Feijóo: "Sánchez ha dimitido durante cinco días por pura estrategia electoral"
ERC y Junts denuncian voluntad de "interferir" en el 12-M y Sumar reclama "concreciones" al líder socialista
MadridMientras el PSOE respira aligerado y celebra la decisión de Pedro Sánchez de no dimitir, la oposición arremete con fuerza contra el presidente del gobierno español por haber mantenido en vilo a la sociedad española durante cinco días. Alberto Núñez Feijóo le ha acusado de estar haciendo "teatro". "Ha dimitido durante cinco días por pura estrategia electoral, judicial o ambas", opinó el líder del PP. Feijóo ha alertado de que con esta actuación que "divide a España en dos", Sánchez trata de "colar por detrás un cambio de régimen". "Quiere que los españoles dimitamos de la democracia", ha asegurado el líder del PP con tono grave en una rueda de prensa en la sede estatal del partido. Según Feijóo, el presidente del gobierno español trata de "engañar" a la ciudadanía para evitar la fiscalización y la crítica.
"Quien amenaza a la democracia española es quien pretende imponerle un proyecto de puro poder sin límites para no dar las explicaciones que la sociedad le está exigiendo", se ha vuelto Feijóo ante las críticas de Sánchez a las maniobras de PP y Vox , a quien responsabiliza de su amenaza de dimisión. El presidente de los 'populares' avisó de que el "comodín de la derecha y la ultraderecha" ya no le sirve. "No hay huida adelante posible", sentenció. Sin embargo, el líder del PP ha descartado impulsar una moción de censura porque no tiene una mayoría en el Congreso para conseguir que el líder socialista pliegue, pero ha asegurado que lo único que puede hacer Sánchez es "prolongar la agonía y la decadencia" de su proyecto.
La atribución de intenciones autoritarias a Sánchez hecha por Feijóo se alinea con el argumentario del ala dura del PP que encarnan a Isabel Díaz Ayuso y José María Aznar, que también han valorado el discurso. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha atribuido al jefe del Ejecutivo la pretensión de ejercer "el poder sin control y sin contrapesos". A juicio de la líder madrileña, Sánchez ha aprovechado este periodo de reflexión "para ver cómo atacar a los jueces, los partidos políticos y la prensa independiente" y ha considerado una "desvergüenza absoluta" que el secretario general del PSOE se presente como el abanderado de una supuesta regeneración democrática cuando "no ha hecho otra cosa en los últimos cinco años que perseguir al adversario político".
Por su parte, el expresidente del gobierno español y de los populares ha denunciado que Sánchez ha "vaciado la presidencia del gobierno de contenido institucional para ser suplantada por una comedia de caudillismo lacrimógeno". Según el actual presidente de la FAES, la explicación a esta actuación "desmedida" es que España está en una "situación materialmente ingobernable". Aznar criticó que el líder socialista pretenda presentar como una "crisis sistémica" la "simple" apertura de diligencias contra su esposa, Begoña Gómez. En este sentido, Feijóo ha insistido en que Sánchez es "capaz de utilizar incluso su intimidad para ganar tiempo" en la Moncloa. "Solo ama a sí mismo, el verdadero sentimiento que le ha movido es el miedo", ha asegurado Feijóo.
Quien también consideró "desproporcionada" la reacción de Sánchez es el presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte, quien enmarcó en la "normalidad" la investigación iniciada por un juzgado de Madrid contra Gómez. Guilarte, que la semana pasada hizo una propuesta para tratar de desbloquear la renovación del órgano que encabeza, admitió que este clima "no es muy propicio" para el acuerdo. Santiago Abascal, que ha tildado a Sánchez "de aprendiz de tirano" y "de amenaza a los disidentes", ha reclamado a Feijóo que rompa la negociación con el PSOE para renovar el CGPJ.
El líder del PP ha evitado situarse en esta pantalla y reunirá mañana a los grupos parlamentarios del Congreso y Senado para abordar la respuesta al movimiento de Sánchez. "No nos arrinconarán", ha advertido Feijóo, quien ha apuntado a posibles movilizaciones contra el presidente español.
Llamamiento a la concreción
Por otra parte, los socios de la mayoría plurinacional han reclamado concreciones a Sánchez sobre el compromiso que ha adquirido de impulsar una nueva etapa que deje atrás el barro del rifirrafe partidista. Por parte de Sumar, Yolanda Díaz ha anunciado un encuentro con Sánchez este mismo lunes para pedirle "llenar de contenido" ese "punto y aparte". Su vicepresidenta segunda se mostró partidaria de aplicar reformas, como la del poder judicial, para que se pueda renovar el CGPJ sin necesidad de llegar a un acuerdo con el PP.
También se lo ha pedido la líder de Podemos, Ione Belarra, que como otros socios como EH Bildu han instado a abrir de una vez por todas la promesa regeneración democrática. "Esperamos hechos y no sólo palabras. El momento es ahora", ha afirmado la portavoz de los aberzales en el Congreso, Mertxe Aizpurua. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, también ha exigido cambios en el poder judicial, si bien ha opinado que uno de los "menos importantes" es el que afecta a la renovación del CGPJ porque supone una batalla entre PSOE y PP.
Acusaciones de interferir en el 12-M
Más allá de la derecha española, también el independentismo ha cuestionado la actuación del líder socialista. Aragonés compareció visiblemente enfadado y denunció la "sobreactuación desproporcionada" de Sánchez, que achacó a una voluntad de influir en los comicios del 12-M. "Sin elecciones y campaña electoral, ¿hubiera pasado todo esto?", preguntó el presidente de la Generalitat y candidato de ERC, que consideró que los cinco días de reflexión han sido una "maniobra política" para marcar el inicio de la campaña.
Desde Junts, Jordi Turull también ha acusado a Sánchez de querer "interferir" en el 12-M con un "tacticismo electoral indigno". En una declaración institucional, el secretario general de la formación aseguró que es "una grave irresponsabilidad utilizar las emociones sobre el sufrimiento que representa un acoso mediático indigno" por "tacticismo". Según Turull, la forma de hacer el anuncio "demuestra el carácter electoralista de su maniobra".