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El equilibrismo de Casado con Vox

MadridLa triple derecha vuelve a sumar fuerzas en Colón pero el líder del PP evitará hoy una foto de unidad con Abascal. Desde que relevó a Rajoy al frente del gran partido de derechas español, Casado no ha dejado de hacer equilibrios con Vox: desde endurecer el discurso para que la extrema derecha no le comiera terreno a moderarse, para después blanquearlos con los primeros pactos hasta partir peras en la moción de censura. La manifestación por los indultos, sin embargo, es un nuevo acercamiento del que recelan algunos barones.

Julio de 2018

Casado se impone a Santamaría y el PP gira hacia la derecha

“El PP ha vuelto. Hay que recuperar Tabarnia: ser un partido sin complejos que defienda la unidad de España”

Pablo Casado llegó a la presidencia del PP reivindicando el alma más a la derecha del partido. Frente a un Mariano Rajoy que muchos criticaban por no haber tenido iniciativa -y Soraya Sáenz de Santamaría significaba su herencia sobre todo “gestora”-, Casado se presentó como heredero de la escuela de José María Aznar y reivindicó volver a las “esencias” con un discurso “sin complejos”. El primer presidente español del PP lo bendijo, pero tres años después no deja de marcar distancias: Aznar cree que la actual dirección de Génova no ha sabido hacer el trabajo y evitar el auge de Vox. Casado se aferra de momento a la debacle de Cs.

Diciembre de 2018

Las andaluzas: el primer pacto con la extrema derecha

“Oigo a tanta gente hablar de Vox como partido peligroso... Tienen mi respeto y compartimos muchas ideas y principios”

Durante los primeros meses de tránsito en la dirección del PP, Casado hizo como si Vox no existiera. En octubre de 2018 evitaba definirlo asegurando que él no definía partidos -pero no tenía problemas para decir que Podemos era populista-. Todo cambió con las andaluzas y la necesidad de pactar con la extrema derecha: empezó la operación blanqueamiento.

Febrero de 2019

La foto de Colón consolida la unión de la triple derecha

“El tiempo de Sánchez ha acabado. No puede haber más rendición socialista ni más chantaje independentista. Hoy empieza la reconquista”

La unión de PP, Ciudadanos y Vox se consumó con la llamada “foto de Colón”, que hoy Casado quiere evitar reeditar. La imagen significó que había un bloque que podía hacer oposición a Pedro Sánchez -Casado copió el término “reconquista” de Santiago Abascal-, pero al mismo tiempo era la demostración de la gran derrota del PP: el centroderecha se había dividido en tres.

Abril de 2019

Vox ya es extrema derecha después de la derrota del 28-A

“En España solo hay un partido de centroderecha, el PP. Hay otro partido de extrema derecha que es Vox”

El primer gran cambio de discurso de Casado con Vox no tardó ni un año. Después del batacazo histórico del PP en las primeras elecciones generales de 2019, Génova interpretó que había sido un error copiar la estrategia de los ultras para evitar la fuga de votos. Por primera vez, en la rueda de prensa de valoración de los resultados, tildó a la formación de Abascal de extrema derecha -mientras señalaba que Cs era todavía socialdemócrata-. Empezó un viraje que duraría muy poco pero que Casado no ha dejado de recuperar de vez en cuando: cuando reivindica las siglas del partido como centroderecha.

Mayo de 2019

Las autonómicas obligan a volver a abrazarse a Abascal

“Defino a Vox como siempre: es un partido que se sitúa a la derecha del PP, y esto no es una calificación peyorativa”

En menos de un mes Casado cambió de parecer. Los resultados de las autonómicas y municipales lo obligaron a volver a abrazarse a Vox tal como había pasado en Andalucía. Si a finales de abril Abascal representaba la extrema derecha, el 27 de mayo era simplemente un partido más a la derecha que el PP y basta. Gracias a Vox y las alianzas con la triple derecha de Colón, Casado consiguió sacarse la espina de los males resultados de las generales y mantener feudos como la Comunidad de Madrid -además de recuperar el ayuntamiento- y Murcia. Si en abril Abascal era una líder que no quería gobernar, en mayo se quedó fuera de los gobiernos, pero permitió al PP liderar.

Noviembre de 2019

Génova ya suma por bloques habiendo recuperado votos el 10-N

“Los partidos de centro y derecha han tenido medio millón de votos más que los de izquierda e izquierda radical”

La repetición electoral de las generales dio un respiro a Casado, que consiguió recuperar 22 escaños gracias a la debacle de Cs. Vox, sin embargo, no dejó de crecer y los superó en Murcia y en cuatro provincias andaluzas. La campaña del PP se centró en ignorar a la extrema derecha y lanzar continuos mensajes para acaparar el voto de centroderecha. Pasados los resultados, se consolidó la política de bloques y Casado no tuvo problemas para sumar los de Vox y decir que habían superado a la izquierda.

Octubre de 2020

Rotura con Abascal a raíz de la moción fallida en el Congreso

“No somos equiparables, son muchas las diferencias. Decimos no a la España de varapalos, de blanco y negro, ira y miedo”

El presidente del PP es un hombre de discursos. Acostumbrado a la oratoria, puede defender A y B en una misma frase. Hace ocho meses sorprendió a todo el mundo rompiendo públicamente con Santiago Abascal desde la tribuna del Congreso. Un discurso durísimo para marcar distancias con la extrema derecha. Parecía que habría terreno para los pactos de estado y la renovación de órganos constitucionales, pero el bloqueo continúa y no han tambaleado los pactos autonómicos con Vox.

Mayo de 2021

La victoria de Ayuso y los indultos llevan a una reedición de Colón

“Me sorprende que se pregunte por quién se manifiesta. A mí lo que me daría vergüenza sería hacerme una foto con Bildu”

Si Casado consiguió la presidencia del PP con un discurso duro, ahora tiene una competidora: Isabel Díaz Ayuso. La presidenta madrileña fue la primera en decir que asistiría a la concentración de Colón y ha arrastrado a Casado, que ha intentado tener una estrategia doble con los indultos: la de la protesta pero también la recogida de firmas. La segunda, siguiendo la estrella de Rajoy, habría pinchado: en una semana solo ha recogido 100.000; con el Estatut fueron 800.000.

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