La nueva legislatura catalana

ERC, un paso más cerca del acuerdo para investir Illa

Los republicanos exigen el concierto económico que los socialistas rechazan

El presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, estrechando la mano del líder del PSC, Salvador Illa.
13/07/2024
4 min

BarcelonaTras el 12 de mayo, Esquerra intentó desentenderse, hacia fuera, del papel clave que le habían otorgado las urnas. Su tesis era que debían ser el PSC y Junts quienes debían negociar porque habían ganado las elecciones y que ERC pasaba a la oposición. De hecho, el partido había repetido en campaña que sería muy difícil entenderse con el PSC de Salvador Illa porque tenían pocas cosas en común, empezando por la financiación autonómica que defiende cada uno. Ahora bien, este relato duró pocos días porque Esquerra designó a un equipo negociador para poner en marcha conversaciones con el PSC y también con Junts. A estas alturas, es con los socialistas con los que hay negociaciones más fluidas. De hecho, esta misma semana la secretaria general de los republicanos, Marta Rovira, que ha pedido una reunión frente a frente con el presidente español, Pedro Sánchez, para abordar la financiación de Catalunya, aseguraba que las negociaciones iban a "buen ritmo". Sin embargo, ahora mismo el PSC sigue cerrando la puerta a la principal condición de ERC: el concierto económico. Fuentes socialistas rebajan el optimismo de los republicanos y recuerdan que todavía falta concretar el grueso de la negociación. En su regreso del exilio, este viernes, Rovira volvía a focalizar en la independencia, asegurando que volvía "para terminar lo que habían dejado a medias". ¿Es esto incompatible con la investidura de Isla? En ERC opinan que no, siempre que Catalunya salga ganando, con el acuerdo.

La posición de los republicanos, públicamente, sigue siendo de máximos, es decir, defender que Catalunya tenga la llave de la caja. De hecho, es lo que pedirá la consellera de Economía en funciones, Natàlia Mas, al Consejo de Política Fiscal y Financiera del 15 de julio, donde quiere explicar ante todos los presidentes autonómicos la financiación singular que Esquerra pide para Catalunya. Ahora bien, desde la cúpula socialista catalana y también desde el ministerio de Hacienda no prevén ceder al respecto. Su posición pasa por desarrollar la Agencia Tributaria que prevé el Estatut. Esto implica, pues, que pese a que el PSOE esté dispuesto a sacar adelante un consorcio tributario compartido con la Generalitat, en ningún caso aceptarían que Catalunya saliera del régimen común.

De entrada, para Esquerra esta propuesta es insuficiente. Pero la clave será ver hasta qué punto la dirección del partido está dispuesta a aceptar una propuesta muy por debajo de su exigencia y si lo avalan las bases –un acuerdo debería someterse al veredicto de la militancia–. En estos momentos, entre los afiliados hay división: algunos consideran que el partido puede aceptar una reforma de financiación para investir a Isla, siempre que mejore las condiciones actuales, y otros defienden que la vía del PSC no es debería ni explorar. Incluso hay asambleas y cargos territoriales que defienden que primero debería explorarse la opción de Junts. Ahora bien, esta posición dista mucho de lo que defiende la cúpula republicana. Con el partido de Carles Puigdemont las conversaciones continúan, pero la dirección de ERC no focaliza los esfuerzos porque considera que es una vía muerta: para que Puigdemont sea investido, es necesaria la abstención del PSC y los socialistas no se la plantean.

Las demás peticiones para la investidura

El concierto económico es la principal condición para investir a Salvador Illa, pero los republicanos también quieren hacer entrar otras cuestiones a la negociación. El referendo no es una línea roja, aunque Esquerra mantiene que la carpeta del conflicto político debe abordarse. Marta Rovira decía el viernes que la estrategia del partido pasa por ganar "espacios de soberanía" para prepararse para volver a celebrar un referéndum. También piden avances en el ámbito de la lengua, sobre todo después de la suspensión que decretó el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) del decreto que debía proteger al catalán en las escuelas. El PSOE y ERC ya pactaron a finales del año pasado, cuando Pedro Sánchez se reunió con Pere Aragonès en el Palau de la Generalitat, sacar adelante una ley para garantizar el plurilingüismo para dirigirse a la administración general del Estado. Una norma que debía haberse aprobado antes de que terminara el primer periodo de sesiones en el Congreso –este mes de julio– y ahora mismo lo más caliente está en el fregadero.

En la carpeta de infraestructuras, republicanos y socialistas también negocian que la Generalitat pueda entrar en la gestión del aeropuerto, tal y como avanzó El Periódico, una cuestión que ERC ya planteó al gobierno español cuando se abordó su ampliación. Lo que querrían los republicanos es un modelo como el de Cercanías, en el que la Generalitat tenga mayoría en el consorcio compartido –aunque el Estado tiene derecho a veto–. Por otro lado, los republicanos también exigen a los socialistas mantener lo que llaman la obra de gobierno republicana. En la práctica, lo que significa es mantener determinados cargos intermedios que ahora mismo trabajan en la administración, así como no revisar la acción gubernamental realizada hasta ahora. Unas condiciones que los socialistas aceptan, aunque tendrán que acordar cuántos y qué cargos de los republicanos mantienen.

La estrategia unitaria independentista

Mientras ERC explora un entendimiento con el PSC para investir a Salvador Illa, hace dos domingos los republicanos también estuvieron presentes en el encuentro de Waterloo con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, además de miembros de la CUP, el ANC y Òmnium . El objetivo era establecer un frente común para defender la aplicación de la ley de amnistía tras el revés del Tribunal Supremo de no amnistiar a los condenados en la causa del 1-O por malversación. Tras el encuentro afloraron voces críticas con la estrategia de ERC que no comparten que los republicanos quieran tejer una mayoría con los socialistas para encaminar a Salvador Illa en el Palau de la Generalitat.

Esquerra asegura que es compatible negociar la investidura con el PSC y hacer un frente unitario para defender la amnistía. Ahora bien, el regreso de Carles Puigdemont se cierne en el ambiente y habrá que ver si finalmente el líder de Junts decide volver (a pesar del riesgo de ser detenido) y cómo impacta en la posición de los republicanos ante la investidura de Isla.

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