Sánchez resiste el tsunami azul y deja a Feijóo muy tocado

El presidente español aleja el pacto PP-Vox pero depende de Junts para la investidura

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Pedro Sánchez haciendo su voto a primera hora de la mañana. — Pedro Sánchez, presidenciable del PSOE, votando a primera hora de la mañana. Ballesteros / EFE

BarcelonaPedro Sánchez volvió a hacerlo. Tras el tsunami azul del 28-M que dejó a la izquierda prácticamente sin poder municipal ni autonómico, después de un cara a cara desastroso que parecía enterrar todas las posibilidades de remontada y tras una campaña del PP, atizada también por sus terminales mediáticas, donde se pronosticaba un resultado histórico para Alberto Núñez Feijóo, Sánchez volvió a sacar la cabeza y a batir todos los pronósticos. Para hacerse una idea de la magnitud de la derrota de la derecha, hasta que el recuento alcanzó el 80% el PSOE se mantuvo por delante del PP en votos. Al final, la diferencia es mínima: unos 300.000 votos y poco más de un punto porcentual (33% a 31,7%). En escaños la victoria es algo más amplia, 136 a 122.

La victoria del PP resulta pírrica e inútil. Sus 136 escaños quedan muy por debajo de las expectativas y no llegan, sumando los 33 de Vox, a la cifra mágica de los 176. La ola azul ha muerto en la ribera de los 169, a los que solo podrían sumarse otros dos escaños: uno de UPN y uno de Coalición Canaria. Insuficiente en cualquier caso. La noche en Génova, donde desde las ocho de la tarde ya existían militantes preparados para vivir una noche histórica, fue larga y amarga. Muy amarga especialmente para Feijóo, que ve ahora comprometido a su futuro político. Una de las incógnitas que se abren a partir de ahora es si Isabel Díaz Ayuso dará el paso para descabalgar a Feijóo o le dará una segunda oportunidad. La decepción entre la militancia era sideral. Y habrá que ver también si ese resultado tan inesperado para ellos provoca algún tipo de contestación en la calle.

Hemiciclo de resultados de las elecciones generales 2023 (Congreso)

Fiesta en Ferraz

Por el contrario, en la sede de Ferraz la fiesta fue total. El PSOE resistió la embestida y aún ganó dos escaños respecto al 2019, hasta los 122. Y a su izquierda, Yolanda Díaz cumplió su misión, que era mantener vivo su espacio político y resistir a la opa hostil del PSOE con el voto útil: los 31 diputados de Sumar le aseguran seguir siendo un ingrediente imprescindible. Este 23-J puede afirmarse que Sumar también ha enterrado a Podemos. “La gente va a dormir esta noche más tranquila”, dijo Yolanda Díaz con la voz rota por la emoción.

Pero el protagonista de la noche sin duda era Pedro Sánchez. El político español más odiado por la derecha, más vilipendiado, más caricaturizado, más despreciado, ha convertido toda esta carga de odio en un auténtico bumerang que ha impactado en Feijóo. La clave del resultado del PSOE tiene varios factores. Catalunya es uno: el PSC arrasa y le quita un diferencial de 13 escaños al PP (19 a 6). Pero en realidad lo ocurrido este 23-J es que la izquierda se ha movilizado de forma masiva en lugares donde la derecha ya gobierna, como Andalucía o la Comunidad Valenciana, donde PP y Vox no lograron grandes ventajas. El motor de esta movilización sin duda debe buscarse en el miedo a la extrema derecha. Los pactos PP-Vox, y el temor a un gran resultado de la derecha, han actuado como revulsivo para llevar a miles y miles de votantes a los colegios electorales como un acto reflejo de autodefensa. Los estudios poselectorales servirán para aportar más luz a este fenómeno y ver si ha habido, por ejemplo, un efecto Barbie, es decir, un importante diferencial de voto femenino hacia la izquierda. "Hemos sacado más votos, más escaños y más porcentaje de voto que hace cuatro años", proclamó un Sánchez victorioso.

La encuesta de ARA

De hecho, ese miedo a los pactos PP-Vox ya lo habían detectado las encuestas antes de la campaña electoral. Por ejemplo, la que publicó ARA el primer fin de semana de la campaña, y que ha clavado los resultados. El caso es que ese sondeo era prácticamente el único, en un mar de encuestas, que pronosticaba que la izquierda resistiría y cerraría el paso a la derecha y la extrema derecha. Por eso no es demasiado atrevido afirmar que el triunfalismo del PP, buscando el efecto carro ganador, ha sido el principal error de la campaña de Feijóo. El efecto ha sido exactamente el contrario: movilizar al adversario. Y aquí los estrategas de Génova podrán señalar a Santiago Abascal y los suyos, que durante toda la campaña, y sobre todo con su programa electoral, encendieron todas las alarmas del electorado progresista. La extrema derecha sobrevive y tiene un espacio político consolidado, pero ahora mismo existen dudas razonables sobre si, con Vox en la ecuación, puede haber un gobierno conservador en España.

El PP insistió ayer en reclamar el derecho a formar gobierno como primera fuerza, pero los números no dan en modo alguno. Sin embargo, tras la euforia, Pedro Sánchez deberá encarar el reto de tejer una nueva mayoría para la investidura. No lo va a tener fácil, en parte porque con su estrategia de voto útil ha absorbido parte de los apoyos de sus potenciales socios. Sumar pasa de 38 a 31 y ERC de 13 a 7. En estos momentos, para la investidura Sánchez dependería de Junts (7), un partido que ha hecho campaña asegurando que sólo le apoyaría a cambio de las competencias para un referéndum. La hipótesis de una repetición electoral, pues, es perfectamente plausible.

Puigdemont aseguraba al ARA que no investigarían a Sánchez

Nogueras: "No vamos a investigar a Sánchez a cambio de nada"

En cualquier caso, la izquierda española ha salvado un match ball este domingo y ahora dispone de un tiempo extra para reorganizarse, mientras que la derecha deberá realizar un examen de conciencia muy profundo. Más o menos igual que el independentismo en Catalunya, que ha visto cómo el electorado le daba la espalda, especialmente en el caso de ERC. Sin embargo, la papeleta más importante la tendrá ahora Junts, que sabe que si bloquea la investidura de Sánchez se estará posicionando contra una amplia mayoría de catalanes. “No vamos a investir a Sánchez a cambio de nada”, advirtió Míriam Nogueras. Las contradicciones de un país tan complejo como Catalunya van a aflorar ahora más que nunca. Al igual que en España, todo sea dicho.

Hemiciclo de resultados en el Senado de las elecciones generales 2023