La judicialización del Procés

La Fiscalía rebaja a la mitad la petición de prisión para los dos mossos que acompañaban a Puigdemont en Alemania

La reduce de tres años a uno y medio por un delito de encubrimiento y el juicio en la Audiencia Nacional queda visto para sentencia

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Los mossos Carlos de Pedro (izquierda) y Xavier Goicoechea (derecha) entrando en  la sede de la Audiencia  Nacional a San Fernando de Henares para el juicio por encubrimiento a Carles Puigdemont.

MadridLa Audiencia Nacional ha dejado visto para sentencia el primer juicio en España por el exilio de los líderes independentistas después de tres días de declaraciones relámpago –como mucho la vista ha durado una hora diaria e inicialmente estaba previsto que durara cinco días– con la decisión de última hora de la Fiscalía de rebajar la petición de pena a la mitad. El fiscal Emilio Miró ha explicado en las conclusiones finales que mantenía la acusación por un delito de encubrimiento contra los dos mossos que acompañaban al ex president de la Generalitat Carles Puigdemont cuando fue detenido en Alemania en 2018, pero que reducía de tres a un año y medio la petición de prisión, cosa que, si el juez lo aceptara, en la práctica no conllevaría el ingreso en la prisión porque sería una pena inferior a dos años sin antecedentes.

El ministerio público ha argumentado que, a pesar de la reducción de la pena, "el carácter reprochable de la conducta" se ha acreditado durante la vista oral. A su parecer, los dos mossos sabían que "prestaban su ayuda para evitar la ejecución de una orden europea de detención. "Lo hicieron intencionadamente", ha remarcado, según ha recogido la ACN. Para Miró, el hecho de que Puigdemont decidiera hacer el viaje de vuelta de Finlandia a Bélgica después de la reactivación de la euroorden de detención tenía como objetivo "evitar algún filtro en el que se pudiera detectar la identidad de esta persona y pudiera ser detenida". El trayecto hasta Bruselas, frustrado por la detención en Alemania, era de "más de 2.000 kilómetros" y con una duración de unos "dos o tres" días, ha remarcado.

Los dos mossos, Xavier Goicoechea y Carlos de Pedro, declararon el martes, al inicio del juicio, que se les pidió que fueran a buscar a Puigdemont a Suecia mientras estaban en Bélgica ayudando en las tareas del día a día en Waterloo aprovechando unos días de descanso. Ante el juez, aseguraron que en ningún momento hacían de escoltas y que su función era trasladar al ex president de la Generalitat cuanto más rápido mejor hasta la fiscalía belga para que se pusiera a su disposición después de la reactivación de la euroorden. De hecho, enfatizaron que cogieron siempre rutas rápidas, por autopista, y que en ningún momento escondieron que llevaran a Puigdemont. Este jueves, durante el turno de última palabra, los dos agentes han insistido en que había cuatro vehículos a su disposición en Waterloo pero que optaron por un Renault Space, el único vehículo que la Policía Nacional notificó a las autoridades alemanas para que los parara en la frontera con Dinamarca.

La obligación como servidores públicos

Para el fiscal, en cambio, el trayecto que escogieron en coche, comparado con la ida en avión, era "largo, dificultoso y anómalo" y evidenciaba la intención de "ayudar a eludir la orden" de detención emitida por la justicia española. "Tenían conocimiento de que existía una búsqueda de Puigdemont y había activa una euroorden", ha dicho Miró, que ha remarcado que, como policías, conocían cómo funciona. Además, ha enfatizado que como mossos no tenían la obligación de denunciarlo o detenerlo, pero que como servidores públicos se tendrían que haber "abstenido" de viajar con Puigdemont. Además, ha considerado "irrelevante" que pretendieran entregarlo a la fiscalía belga porque quien lo reclamaba era la justicia española. "Se dan todos los elementos" para considerarlo un delito de encubrimiento, ha concluido.

Finalmente, el abogado que defiende a los dos mossos, Cristóbal Limón, ha enfatizado en las conclusiones finales antes de que el juez dejara el caso visto para sentencia que cuando detuvieron a Puigdemont en Alemania "no era un prófugo" de la justicia española ni tampoco un "exiliado", sino un residente en Bélgica. Limón también ha subrayado que a las autoridades españolas "no les interesaba que se sustanciara en Bélgica" y "estaba claro que querían que se hiciera en Alemania". La defensa ha insistido en que los servicios de inteligencia españoles "tenían controlados todos los movimientos de Puigdemont" y que negarlo es "un insulto a la inteligencia". "Nada es casualidad, todo estaba planificado hasta el último detalle", ha dicho. Un testigo de la Policía Nacional insistió miércoles en que el Renault Space no tenía ningún dispositivo de seguimiento, a pesar de la investigación que hay en marcha por la detección de unas balizas en Bélgica.

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