El reconocimiento de Palestina

¿Por qué Junts pasa de puntillas sobre el reconocimiento de Palestina?

El partido es mayoritariamente proisraelí, pero Netanyahu y sus aliados le sitúan en una posición incómoda

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El cabeza de lista de Junts en Europa, Toni Comín, este jueves

BarcelonaJordi Pujol visitó oficialmente a Israel como presidente justo después de que España reconociera este estado en 1986. Basta con remover la hemeroteca del año 1987 para palpar la admiración que en ese viaje el líder de CiU quiso transmitir al sionismo, una actitud que contrastaba con el “frialdad” –en palabras de las autoridades israelíes de aquel momento– que reinaba en las relaciones diplomáticas con España. Y es que en la tradición de CDC –y también en el nacionalismo catalán–, a diferencia del conjunto de España, siempre ha predominado un reflejo con el pueblo de Israel como ejemplo de construcción nacional. Una tradición que ha sido heredada mayoritariamente por Junts y que ahora, con la matanza indiscriminada de palestinos en la Franja de Gaza, sitúa al partido en una posición incómoda. Y más esta semana, que España ha reconocido a Palestina como estado. Un movimiento que, por otra parte, parecería que un partido autodeterminista como Junts debería aplaudir. Pero, ¿por qué pasa de puntillas?

Fuentes de la formación consultadas por el ARA aseguran que la sensibilidad mayoritaria dentro de Junts sigue siendo la proisraelí. Y, aunque defienden la solución de ambos estados, consideran que ahora no era el momento de reconocer a Palestina. A su juicio, esto sólo debería darse si Hamás reconociera el derecho del pueblo de Israel a existir. "Tiene que haber un reconocimiento mutuo", señalan. Sin embargo, los aliados que ahora mismo exhibe el gobierno de Benjamin Netanyahu no ayudan a que Junts se oponga abiertamente al reconocimiento: citan la reunión de esta semana del primer ministro israelí y el líder de Vox, Santiago Abascal.

“Salir a defender a Israel ahora es antipático”, admite el presidente de la sectorial de internacional de Junts, Joan Maria Piqué, que discrepa de lo que está haciendo Netanyahu pero considera que el debate en España y en Cataluña está “monopolizado” por la "propaganda" de Hamás. “No hay sitio para las posiciones matizadas”, dice, y considera que se pone poco énfasis, en lo que se refiere al debate público, en el ataque terrorista del 7 de octubre de Hamás o en que también siga atacando a Israel (pero sin víctimas mortales gracias al escudo protector). Por este motivo, Junts ha optado por no entrar demasiado en el debate, escudándose en que hacerlo sería hacerle el juego al presidente español, Pedro Sánchez, al que acusan de intentar rentabilizar a Palestina en las elecciones europeas . De hecho, la reacción la centralizó Puigdemont criticando la “hipocresía” del gobierno español por no reconocer a Kosovo ni al pueblo saharaui, y ser aliado con Turquía ante los kurdos.

El debate interno

Sí que Victoria Alsina, actual concejala de Barcelona y exconsejera de Exteriores, se ha opuesto públicamente a la ruptura de las relaciones institucionales del gobierno de Jaume Collboni con Israel. Alsina, pese a que tampoco le gusta Netanyahu, considera que poner fin a la diplomacia no ayuda a "construir la paz" y reprocha a Collboni que "actúe como un altavoz de las políticas de la Moncloa". Alsina ya protagonizó, cuando era consellera, un enganche con Esquerra relacionado con Israel: había iniciado los trámites para abrir una delegación en ese estado y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, lo frenó. Dentro de Junts el grueso del partido sigue siendo prosionista, pero ya no es una formación monolítica en este sentido como era CDC. Existen figuras concretas, provenientes de otras tradiciones más de izquierda, que discrepan y tienen una posición más propalestina. Es el caso del cabeza de lista el 9-J, Toni Comín, y la número dos, Neus Torbisco, lo que genera tensión en los sectores más proclives a Israel dentro de Junts, así como el hecho de que no se tuvieran en cuenta otras sensibilidades a la hora de realizar las listas de las europeas. Pero aún enervó más un mensaje de la número dos de Puigdemont el 12-M, Anna Navarro, en las redes sociales: una imagen simbolizando un campo de Rafah con el mensaje “Holocausto” y la pregunta “¿Estarás callado?” redactada en inglés.

Imagen extraída de las redes sociales

También otras personas han mostrado su "decepción" con el partido, y con entidades como Òmnium o la ANC, porque no las consideran suficientemente activas en el movimiento social de solidaridad con el pueblo palestino. Ahora bien, según el Centro de Estudios de Opinión, la mayoría de votantes de Junts no tienen una posición definida al respecto. Un 34% dicen que no tienen simpatía por ninguno de los dos bandos, un 30% se muestra favorable a los palestinos, un 20% a ambos y un 12% a los israelíes. Unas cifras similares a la población catalana en general: el 38% no siente simpatía por ningún bando, un 34% por los palestinos, un 15% por ambos y un 6% por los israelíes.

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