ERC por delante de Junts, los 'comuns' vuelven a la derecha y Vox al gallinero: así será la nueva distribución del hemiciclo

BarcelonaIndependentistas y no independentistas separados por un pasillo. Los diputados del Parlament volverán este jueves al hemiciclo de la cámara en un pleno ordinario, y esto significa que dos meses y medio después del 14-F la nueva legislatura se traducirá en una nueva distribución de los partidos por el hemiciclo. Y se verán cambios sustanciales: ERC gana la primera fila de diputados a Junts; el PSC vuelve a liderar la oposición y relega a Cs a la quinta fila; Vox se queda en el gallinero y los comuns vuelven al lado derecho, junto al PSC, después de una legislatura compartiendo bancada con los independentistas. Pero el aspecto más simbólico es que la diferencia entre partidarios y detractores de la independencia será más nítida que nunca: el pasillo separará claramente los dos bloques, dejando a ERC, Junts y la CUP en el lado izquierda (mirando al hemiciclo) y a PSC, comuns, Cs, Vox y PP a la derecha, según la distribución a la que ha tenido acceso el ARA.

Siempre una parte de los diputados independentistas (al ser normalmente más que los unionistas) quedaban en el lado derecho de la cámara, encima del PSC o Cs. De hecho, cuando el independentismo aprobó las leyes de desconexión con la sala medio vacía, unos pocos diputados de JxSí se quedaron solos en el lado derecho. El nuevo hemiciclo, sin embargo, será distinto de todo lo que se ha visto hasta ahora. Para respetar las distancias de seguridad, los parlamentarios se sentarán un asiento sí y uno no, ocupando los palcos y el público para poder meterlos a todos dentro de la sala. Así, los diputados independentistas que hasta ahora pasaban a la bancada unionista estarán ubicados en los asientos del público que quedan por encima de los escaños de la CUP. Y es que los cuperos, a pesar de multiplicar por tres su fuerza, seguirán ubicados en las dos últimas filas. El cambio de guardia en la Generalitat -las urnas dieron a ERC la posibilidad de presidirla- también se verá reflejado en el hemiciclo. En la bancada de encima del Govern, hasta ahora ocupada por Junts, se sentarán los republicanos.

Y también hay cambio de guardia en la oposición, puesto que en el asiento que hasta ahora ocupaba Carlos Carrizosa (Cs) ahora se sentará Salvador Illa (PSC). Desde el 2015, el partido que lidera la oposición ocupa las primeras bancadas del lado derecho del hemiciclo, justo encima del Govern. De este modo, los naranjas pasarán de salir en todos los planos a quedar en el fondo de la fotografía, en la quinta fila. Pero quien todavía saldrá más difuminado será Vox. A pesar de ser la cuarta fuerza, estarán detrás de Cs (que es la séptima fuerza). La extrema derecha solo compartirá bancada con Alejandro Fernández (PP) y seis de sus diputados estarán ubicados en la parte más alta del público.

De hecho, todos los partidos tendrán diputados sentados en los palcos. Si bien siguiendo la distribución habitual este espacio lo ocuparían los grupos con menos fuerza, todos los portavoces tienen que tener micrófono y, por lo tanto, al menos un miembro de cada partido tiene que sentarse en un escaño. Aún así, esta distribución es la pactada por los partidos mientras dure el covid-19 y la definitiva, cuando no se tengan que respetar las distancias, todavía se está negociando.

Del eje izquierda-derecha a la cuestión nacional

Este año, el hemiciclo estará dividido de forma exacta entre el bloque independentista y no independentista. Esta composición, sin embargo, es relativamente nueva. El 10 de abril de 1980 los principales diarios, a pocas horas de la constitución del Parlament después de la dictadura, apuntaban a que ni había acuerdo en la estructura de la mesa ni en la distribución de los partidos por el hemiciclo. Finalmente, la presidencia del Parlament fue para ERC y el hemiciclo se distribuyó según la ideología de los partidos: PSC, PSUC, Partido Andalucista y ERC se situaron a la izquierda, mientras que CIU y UCD se colocaron a la derecha. Solo unos pocos diputados republicanos rompían los dos bloques.

Esta distribución se convirtió con los años en una tradición, y siempre se ha mantenido, gobernara CIU o el PSC. La dinámica, sin embargo, cambió en 2015, con la llegada de Junts pel Sí. Entonces, la coalición independentista, con 62 diputados, quiso que el protagonismo obtenido en las urnas también se tradujera en la composición en el hemiciclo: propusieron que ellos ocuparían las primeras filas por los dos lados, dejando a todo el bloque unionista detrás suyo. Estos, sin embargo, se opusieron. La negociación desembocó en una nueva distribución hasta el momento insólita: el Parlament se dividió entre partidarios y detractores de la independencia, con JxSí y la CUP en el lado izquierdo, y Cs, PSC, PP y comuns en el lado derecho. Esta división se ha mantenido hasta la actualidad y solo los comuns, que la legislatura pasada se sentaron junto a ERC, la rompieron.

No encallarse en la composición

Después de las elecciones, voces del PSC apuntaban a que la aspiración de su partido era volver a sentarse en el lado izquierdo del hemiciclo, pasando página de la división que había llevado el Proceso. De hecho, hay una norma no escrita que dice que el partido ganador de los comicios elige ubicación en la cámara, a pesar de que la distribución siempre se acaba pactando con todos los grupos. Finalmente, sin embargo, fuentes del PSC y de los comuns afirman que, ante la insistencia de los independentistas de mantenerse en la izquierda y delimitar los dos bloques, los dos partidos han acabado avalando la distribución actual. Los comuns, a su vez, han elegido volver a la derecha porque, según apuntan fuentes del partido, si se mantenían en la izquierda tenían que estar en la parte más alta de la cámara.