¿De qué le ha servido a Salvador Illa el "gobierno alternativo"?

BarcelonaEl 6 de junio del 2021, y tras ganar las elecciones catalanas sin posibilidad alguna de gobernar, Salvador Illa reunió a su grupo parlamentario en el Palau Requesens de Barcelona y les puso deberes para la legislatura entrando: serían los consejeros y secretarios técnicos de un "gobierno alternativo" (a semejanza de los shadow cabinete británicos) al ejecutivo que acababan de constituir Esquerra i Junts, con Pere Aragonès al frente. No era una idea novedosa en la política catalana: ya lo había puesto en práctica el presidente Pasqual Maragall contra el ejecutivo de Jordi Pujol, al que ganó en votos pero no en escaños en el 2000, y que mantuvo hasta el 2003. Luego vino el primer tripartito.

El aire oficialista que el PSC dio a su gobierno alternativo enseguida llevó a algunos usuarios de las redes sociales a hacer mofa. También se burlaron algunos partidos de la oposición y Esquerra: el viceconsejero Sergi Sabrià acusó a los socialistas de tener un "gobernillo" que "nadie entiende exactamente qué es" y el presidente Pere Aragonès les reprochó que no tuvieran un " plan alternativo" para Cataluña en la agenda de Pedro Sánchez. Más allá del hemiciclo, el gobierno alternativo (o GAC, como lo llaman en las filas socialistas) también ha tenido sus momentos de gloria en el programa de TV3 Polonia.

Después de casi tres años de reuniones ordinarias quincenales y con todas las encuestas de cara, los socialistas ríen por debajo de la nariz cuando se les habla de estas críticas. Fuentes consultadas por el ARA consideran que, en cierto modo, todo ello les ha ayudado a darse a conocer ya que la existencia del gobierno alternativo se reconociera fuera del perímetro socialista. "Cada uno que haga lo que debe hacer. Ya nos veremos en las urnas", comenta una voz de la ejecutiva, que incluso considera "simpática" la aparición del ejecutivo a la sombra de Illa en el Polonia.

Hacer territorio

El objetivo inicial del gobierno alternativo, explican fuentes del grupo parlamentario, era encontrar una forma efectiva de organizar el trabajo como oposición, proyectarse públicamente como una "alternativa" al independentismo y marcar perfil en temas sectoriales como las grandes infraestructuras, la sequía, la lucha contra la inflación y las listas de espera en salud y dependencia. Dirigentes presentes en esa primera reunión recuerdan la "serie" con la que Illa les hizo el encargo. La idea surgió del líder del PSC, entonces recién aterrizado del ministerio de Sanidad, aunque desde el partido contactaron con personas que habían formado parte del de Maragall para darle forma: Andreu Morillas, Josep Maria Carbonell y Josep Maria Vallès. En su reciente visita al Reino Unido, Illa ha cerrado el círculo reuniéndose con cuatro miembros de gabinetes en la sombra británicos y escoceses.

En casi tres años, Illa y su equipo han hecho 50.000 kilómetros por toda Cataluña en 474 visitas a 186 municipios; los diputados socialistas han mantenido interlocución permanente con sectores económicos y sociales y, cuando ha sido necesario, se han ofrecido a trasladar demandas con la línea abierta con la Moncloa. Illa se ha paseado por todo el territorio catalán como presidenciable 'alternativo' que ahora, ya en campaña, su equipo apuesta por potenciar. "Para gobernar, primero tienes que creerlo", explica una dirigente del PSC que no forma parte del gobierno alternativo. Y es que el trabajo preparatorio de los 120 informes que ha aprobado el grupo socialista bajo este paraguas les ha servido para calentar motores para el 12-M con el territorio y la sociedad civil. Además, Illa ha viajado a Madrid, País Vasco, Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Aragón, Andalucía, Cantabria, Castilla y León, Galicia y Extremadura.

¿Ha tenido utilidad práctica?

¿Esto tendrá impacto en los resultados de las elecciones del 12 de mayo? Fuentes del partido reconocen que "todo ayuda" y que los sectores agradecen que se les escuche y poder dejar su "huella" en documentos políticos. ¿Estos documentos han tenido alguna utilidad práctica? Otras fuentes del grupo argumentan que algunos se han transformado en proposiciones de ley (por ejemplo, para crear un fondo agrario o sobre las personas mayores), mientras que otros han ido directamente a los presupuestos de 2023 gracias al pacto con el Gobierno de ERC o al pacto de los del 2024 –en este caso, sin efectos porque los tumbó el Parlament.

Pero, como el Gobierno de Aragonès, el ejecutivo alternativo de Salvador Illa también termina la legislatura con asignaturas pendientes. Una es la propuesta de una nueva ley electoral catalana, que se conjuró a trabajar y que no ha llegado a concretarse. También tenían que hacer una propuesta de financiación para Catalunya: ahora los socialistas chutan el balón adelante y se instan a presentarlo en campaña, aunque desde el partido alertan de que se trata de un tema complejo y que hay que negociar en los espacios multilaterales de las comunidades autónomas.