La legislatura catalana

Esquerra y Junts se encierran en Girona... por separado

Los dos partidos preparan el debate de política general, que se perfila clave para el futuro de la coalición

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Reunión del grupo parlamentario de Juntos en Girona para preparar el debate de política general

BarcelonaEl debate de política general es siempre una cita rodeada en el calendario porque marca el inicio del curso político en Catalunya, pero este año se dibuja como hito todavía más relevante: será la prueba de fuego para la continuidad de la coalición de Esquerra y Junts, puesto que el partido que preside Laura Borràs lo considera la clave de bóveda para decidir si sigue dentro del Govern. O este es el terreno de juego que ha marcado hasta ahora. Precisamente para preparar esta fecha los grupos parlamentarios de los dos partidos se han reunido en Girona esta semana, pero cada uno con sus diputados: Junts en Girona y Esquerra en Lloret de Mar. Han fijado las líneas maestras de las propuestas de resolución que quieren sacar adelante, puesto que es donde se plasman las políticas públicas que se desean hacer –y no siempre se cumplen– durante el curso político y también donde se prevé que se refleje un eventual acuerdo para reconducir las cosas en la coalición.

Ahora bien, las posiciones están alejadas y se ha constatado incluso en las ruedas de prensa posteriores que han ofrecido en el encuentro de los grupos parlamentarios. El presidente del grupo de Junts en el Parlament, Albert Batet, ha pedido a Esquerra "acelerar" el cumplimiento del acuerdo del ejecutivo, y ha situado el debate de política general como el "más importante de los últimos años" y como un "punto de inflexión" para hacer efectivos los acuerdos de gobierno que tienen que ver con el Procés. Ha citado la coordinación de los grupos en Madrid, la creación de una dirección del Procés para rehacer la unidad estratégica y que la mesa de diálogo –en la que Junts no está– sirva para negociar realmente la autodeterminación y la amnistía. Lo que no ha querido concretar es si, en caso de que no se cumplan estas condiciones, la dirección de Junts abogará por salir del Govern, lo que ya se han comprometido a someter a consulta.

Marta Vilalta, secretaria general adjunta de ERC, en una imagen de archivo.

Por su parte, Esquerra ha hecho hincapié en la necesidad de tejer "consensos", más allá del independentismo, y de garantizar la "estabilidad" del ejecutivo, que acusan a Junts de poner en juego con su planteamiento a pesar de la crisis económica que se prevé en otoño. En este sentido, ha pedido también a su socio de gobierno alejar al Parlament –que ahora preside Alba Vergés en funciones a raíz de la suspensión de Borràs– del "ruido" y de los "personalismos".

Una vez los grupos parlamentarios han fijado las líneas maestras del debate, tendrán que negociar entre ellos para llegar a acuerdos. Es habitual que los partidos que apoyan al Govern presenten la mayoría de las propuestas de resolución de manera conjunta y posteriormente busquen apoyos en los otros grupos. Esquerra y Junts tienen tres semanas para hacerlo y la negociación no ha empezado con buen pie: de momento afrontan la Diada divididos.

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