España vuelve 20 años atrás: ¿cuál fue la última vez que la inmigración fue el mayor problema?

BarcelonaLa inmigración es uno de los principales temas de debate político y, según el barómetro del CIS de septiembre, el primer problema para los ciudadanos del Estado. ¿Cómo se ha llegado a esta situación, que no se repetía desde 2006? Ahora son el 30,4% de los encuestados quienes dicen que la inmigración es "el principal problema", el doble que en julio (16,9%), mientras que en el 2006 el dato llegó a elevarse hasta el 59 %. Sin embargo, en estos 18 años los porcentajes han sido más bien bajos, pero en los últimos meses han estado marcados por el debate sobre la acogida de menores y la inmigración ilegal, con roturas de los gobiernos autonómicos entre PP y Vox por este motivo, el endurecimiento del discurso de los populares y el hecho de que se haya triplicado la llegada de inmigrantes a Canarias. Pese a la atención actual por la inmigración, en los últimos años las principales preocupaciones han sido el paro, los problemas económicos, la corrupción –sobre todo a partir del 2013–, la vivienda y también la independencia de Catalunya, sobre todo a raíz de la 1-O. La relación con el Estado también ha marcado las preocupaciones en el Principado.

Hay similitudes respecto a 2006 y la crisis de los cayucos, entonces con la llegada de 31.000 migrantes de golpe: "En el 2006 hubo una grandísima crisis, se habló de gran invasión de Canarias, el PP denunciaba el efecto llamada y pedía la dimisión de [el ex ministro de Interior] Alfredo Pérez Rubalcaba. La situación era similar a la de hoy y tiene que ver con la importancia que le dan los medios", explica al ARA el politólogo y director del Instituto de Ciencias Políticas y Sociales (ICPS) , Oriol Bartomeus. Donde hace hincapié es en que los datos no acompañan a la preocupación –siempre subjetiva– de los ciudadanos: según datos del ministerio del Interior, 33.481 personas han llegado por mar a España entre enero y agosto del 2024. Pero a lo largo de 2023 entraron 56.852 personas. De éstas, 55.600 llegaron por mar y, en concreto, 39.000 por Canarias. Esto supone que el pasado año ya hubo un aumento total de 25.600 inmigrantes irregulares que llegaron al Estado porque el año anterior entraron 31.219 recién llegados sin papeles. Todo ello además del récord del 2018, con 64.000 llegadas después de años de claro bajón a raíz de la crisis económica. En cambio, este julio un 16,9% de ciudadanos estaba muy preocupado, en mayo el 11,7% y un año atrás, en septiembre del 2023, sólo había un 5,7%.

En paralelo, también ha habido un crecimiento de la inmigración en general: mientras en el 2000 no había ni un millón de inmigrantes en el Estado, el número fue creciendo progresivamente hasta los 4,1 millones el 2006, si bien el principal salto fue en 2005, cuando alcanzó los 3,7 millones sumando 700.000 personas. Luego creció hasta los 5,6 millones de personas en el 2009 y se estancó por la crisis y no fue hasta antes de la cóvida que se recuperó esa cifra. En 2024, había 8,8 millones de personas residiendo en España que eran de origen extranjero, un 18,1% del total de la población. En Cataluña el crecimiento ha sido similar: del 2,9% de inmigración en el 2000 hasta el 16% en el que se encaramó en época de la crisis, que se estancó. Ahora, de los ocho millones de catalanes que existen ahora mismo, una quinta parte, más de 1,65 millones, son de origen extranjero.

Agenda mediática y política

Bartomeus añade que "el año pasado no estaba en la agenda mediática y ahora sí porque el PP ha puesto sobre la mesa el asunto de forma contundente y se ha apuntado Junts, también", además de Vox, que siempre ha priorizado el señalamiento en la inmigración. Sí constata que "se repite un patrón": "Hay gobierno socialista, un PP que se aprovecha del problema y unos datos que avalan [que hay un problema]–acentuada entre otras cuestiones por el colapso de rutas migratorias como la italiana–". Pero recalca que hay una diferencia: hace dieciocho años, el PP no tenía competencia política a su derecha y podía modular el discurso, pero ahora es Vox quien lleva la batuta antiinmigración.

Al mismo tiempo, el politólogo y consultor de la agencia Neula, Eli Gallardo, explica al ARA que es necesario entender la evolución debido a "una gota malaya que va calando y va haciendo un caldo de cultivo, que hace que las percepciones pesen más que la realidad" . En este sentido, apunta que las respuestas están condicionadas por el debate político y mediático en el que la oposición del PP y Vox en el gobierno español "ha conseguido posicionar los temas que más les interesa con un marco fácil de comprar". , marcado por la "sensibilidad emocional", exige posicionarse pese a las dificultades que implica rebatir el marco mental tras la relación entre inmigración e inseguridad que repite sobre todo la extrema derecha, porque tratarlo puede inducir a "fortalecer el marco" .

En paralelo, el profesor de ciencia política de la UOC Ivan Serrano Balaguer recalca que la encuesta "hay que ponerse en contexto" y que hay preguntas previas del CIS que "pueden condicionar" las respuestas, como una que pregunta si "las desigualdades existentes entre los países pobres y los países ricos son una de las causas que explican el aumento de la población inmigrante en países como España". Por otra parte, remarca que la inmigración vinculada a la inseguridad ya la situación económica "forma parte del debate político y hay partidos que hacen bandera" y causan que este tema esté presente mediáticamente.

La evolución de la preocupación en el Principado

En Cataluña, las encuestas del CEO han seguido una línea más matizada que el CIS: en 2006 también fue la inmigración la máxima preocupación, con el 33,6% de preocupados, aunque en los siguientes barómetros se situó en el 20%, ya partir de 2012 por debajo del 10%. Ese año era la principal preocupación sólo del 8% de los catalanes, y en el 2023, del 4%, en clara caída. Por el contrario, en julio de este año el 48% de catalanes consideraban que hay demasiada inmigración.