¿Qué es Junts?

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El grupo parlamentario de Junts en el Congreso de Diputados, capitaneados por Míriam Nogueras.

BarcelonaDespués de oír a los portavoces de Junts justificar su no a limitar el precio del alquiler de temporada, parece que se debe a dos motivos: castigar al presidente español, Pedro Sánchez –"no votaremos nada que no esté pactado", dicen desde el partido–, al tiempo que expresar una posición ideológica. De hecho, su posicionamiento no es nuevo: aunque en el Parlament van avalar la limitación del precio alquiler en el 2020 –en ese momento el presidente de la Generalitat era Quim Torra y el secretario general de Junts, Jordi Sànchez–, en el 2023 Junts ya se opuso a la ley de vivienda estatal y este mismo verano a regular los alquileres de temporada en un decreto aprobado in extremis por el gobierno de Pere Aragonès. Un cambio de posicionamiento en relación con las políticas de vivienda que liga con un desplazamiento de Junts hacia el centroderecha (también en otros ámbitos).

Desde el congreso de Hospitalet de 2022 que el sector más liberal del partido ganó peso: ese día sacaban pecho de introducir la supresión del impuesto de patrimonio y sucesiones, además de la rebaja del IRPF , en la ponencia ideológica del partido. El propio Carles Puigdemont asumió estos postulados como cabeza de lista en las elecciones del 12 de mayo, y defendió, además, que éstas serían las primeras medidas que tomaría si era presidente. De hecho, cuando en esta última campaña catalana se preguntaba a Junts explícitamente por la regulación de los alquileres, ya se mostraban en contra, al considerar que era ineficaz para bajar los precios.

Su receta en vivienda, de acuerdo con el programa con el que se presentó Puigdemont en las últimas elecciones, era: "la colaboración público-privada para ampliar el parque de vivienda de alquiler asequible"; "ofrecer incentivos fiscales a los propietarios de viviendas que los alquilen a colectivos vulnerables", o que la administración sea "avaladora de la entrada en la compra de una vivienda para los menores de 35 años". Es decir, recetas liberales o de centroderecha, que es hacia dónde se ha movido Junts en los últimos tiempos también en la seguridad –insistiendo en abordar la multirreincidencia–, los empleos o la regulación de la inmigración.

El frente patriótico

Ahora bien, ¿es compatible esto con el "frente patriótico" en el que el entorno de Puigdemont quiere convertir Junts? El partido afronta el fin de semana del 27 de octubre un congreso para definir su rumbo, en el que existe una ponencia para hablar sobre el modelo de país en el que aflorarán las distintas sensibilidades ideológicas de la organización. A diferencia de lo que ocurrió en L'Hospitalet hace dos años, cuando los liberales se sintieron triunfadores, los sectores que se reivindican de izquierdas dentro de JxCat quieren que el partido "no se defina" en el eje derecha-izquierda y hablan de "deriva liberal inaceptable" la pasada legislatura en el Parlament. "La prioridad debe ser la independencia", dicen estas fuentes, y defienden abiertamente mantenerse en la ambigüedad (al menos sobre el papel).

Probablemente saben que, si votaran qué debe ser Junts en términos ideológicos, quedarían en minoría dentro de la formación. Ahora bien, ahora esta minoría espera ganar influencia: no cuentan con la mayoría de diputados, pero tienen el favor del máximo tótem de Junts, Puigdemont, que fichó personalmente a Agustí Colomines y Ennatu Domingo en las listas del 12-M y ahora les ha incorporado en la dirección del grupo parlamentario. ¿Qué es Junts? Dependerá del rumbo que fije Puigdemont en octubre.

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