La influencia en Vox de El Yunque, el Opus y el anti-Francisco Robert Sarah
La extrema derecha española tiene fuertes lazos con los sectores católicos ultraconservadores
BarcelonaCon la muerte del papa Francisco emergieron las condolencias, también del líder de Vox, Santiago Abascal. De modo muy conciso, se unió a "las oraciones de millones de católicos por el alma de Francisco"; nada que ver con el agradecimiento a Benedicto XVI cuando murió, con alabanza a su llamamiento a "ser minorías creativas que fermentan la sociedad con bien" y su "amor a España". Vox combatió a Francisco en su mirada de la inmigración y la pobreza, con la que el Papa avisó a los líderes mundiales. Por eso, Abascal llegó a tacharle de "ciudadano Bergoglio" y ha confraternizado con críticos como el cardenal ultraconservador enemigo de Francisco, Robert Sarah. De hecho, el partido tiene cargos vinculados a la organización secreta ultracatólica El Yunque, con inicios paramilitares, y la ultraconservadora Opus Dei tiene bastantes cargos. ¿Qué entramado católico condiciona Vox?
Los vínculos con el ultraconservadurismo los explican expertos como Santiago Mata, autor de libros como Vox y el Yunque (Amanecer, 2021), y les lamentan críticos que han abandonado el partido, mientras que desde Vox le restan importancia: "La relación es más directa con el propio Abascal, que se ha criado [políticamente] en este ambiente. Pero eso no quiere decir que sea un títere", asegura Mata en conversación con el ARA. El Yunque pretende instaurar con su influencia "el reinado de Cristo", está en las antípodas de la apertura del papa Francisco y la propia Iglesia hizo un informe y un aviso a los fieles para que no participaran en sociedades secretas como ésta.
Mata apunta que "Abascal no es miembro de El Yunque, sino que el problema es más grave, de mentalidad", ya que cree que el líder ultra ha copiado el modelo "convirtiendo al partido en una sociedad secreta que es incompatible con la democracia" porque "ha mamado esta filosofía" desde los inicios " para que fuera el presidente del partido, cuando eran mil afiliados y se había marchado Alejo Vidal-Quadras". Y eso le impregna de secretismo, hace que actúe con un "núcleo duro" de confianza al margen de la formación, donde actualmente se encuentra el clan de los Ariza –Julio y Gabi, tótems de la comunicación– y Kiko Méndez Monasterio, comandado por Abascal.
Del Opus a los líderes
Por otra parte, fuentes críticas de Vox relatan cómo en el partido "hay un componente religioso" y un peso destacado del Opus, sobre todo en Catalunya. También denuncian el peso de Julio Ariza, vinculado con el ultraconservadurismo. Por su parte, fuentes de Vox aseguran que El Yunque "no tiene influencia" en el partido, más allá de que el concejal barcelonés Liberto Senderos ha sido acusado de ser miembro de la secta y que él "nunca lo ha negado". En cuanto al Opus, pese a que hay miembros clave como el secretario general, Ignacio Garriga; el líder en Bruselas, Jorge Buxadé, o el propio portavoz en el Parlament, Joan Garriga, desde la formación recalcan que la prelatura –rebajada por el papa Francisco– "no actúa corporativamente, hay gente de todas las tendencias y que es individual" con las instrucciones a sus miembros. Por su parte, Mata apunta que no es muy relevante la presencia del Opus porque no actúa como un blog y añade que el impulso ultraconservador también se ve con los ataques del partido al cardenal José Cobo por la resignificación del Valle de los Caídos.
Al mismo tiempo, el gran admirado en Vox es el cardenal Sarah, enemigo del papa Francisco. Sobre todo por la posición antiinmigración: "Tiene una opinión más parecida a la nuestra porque ha sufrido mucho el islamismo", dicen fuentes del partido. Si bien se reunieron y muchos de ellos les gustaría como papa, relatan que la dirección lanzó la "instrucción" de no hacer ningún comentario contra Francisco después de la muerte –a diferencia de Aliança Catalana– ni favorable a ningún cardenal para evitar una dinámica electoralista. En cualquier caso, admiten que las críticas de Francisco en inmigración causaron malestar.
El entorno de El Yunque
La agitadora de campañas ultras Hazte Oír, por ejemplo, es una organización vinculada a El Yunque, tal y como acredita Mata. "Le apoyó [a Vox], le llevaron a congresos, incluso sus ruedas de prensa fueron retransmitidas por estríming de Hazte Oír". A su juicio, El Yunque "ha hecho favores" a Abascal, no cree que esté "manipulado", pero sí "les agradece". La secta pretende "influir" a favor de su agenda ultra y, de hecho, sigue apoyándole, pese a algunos tira y aflojas para que endurezcan más el discurso.
Mata aún revela más vínculos: los exdirigentes Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio "tenían una relación cercana a El Yunque". Santi Ribas, exjefe de campaña de Monasterio en Madrid, es de El Yunque, según el experto. Pero estos vínculos llegan a medios de comunicación afines a Vox: el propio propietario de El Toro TV –heredera de Intereconomía–, Julio Ariza, recordó en una entrevista en el canal que supo que "personas que trabajaban en aquella Intereconomía pertenecían a El Yunque" y que "algunos de ellos lo reconocieron, como Marcial Cuquerella o Luis Losada". Son dos nombres de propagandistas de Vox vinculados al canal de televisión ultra 7NN, que quebró hace dos años y que tuvo el primero como director ejecutivo y el segundo como presentador. Ariza negó cualquier relación con la secta y dijo que había avisado a los empleados de que no utilizaran el medio para sus intereses. Sí tuvo palabras amables para el Opus, si bien estuvo vinculado sólo desde los 14 hasta los 18 años: "Es la institución que mejor representa la doctrina y la formación de la Iglesia católica", dijo.