ERC y 'comuns' pactan los presupuestos de Catalunya a cambio de los de Barcelona

Junts responsabiliza a Aragonès del "fracaso" de la mayoría independentista

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El presidente, Pere Aragonès, y la líder  de los comunes, Jèssica Albiach, oficializando el pacto de presupuestos

BarcelonaLos presupuestos de Catalunya por los de Barcelona. Una vez la CUP se había retirado de las negociaciones esta era la resolución más probable si el Govern todavía aspiraba a superar el debate de totalidad sin el PSC y los comuns querían evitar los apoyos de los sucesores de Manuel Valls en el ayuntamiento de la capital. No ha sido, sin embargo, hasta el último momento que ha llegado la resolución. El president, Pere Aragonès, que durante el fin de semana se reunió con los comuns, ha convocado este lunes a primera hora al consejo ejecutivo para que validara el preacuerdo con los comuns –logrado por teléfono a las diez y media del domingo– y ha conseguido que Ernest Maragall acabara cediendo a pesar de haberse resistido al intercambio de cromos en Barcelona. "Ha acabado cuadrando a los consellers de Junts y también a Maragall", apuntan fuentes republicanas.

JxCat se desvincula completamente del acuerdo –ha remarcado que el pacto "no es con el Govern sino con ERC"– no cierra la puerta a acabarse oponiendo si el pacto con los comuns comporta "un giro de 180, 45 o 20 grados" en el rumbo, pero este lunes votará contra las enmiendas a la totalidad. "Celebro mucho la tramitación de los presupuestos", ha empezado el conseller, Jaume Giró, en su intervención en el pleno para presentar las cuentas en el que también ha lamentado que se haya quebrantado la mayoría independentista. El titular de Economía ha defendido las bondades de su proyecto para la reactivación social y económica y ha remarcado el aumento de más de 5.000 millones de euros que contemplan las cuentas gracias a los fondos europeos.

Los republicanos y los comunes han hecho un quid pro quo y desencallarán los proyectos en las dos administraciones, con Junts como invitado a una escenificación que este lunes todavía criticaba con vehemencia. Aragonès, en una comparecencia en la galería Gótica, ha oficializado el pacto aseverando que "mejora" el proyecto inicial y se ha mostrado convencido de que todos sus consellers "lo ejecutarán". A pesar del acuerdo con En Comú Podem, el presidente no ha dado por rota la mayoría independentista y ha asegurado que seguirá "trabajando" para que sea operativa. "Si ponen la Generalitat junto a la gente con un horizonte de autodeterminación, estaremos. Pero no nos encontrarán en los presupuestos de los macroproyectos y del turismo", ha respondido la diputada Eulàlia Reguant por la tarde desde el Parlament.

Por su parte, la líder de los comuns en la cámara, Jéssica Albiach, ha agradecido a ERC que haya acabado primando "el interés general". El preacuerdo que tienen este lunes es, poco más o menos, el mismo que tenían el viernes cuando registraron la enmienda a la totalidad. Entonces, sin embargo, faltaba Barcelona. Para que se acabe cumpliendo el pacto a tres bandas –como el del 2020–, todavía faltan los presupuestos del Estado que ERC continúa negociando después de que EH Bildu, con quien mantiene una alianza estratégica en el Congreso, ya haya anunciado que votará a favor.

Ante esta nueva correlación de fuerzas de la legislatura, Junts se reserva la opción de acabar rechazando los presupuestos –que ha elaborado uno de sus consellers–. "Es un fracaso para el independentismo y, especialmente, para Pere Aragonès", ha resumido Artadi, que ha vuelto a responsabilizar al presidente de no haber hecho bastante para convencer a la CUP y de haberse "lanzado a los brazos de los comuns". Junts ya ha reclamado una "reunión de urgencia y del más alto nivel" con ERC para definir cómo queda la mayoría independentista y ha sentenciado que el pacto con los comuns "debería tener consecuencias". ¿Cuáles? De momento no las concretan y, por parte de Aragonès, todo tiene que continuar igual porque las cuentas están "por encima" de las discrepancias entre Esquerra y Junts.

La portavoz y diputada de Junts, Elsa Artadi, durante la rueda de prensa en el Parlament

La clave barcelonesa

La otra partida este lunes se jugaba en Barcelona y así lo ha hecho patente el líder de ERC a la capital, Ernest Maragall. Los republicanos asumen "la contradicción" y modificarán su voto en el plenario de diciembre para abstenerse y garantizar la tramitación de las cuentas de Ada Colau. Ante las reticencias de Maragall, Albiach ha remarcado que ellos son "gente de palabra" y confían en que "el president Aragonès también es un hombre de palabra".

El líder de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, durante la rueda de prensa

Ernest Maragall entiende que esto no modifica su decisión de endurecer la oposición en Barcelona, que tenía en el rechazo a los presupuestos la principal demostración de fuerza y acusa a los comuns de haber usado la ciudad como "pieza de negociación" y de haberla "sucursalizado". La semana pasada, de hecho, había rechazado actuar en Barcelona en función de las negociaciones en la Generalitat en una entrevista en Aquí Cuní de La Ser: "¿Tan poca cosa valemos, que solo podemos tomar decisiones en función de si en el Parlament de Catalunya o en el parlamento español pasa según qué, o según qué con quién?", criticó entonces.

Y mientras desde las filas de los comuns han celebrado el levantamiento del veto al presupuesto de Barcelona, el PSC ha subrayado que el apoyo a la tramitación no nace de ningún acuerdo cocinado en el Ayuntamiento y ha acusado Maragall de haber "dilapidado" su credibilidad.

Un preacuerdo por desarrollar

En términos estrictamente presupuestarios, la oferta de Aragonès es similar a la que tenía la CUP sobre la mesa –la rechazó el sábado por insuficiente– y a la que los mismos comuns rechazaron el pasado viernes (cuando no había compromiso en Barcelona). Se desarrollarán los impuestos previstos en la ley del cambio climático –el impuesto sobre las emisiones portuarias de grandes barcos–, la ampliación del impuesto sobre las viviendas vacías o un nuevo tributo sobre alimentos ultraprocesados. También incluye el compromiso de internalizar el 061 y el 112, llegar a los 1.000 millones de presupuesto en políticas de vivienda y algunas inversiones en tranvías, red de Cercanías e impulso a la reindustrialización. No se habría cerrado, de momento, la introducción de un psicólogo y un dentista públicos, que era una de las principales reclamaciones de En Comú Podem.

Quien no retirará la enmienda a la totalidad será el PSC, a pesar de que probablemente lo hubiera hecho si el Govern no hubiera cerrado un acuerdo previo con los comuns, según explicaban ya este domingo fuentes socialistas. "Seguimos con la mano extendida, pero de momento no ha cambiado nada como para que podamos movernos de nuestra decisión", ha explicado la portavoz del PSC, Alícia Romero, que también ha explicado que "nadie" se ha puesto en contacto con ellos en las últimas horas.

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