Gobernabilidad en el Estado

Preocupación en el CGPJ para que el bloqueo precipite la dimisión del presidente

La mediación de Reynders ha fracasado y no hay perspectivas de renovación hasta que pase el ciclo electoral

4 min
El presidente interino del CGPJ, Vicente Guilarte, en un pleno del órgano de gobierno de los jueces

Madrid"Hay que renovar el Consejo General del Poder Judicial. He propuesto una idea, he intentado ayudar y, si no se consigue, creo que no pinto nada", aseguraba a finales de febrero el presidente interino del órgano de gobierno de los jueces , Vicente Guilarte, durante un desayuno informativo en Madrid. Se rumoreaba que podría concretar su dimisión, pero no fue así, a la espera de si la negociación entre PSOE y PP con mediación de Bruselas podía dar frutos y acabar con más de cinco años de bloqueo. El pasado miércoles debía celebrarse una cuarta reunión entre el ministro de Justicia, Félix Bolaños, y el vicesecretario institucional de los conservadores, Esteban González Pons, con presencia del comisario europeo Didier Reynders, en la capital española, pero el PP abortó el encuentro . La Comisión Europea dejaba claro que no se había suspendido por motivos de agenda del político belga, que ahora ha dejado el cargo para aspirar a la secretaría general del Consejo de Europa y, por tanto, abandona la labor de mediación.

"Me preocupa que dimita antes de junio", apuntan al ARA fuentes del CGPJ. En los pasillos judiciales se da por hecho que Guilarte abandonará la nave antes del verano y ahora la inquietud es que el enésimo fracaso de las negociaciones para la renovación precipiten la decisión. Las mismas fuentes subrayan que si el presidente interino no se ha ido ya es para no arrastrar al resto. De hecho, ha habido momentos en los que se ha especulado con la posibilidad de una dimisión en bloque de los vocales del CGPJ para forzar el desbloqueo, pero no es una opción que vean con buenos ojos ni el blog conservador ni todo el progresista. "Soy pesimista", anotan desde el órgano de gobierno de los jueces. El ciclo electoral actual con comicios en Euskadi, Cataluña y en Europa no contribuyen tampoco a un escenario favorable, aunque ni el gobierno español ni el PP quieren añadir agua al vino.

A diferencia de otras ocasiones, Bolaños no fue especialmente duro contra el PP el pasado martes en rueda de prensa a la hora de hablar de la anulación de la reunión que debía celebrarse al día siguiente. Evidenció que no era ni la Comisión Europea ni el PSOE quien había pedido su suspensión, pero no quiso dinamitar puentes. "Vamos a seguir trabajando el tiempo que sea necesario, porque el funcionamiento de la justicia lo merece", afirmaba el ministro. Habrá que ver ahora si Bruselas plantea a una nueva persona para la mediación, aunque el plazo de dos meses que inicialmente se había establecido para que la negociación llegara a buen puerto ya se haya agotado. Uno de los nombres que suenan es el de la vicepresidenta Věra Jourová. "La Comisión sigue estando disponible para participar", decía el portavoz de Justicia, Christian Wigand.

El último intento de Guilarte

Mientras PSOE, PP y Bruselas abordan una posible reanudación de los contactos, Guilarte plantea un último intento a la desesperada por presionar a los partidos. De la mano del Consejo General de la Abogacía Española, el presidente sustituto del CGPJ ha impulsado unas mesas redondas este jueves para intentar "remover conciencias", tal y como apuntan desde el organismo. "Opciones para encontrar la salida al laberinto de la renovación" y "Por qué es inaplazable desbloquear la parálisis del Poder Judicial" son los títulos de los debates, que contarán con ponentes destacados como los dos ex ministros de Justicia Rafael Catalá (PP) y Juan Carlos Campo (PSOE), actual magistrado del Tribunal Constitucional; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Celso Rodríguez, y los presidentes del CGPJ y la Abogacía Española, Guilarte y Victoria Ortega, entre otros.

Hace unos meses Guilarte ya propuso que en un futuro no volviera a haber una situación como la actual: que el CGPJ ya no nombre a los presidentes de los tribunales superiores, audiencias provinciales y salas, sino que lo hagan los propios jueces. De esta forma, si se elimina a los vocales la potestad para realizar nombramientos discrecionales, condicionados a las mayorías entre los bloques conservador y progresista, no habría incentivos para mantenerlo bloqueado. El PSOE vio con buenos ojos esta idea y, de hecho, es lo que Sánchez hizo con una reforma legal que impide al CGPJ llenar las vacantes que se acumulan, por ejemplo, en el Tribunal Supremo. De cara a la renovación actual, sin embargo, el PP mantiene que debe ir acompañada de un cambio en el modelo de elección de los vocales de procedencia judicial para que sean elegidos entre los propios jueces. Fuentes de Génova aseguran que el acuerdo puede llegar antes del verano si el PSOE se mueve.

Guilarte, catedrático de derecho civil de la Universidad de Valladolid, fue propuesto por el PP como vocal en 2013. Tras la dimisión de Carlos Lesmes y la jubilación de Rafael Mozo, el ahora presidente sustituto ha querido dotar a su cargo de una pátina de neutralidad que ha provocado que el bloque de la derecha le diera la espalda. Fuentes de la institución señalan que el grupo conservador le ha ido poniendo varias trabas internas. En los últimos pronunciamientos del CGPJ sobre la amnistía, Guilarte hizo equilibrios y no se alineó claramente con el sector afín al PP, si bien el voto particular que emitió el pasado lunes consideraba que la norma de olvido judicial del Proceso es inconstitucional. En caso de que acabe dimitiendo, le relevará en el cargo Wenceslao Olea, magistrado de la sala tercera del Supremo. Aunque no es de los más duros, es uno de los ocho miembros de la derecha del CGPJ.

stats