La protesta en Ferraz se deshincha al día siguiente de los altercados más graves

MadridEl españolismo volvió a concentrarse anoche ante la sede del PSOE de Ferraz en Madrid, pero lo hizo de forma mucho menos numerosa y, a diferencia de los dos últimos días, que acabaron con batalla campal, la jornada se saldó sin incidentes al cierre de esta edición. La condena explícita a las acciones violentas que habían realizado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y de forma más tímida el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, o el llamamiento de Vox a una "movilización pacífica", aunque responsabilizar de la violencia al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, parece que tuvieron efecto.

La prueba más evidente es que algunos de los concentrados expulsaron a manifestantes que llevaban la cara tapada con un pasamontañas o reaccionaron con gritos de “ Fuera, fuera, fuera” o “La violencia no nos representa” cuando llegó un grupo con estética ultra. Otros utilizaron un megáfono para realizar un discurso improvisado pidiendo calma a los presentes para no dar excusas a la policía para cargar. “Habéis conseguido dividirnos”, reprochaba una manifestante a los agentes de la Policía Nacional que custodiaban la sede del PSOE.

Y es que la protesta perdió fuerza después de los disturbios. Que hoy sea festivo en la capital española en conmemoración del Día de la Almudena, patrona de Madrid, no espoleó la movilización. La Delegación del gobierno español cifró en 1.500 las personas que se reunieron en el cruce de Ferraz y Marqués de Urquijo. Una cifra que queda muy lejos de las 7.000 personas que se congregaron en la noche del martes –en lo que ha sido, de momento, la concentración más multitudinaria contra las negociaciones de Pedro Sánchez con los partidos independentistas para acordar la ley de amnistía– o, incluso, de las 3.800 del lunes.

Aunque algunos ultras, con la cara tapada y entonando cánticos franquistas, se situaron en la primera fila de la concentración a medida que avanzaba la noche, acabaron marchando y la policía les fue alejando de la sede socialista. Eran poco más de cincuenta.

En medio de ese clima enrarecido y con reproches entre los manifestantes, lo que no cambió fueron los cánticos. Se volvieron a escuchar consignas como “España no se vende”, “Puigdemont en prisión” o “Que te vote Txapote”.

Ampliar la protesta

Los colectivos de ultraderecha que participan en las concentraciones de Ferraz ya avisaron ayer a las redes de que hoy llevarán la protesta a las siete de la tarde ante la sede del Parlamento Europeo en Madrid para regresar después a la sede del PSOE. Ayer una veintena de manifestantes con banderas españolas y al grito de “Puigdemont en prisión” y “España no se vende” ya se manifestaron en Bruselas frente al Hotel Sofitel, donde se alojan el número 3 del PSOE, Santos Cerdán, y el equipo socialista encargado de negociar con Junts, a poca distancia de la cámara europea. La ultraderecha no echa la toalla.