¿Por qué PP y Vox no se ponen de acuerdo en Murcia?
López Miras se mantiene firme en la negativa a dejar entrar la extrema derecha en el gobierno
BarcelonaMurcia se ha convertido en el último territorio en el que PP y Vox no han sido capaces de ponerse de acuerdo para formar un gobierno autonómico. ¿Por qué se ha producido esta excepción? El presidente en funciones de la comunidad, Fernando López Miras, lanzaba el viernes un llamamiento a Vox a "sentarse" para "desbloquear" la situación "sin amenazas y chantajes, pero, sobre todo, con propuestas asumibles". ¿En qué están atascados? Desde las elecciones del 28-M, las negociaciones se han ido complicando, pero pese a las exigencias de Vox, el dirigente conservador, con el apoyo de Génova, se mantiene enrocado en su posición de excluir a la extrema derecha del ejecutivo y gobernar en solitario. Sin embargo, los de Santiago Abascal no han aceptado de momento esta línea roja.
Hay varios elementos que han complicado las conversaciones. El primero, una historia de desconfianzas que data del 2019 y que el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, recordó en una entrevista en El toro TV, en la que reprochó a López Miras haber "traicionado" la confianza de los ultras por haber gobernado con "tránsfugas" de su partido desde ese año. El presidente en funciones (a quien Vox había facilitado la investidura) negoció con tres díscolos de Vox y tres de Cs para poder tumbar la moción de censura que habían presentado el PSOE y el partido naranja. Desde entonces, ha habido mala relación entre ambas formaciones.
Pero, además, el pleno de constitución de la Asamblea de Murcia tras el 28-M supuso un choque en público, cuando el PP dejó la extrema derecha sin un solo asiento en la mesa de la cámara. "El PP ha decidido que se repitan las elecciones", respondió entonces el líder del partido en la región, Jose Ángel Antelo, quien consideró que era una decisión inaceptable. Desde entonces, los ultraderechistas sólo planteaban una solución: o entran en el gobierno murciano o no facilitarán la investidura de López Miras. En paralelo, el resultado de las elecciones generales ha desactivado la opción de un gobierno de derechas en la Moncloa, y por lo tanto Vox tiene ahora menos incentivos para facilitar la investidura del presidente murciano.
Apoyo de Génova
Pero López Miras no afloja y pretende que le faciliten la gobernabilidad desde fuera del ejecutivo, con el visto bueno de la dirección del PP. "Tiene todo el apoyo del partido y de la dirección nacional", dijo la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, el pasado miércoles. El argumento del presidente en funciones para mantener a la ultraderecha fuera de su ejecutivo son los resultados electorales. Considera que con el 43% de los votos obtenidos en su candidatura es "legítimo" que gobierne en solitario, puesto que está a dos diputados de la mayoría absoluta y no hay posibilidad de un gobierno alternativo. Por eso, pide una abstención en la extrema derecha: "Que no bloqueen". Los acuerdos suscritos en otros territorios –por último, un pacto de coalición en Aragón– no han tenido ningún efecto sobre la posición del presidente murciano. En el caso de Aragón, el líder del PP, Jorge Azcón, intentó alcanzar un pacto similar al de la presidenta de Baleares, Marga Prohens, en el que los de Abascal han quedado fuera del ejecutivo a cambio de la presidencia del Parlamento y una serie de acuerdos. Pero no salió adelante y tuvo que aceptar la entrada de la extrema derecha en el gobierno, como ya ocurrió en Extremadura, Castilla y León y la Comunidad Valenciana.
Pero pese al riesgo de una repetición electoral, López Miras no ha dado su brazo a torcer. Mantiene un pulso que no se juega sólo a escala autonómica: si Feijóo le apoya, Abascal también ha mantenido el veto a los conservadores y ha dejado claro que su partido debe estar en el gobierno de la comunidad. En un tuit publicado este sábado, el líder de Vox en Murcia reprochaba al presidente en funciones no haberlos convocado desde hace más de un mes. "López Miras está en el bloqueo, ni siquiera descuelga el teléfono para hablar con José Ángel Antelo", dijo el vicepresidente de acción política y eurodiputado de Vox Jorge Buxadé el pasado martes en la COPE, donde recordó que ambos partidos están "obligados" a conformar un gobierno de coalición en la región.
Vox debe gestionar estas conversaciones mientras aborda en paralelo la crisis interna provocada por los malos resultados del 23-J (pasaron de 52 a 33 diputados en el Congreso) y que de momento se ha saldado con la renuncia de Iván Espinosa de los Monteros a continuar como diputado y portavoz parlamentario. La crisis se ha agravado porque quien debía sustituirlo en el hemiciclo, el médico Juan Luis Steegmann, también renunció a sus cargos y anunció que no recogerá el acta de diputado. El contexto posterior al 23-J ha debilitado a la ultraderecha mientras acaba el plazo para poder formar gobierno en Murcia. En los próximos días, una de las dos partes deberá ceder o llamar a los ciudadanos a nuevos comicios.