El hiperliderazgo de Sánchez emerge de nuevo con el apagón
La legislatura se centra en crisis, casos judiciales y cuestiones de estado que corresponden al presidente
MadridLa Moncloa se queda a oscuras. En cuanto se entera de que el apagón no sólo afecta a la presidencia del gobierno español, sino en todo el país, Pedro Sánchez rápidamente se traslada a la sede de Red Eléctrica. "Superman al frente de la nave. No existe ninguna reunión ni estrategia. Desde el primer momento, él toma el control en tono espectacular", explica un colaborador del jefe del ejecutivo del Estado. "Es sorprendente cómo mantiene la calma. A mí me salía el estrés por los ojos", comenta un ministro. La reacción de Sánchez el lunes no es nueva en una figura inevitablemente ligada a las crisis vinculadas a las emergencias y las catástrofes.
El hiperliderazgo de Sánchez ha vuelto a emerger esta semana gobiernos del líder socialista, que acumula una pandemia, una erupción volcánica en la Palma y la DANA del País Valencià como principales adversidades, pero, respecto del resto es que el origen del cero eléctrico en la península Ibérica es todavía una incógnita que añadió dificultades a la hora de dar explicaciones. comparecer. "La magnitud de la crisis hace que naturalmente tenga que ser el presidente del gobierno quien dé la cara", subraya un alto cargo de la secretaría de estado de Comunicación. "Se tiene muy claro desde el principio", añade. Eléctrica envía un primer mensaje a la ciudadanía a mediodía. Pero Sánchez no comparece hasta seis horas después del apagón, lo que da alas al PP para hablar de "apagón informativo". Desde la Moncloa niegan la acusación, aunque admiten que el presidente sale cuando tiene un mínimo de información. Antes de las 18 h del lunes, no ha hablado ni el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ni la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen. De hecho, sí habló desde Bruselas su antecesora, Teresa Ribera, quien a diferencia de la línea oficial de la Moncloa, niega que haya indicios de un ciberataque.
Transcurridos unos días, se prevé que Aagesen gane protagonismo en la faceta comunicativa. Ya lo hizo en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros extraordinario del miércoles y lidera ahora el comité de investigación que se ha creado para encontrar las causas del negro peninsular. La vicepresidenta tercera del ejecutivo del Estado se incorporó el pasado noviembre con la salida de Ribera a la Comisión Europea y es prácticamente una desconocida para la ciudadanía. Con todo, será Sánchez quien comparezca el próximo miércoles en el Congreso para rendir cuentas del apagón.
En el gobierno español dan por hecho que se tardará tiempo en esclarecer sus causas y, de nuevo, esta falta de detalles es la principal debilidad para el presidente español de cara a esta sesión en la cámara baja. "A diferencia del PP, no tenemos nada que ocultar ni una versión interesada en dar. No nos lo vamos a inventar", dejan claro desde el ejecutivo, si bien algunas voces dejan caer que la respuesta final sobre el apagón puede acabar siendo "más prosaica" y apunte a un error humano. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, llenará de interrogantes a Sánchez, que esta vez lo tiene más difícil para descargar contra la formación conservadora. Por el momento, el gobierno español ha situado el dedo sobre las empresas avisando de que defienden sus intereses particulares por las indemnizaciones que están en juego y algunos ministros, incluso, han acusado al PP de "trabajar directamente" por las eléctricas.
El gasto en defensa
El pleno del miércoles en el Congreso ya estaba previsto hacía días, pero para que Sánchez contara el plan de inversiones en defensa que también él mismo presentó en la Moncloa hace dos semanas. Ambos debates se superpondrán. La coincidencia en poco tiempo de estos dos grandes frentes ha reforzado aún más la imagen de hiperliderazgo de Sánchez y su equipo son conscientes de ello. "No hay estrategia de potenciarlo", aseguran, sino que se trata de cuestiones que afectan al gobierno prácticamente entero y, por tanto, debe liderar al presidente, anotan. Además, se suma su carácter: "No hay ningún problema que no esté sobre su mesa. Asume todos los problemas. Podría haber dejado que se quemara [la ministra de Defensa, Margarita] Robles, pero no", apuntan desde la Moncloa en referencia al gasto militar. En este sentido, el miércoles Sánchez tendrá que dar la cara también por la crisis de los contratos con empresas israelíes que, de momento, el apagón le ha permitido sortear.
Las guerras en Ucrania y en Palestina han propiciado el hiperliderazgo del presidente español, como varios casos de emergencias, pero también el contexto judicial que rodea su figura. El apagón se produjo poco después de que la Audiencia de Badajoz diera a conocer el procesamiento del hermano de Sánchez, David Sánchez, por una supuesta adjudicación a dedo del puesto de trabajo que ocupa en la diputación extremeña. En contra de las decisiones judiciales, el gobierno del Estado reiteró que forma parte de la "máquina del barro" que en última instancia quiere destruir al presidente, en la misma línea que la causa abierta contra su esposa, Begoña Gómez, y la del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
Hace poco más de un año de esos llantos de los dirigentes socialistas durante un comité federal excepcional, con la militancia entregada ante la sede del PSOE en la calle Ferraz. Sánchez se había tomado cinco días para reflexionar sobre su continuidad al frente de la nave tras conocerse la imputación de Gómez, con el argumento de que el supuesto lawfare contra su entorno había llegado al límite. Aquel episodio ilustró con nitidez la dependencia del PSOE hacia un líder que siempre busca cómo darle la vuelta a una crisis para convertirla en una oportunidad. "Se anima ante las crisis. Esto es evidente", concluye un ministro.