¿Nos gobiernan políticos prefabricados?

La lista de líderes con una trayectoria inseparable de su partido es larga en España

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Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pere Aragonès

BarcelonaPedro Sánchez, 28 años de militancia en el PSOE (tiene 49); Pablo Casado, 17 (de 40). Pere Aragonès, militante desde los 16 años en las juventudes de ERC; Salvador Illa se convirtió en regidor con solo 21 años. La lista de líderes políticos con una trayectoria personal casi inseparable de su partido es larga. No son casos anecdóticos, sino que en las cúpulas de las formaciones abundan personas que han hecho de la política su profesión y han tenido una experiencia escasa o incluso nula fuera de este sector.

El politólogo Toni Rodón hace el siguiente retrato robot de lo que se podría llamar un político prefabricado: "Hombre, que ha estado en las juventudes y ha hecho carrera municipal –pero solo uno o dos mandatos–. Amigo del líder previo, lo que le da notoriedad. Con un perfil educativo medio o medio alto". La vinculación con el partido va más allá de la militancia, en la mayoría de casos estos políticos acumulan numerosos cargos de gestión y administración en la estructura orgánica de la formación que representan. Sánchez es secretario general del PSOE y había sido diputado en el Congreso y regidor en el Ayuntamiento de Madrid; Casado es el presidente del PP y ha sido vicesecretario general de comunicación, diputado en el Congreso, director de gabinete del expresidente José María Aznar y asesor del vicepresidente segundo en la Comunidad de Madrid; mientras que Aragonès obtuvo el acta de diputado en el Parlament con solo 23 años –antes fue portavoz nacional de las Joventuts d'Esquerra– y desde entonces siempre ha ocupado un cargo público. Los tres hace muchos años que participan en las decisiones de la cúpula de su partido.

"El capital político que tienen los líderes en España en la mayoría de los casos les viene dado por el partido. Es una característica española", expone Manuel Alcántara, catedrático en la Universidad de Salamanca y autor de El oficio de político. Para el experto, la profesionalización de la política es en buena parte consecuencia del parlamentarismo: "Llegan a la presidencia con el apoyo de un grupo de diputados, y responden a lo que sería la disciplina del partido". Según Alcántara, los partidos dan una "experiencia fundamental" a los políticos por lo que es "trabajar en grupo, empatizar con la gente" y "un conocimiento de las reglas de la política, de historia y estadística". Entre los inconvenientes, Rodón recalca que el partido no escoge la gente "más competente" sino la más "leal", y considera que perfiles que "han estado poco en contacto con la realidad" pueden errar en las políticas públicas.

No todos los expertos consultados aceptan el término "prefabricado", pero sí que admiten que los políticos de larga trayectoria en el partido tienden a tener más opciones de llegar a lugares de más poder dentro de las organizaciones, hecho que se confirma con la observación de la realidad. Los expresidentes españoles Mariano Rajoy, José Luis Rodríguez Zapatero, José María Aznar y Felipe González llegaron al poder después de un largo periodo en la sala de máquinas del partido. Y jefes del ejecutivo catalán como José Montilla y Artur Mas también serían ejemplos paradigmáticos. Los casos de Pasqual Maragall, que vivió enfrentado a buena parte de la cúpula del PSC, y de Carles Puigdemont, que llegó a president de forma sobrevenida, serían diferentes. Las excepciones: Quim Torra, figura independiente, y Jordi Pujol, que más bien fue el líder alrededor del cual se formó Convergència.

La politóloga Verónica Fumanal defiende que un líder "no se puede fabricar". "El liderazgo es un proceso, no te lo otorgan como un certificado", asevera: "Sin un grupo de personas que te sigan no hay liderazgo, y tiene que haber un componente de objetivo común entre el líder y sus seguidores". En el caso de Sánchez –a quien asesoró–, su liderazgo "ha evolucionado" desde que "consiguió que la militancia lo avalara en contra de los aparatos del partido".

La nueva política

Por definición, las generalizaciones no son ajustadas, y cada líder ejerce desde sus particularidades. Hay también numerosas excepciones en el político de aparato, como puede ser el líder de ERC, Oriol Junqueras, una rara avis en la actual estructura de partidos (llegó a ser el líder con solo unos meses de militancia). Unidas Podemos y Ciudadanos han aportado también sonadas excepciones. "El caso más interesante de individualización en la política fue Pablo Iglesias", dice recordando que en su primer salto a la política como candidato europeo, en 2014, "su foto estaba en la papeleta". El ex líder de Cs, Albert Rivera, también es un ejemplo de "presidencialización". Estos partidos, poco consolidados, se han sumido en un periodo de inestabilidad sin los mecanismos bien engrasados para fabricar futuros líderes y hacer valer sus siglas.

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