Feijóo queda triturado entre Sánchez y Abascal


BarcelonaPedro Sánchez se encuentra en una situación de debilidad parlamentaria evidente. Sin embargo, cada vez que el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, tiene una oportunidad por delante para acorralar al presidente español, por un motivo u otro acaba fracasando. Es lo que ha ocurrido este miércoles en el debate en el Congreso sobre el rearme europeo, en el que Feijóo se ha encontrado emparedado entre los ataques del líder de Vox, Santiago Abascal, y los del propio Sánchez, que ha mojado pan en lo que él llama el "pacto del Ventorro".
El líder del PP ya sabía, cuando ha subido a la tribuna, que Sánchez atacaría por este lado, por lo que ha intentado desmarcarse de Vox por su defensa de Donald Trump. Pero, en realidad, lo que estaba haciendo era mostrar su punto débil. Y ni Abascal ni Sánchez han tenido piedad y le han triturado. "La alianza de populares y socialistas en Bruselas, donde gobiernan juntos, lleva décadas debilitando a Europa", ha proclamado el líder de Vox antes de llamar "canciller Palpatine" a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y tras calificar de "teatrajo" la intervención de Feijóo. Incluso le reprochó el cambio constitucional pactado entre democristianos y socialistas en Alemania: "¿No tiene vergüenza de sus socios, señor Feijóo?", le espetó.
En otras ocasiones, Abascal ha sido más condescendiente con Feijóo y ha centrado sus ataques en Sánchez, pero no ha sido el caso de este miércoles. ¿Por qué? Pues porque Vox olió sangre, percibió la situación de debilidad del PP tras haber obligado a Carlos Mazón y al murciano Fernando López Miras a adoptar su discurso crítico con Europa. Y ahora su objetivo es crecer a expensas de los populares. Y por eso no tienen prisa en aprobar los presupuestos autonómicos que se están gestando en Murcia o Aragón. Saben que aún pueden tirar más de la cuerda.
En este contexto, era evidente que Sánchez tendría munición de sobra para lanzar a Feijóo. El PSOE es muy diestro a la hora de jugar con el calendario, y esta vez el pacto entre Mazón y Vox le ha venido como anillo al dedo al presidente español. "Nosotros no vamos a aprobar unos presupuestos negacionistas, machistas y antisociales como los que han pactado en Valencia", le ha dicho. "Usted está a las órdenes del señor Abascal. Si quiere ser creíble, rompa con la extrema derecha, no claudique con un pacto tan infame como el de Ventorro [en referencia al restaurante al que fue Mazón el día de la DANA]", ha continuado, antes de advertir del peligro de que este acuerdo se extienda a un hipotético gobierno español de .
El resultado del debate, pues, es el de un Feijóo completamente desdibujado como líder de la oposición, incapaz de llegar a algún tipo de pacto de no agresión con Vox, y rehén de los acuerdos de sus varones autonómicos con la extrema derecha. Ésta fue precisamente la situación en la que llegó a las elecciones del 23 de julio del 2023, cuando hizo corto. El objetivo indisimulado de Sánchez es recuperar terreno en las municipales y autonómicas de 2027 como previa de la previsible repetición del choque de 2023 entre él y Feijóo que tendrá lugar unos meses más tarde (si la legislatura aguanta). A Feijóo, por su parte, solo le queda esperar que la ola reaccionaria mundial le lleve también a él a la Moncloa, aunque sea al precio de tener que tener a Abascal en el consejo de ministros.