo de Pedro Sánchez es lo que cambia el paradigma, para que, ahora sí, el regreso a Catalunya sea viable. "El acuerdo de Bruselas fija una nueva etapa para resolver el conflicto entre Cataluña y España", ha dicho: "Por primera vez podremos volver a trabajar sin la amenaza de la represión feroz", ha clamado. ¿Cómo? El expresidente ha subrayado el espacio de mediación establecido en Suiza con el PSOE: "No ha fallado ni una sola vez desde la investidura [...] no sé cuántas veces se ha reunido la mesa de diálogo", ha ironizado criticando a Izquierda. “Sin esa mediación internacional no me habría reunido ni con el PSOE ni con el PP. Estamos dispuestos a una negociación seria”, ha reivindicado. ¿Y qué quiere negociar Puigdemont, desde la presidencia de la Generalitat, con el Estado? Ha enumerado los "déficits del autogobierno", sobre todo en relación con la financiación, y también el "reconocimiento nacional" de Cataluña para hacer un referéndum de autodeterminación.
De hecho, Puigdemont no ha prometido durante su discurso ni implementar el resultado del referéndum del 1 de Octubre ni levantar la declaración de independencia, sino que ha presentado su candidatura como la oportunidad, de acuerdo con las nuevas condiciones que existen en Madrid, de realizar la consulta definitiva sobre el estado independiente. “Si lo proponemos es porque es tan posible como la amnistía. No existe ningún impedimento constitucional”, se ha mostrado convencido, además de añadir que si no hay avances en la vía de la negociación, “no se puede renunciar a alcanzar la plena independencia si ésta es la voluntad de los catalanes” .
Esta es la receta del expresidente para volver al Palau de la Generalitat en el 2024, ya que ha admitido que Cataluña no es la del 2017: por la pandemia, ha dicho, y por las crisis como la de la sequía o las guerras por la agresión rusa en Ucrania y las muertes en Israel y Palestina. Unos retos que cree que no se están afrontando con “liderazgo” desde el gobierno de Esquerra: “Liderar significa decidir, asumir la responsabilidad de asumir políticas y emprender proyectos complejos [...]. Con autoexigencia interna”, ha declarado. También se ha referido al "desánimo" ya la "desmovilización" que vive el independentismo y la "incapacidad" de los líderes del movimiento de "culminar" el 1-O. "Dejamos el trabajo a medias y en todos estos años no hemos sabido corregir la desunión y el enfrentamiento interno", ha aseverado, pidiendo a los electores una nueva oportunidad para "aprender de los errores", "hacerlo mejor" y " abrir una nueva fase política” después del 12-M.