ANÁLISIS

¿Qué pasa entre el rey y Santiago Abascal?

Felipe VI de España
19/11/2025
Subjefe de Política
3 min

BarcelonaEn octubre del 2020, en el marco de la moción de censura que Santiago Abascal presentó contra el presidente español, Pedro Sánchez, el representante de los ultras Ignacio Garriga terminaba así su discurso desde el atril del Congreso de los Diputados: "Viva el rey Felipe VI, viva el rey de España". Si vamos más atrás, a la ronda de consultas que hizo el rey para la primera investidura de Sánchez en el 2019, Santiago Abascal trasladaba su "lealtad" a Felipe VI y le agradecía la posición de la Corona con el discurso contra el 1-O el 3 de octubre del 2017. ¿Qué ha pasado en solo cinco años para que la extrema derecha plante a la monarquía el próximo viernes en el acto de su 50 aniversario?

De entrada, no es nuevo que Vox se ausente de un acto que preside el rey. Ya ocurrió el 12 de octubre, en la tradicional recepción presidida por el jefe del Estado el Día de la Hispanidad, un gesto que hasta ese momento solo habían tenido fuerzas republicanas o independentistas. La extrema derecha se excusa en su rechazo a Pedro Sánchez —"no vamos a participar en el sainete del gobierno, que es una oda al régimen totalitario de Sánchez", decían ayer—, pero el distanciamiento con la Casa Real es una evidencia. Hay tres puntos clave que lo explican:

  • La ley de amnistía.

Con el pacto PSOE-Junts de la ley de amnistía, sectores de la extrema derecha pedían al rey Felipe VI que no rubricara la norma, un paso constitucionalmente preceptivo para que entre en vigor cualquier ley. "El rey ha sido obligado por este gobierno a firmar una ley que deslegitima el discurso que pronunció el 3 de octubre", dijo en ese momento la portavoz en el Congreso, Pepa Millán. Asimismo, en las manifestaciones ultras en el centro de Madrid frecuentaban las banderas españolas con el escudo real recortado, ya que también reclamaban a la Casa Real que moviera ficha ante el pacto del PSOE con los independentistas. Pero el rey Felipe VI se limitó a rubricar la ley sin más.

  • Israel

El otro punto de inflexión fue la guerra en Gaza. Los de Abascal han negado el genocidio y se han mostrado abiertamente a favor de Israel frente a los gestos de Pedro Sánchez a favor de Palestina. Por eso tampoco digerieron bien el discurso de Felipe VI en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde denunció una "masacre" de Israel contra los palestinos, aunque evitó el término genocidio. "Panfleto socialista", espetó el europarlamentario Hermann Tertsch.

  • La competencia electoral

La Corona de Juan Carlos I ya tuvo problemas para seducir a la extrema derecha, que impugnaba el pacto de la Transición. Pero más allá de las fuerzas tradicionales del falangismo, los nuevos sectores ultras que beben del voto protesta y el discurso antisistema tampoco casan bien con Felipe VI. Uno de los competidores electorales de Vox, el partido Se ha Acabado la Fiesta, liderado por Alvise Pérez, critica abiertamente al jefe del Estado, lo que también presiona a Santiago Abascal para competir en ese flanco. Sobre la firma del rey a la amnistía, Alvise Pérez decía: "Si lo que hace es un mero trámite, ¿por qué tenemos un rey y no un notario? [...]. ¿Para qué lo queremos si no sirve ni para proteger el orden constitucional y firma una ley que perdona a los golpistas?"

El resultado de todo ello es que en la conmemoración de los 50 años de la Corona solo habrá representación del PSOE y el PP. No estará la extrema derecha ni tampoco los independentistas ni ningún otro socio de Pedro Sánchez. Una imagen que ejemplifica que, con los años, la Transición no ha ganado más consenso, sino todo lo contrario.

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