El PSOE y Junts se encaminan de nuevo hacia el choque
Los junteros no se mueven con la senda de estabilidad y los socialistas asumen como "probable" la derrota
MadridSi nada cambia, dentro de tres días el Congreso será escenario de un nuevo choque entre el PSOE y Junts. Los socialistas no tienen garantizado el apoyo de los junteros en la votación de la senda de estabilidad de los presupuestos generales del Estado, que afrontará un segundo intento después de que el primero no prosperara por el rechazo del partido de Carles Puigdemont. El PSOE no tira la toalla públicamente, pero va preparando el terreno para que el revés parlamentario que les puede volver a infligir Junts cueste menos digerir. El mensaje de los socialistas es que esto no les detendrá. Pueden elaborar igualmente las cuentas públicas del 2025. Quienes salen perdiendo, avisan, son las comunidades autónomas y los ayuntamientos, que tendrán menos margen para gastar –5.000 millones menos, según advierte el ejecutivo español–. Pero por si en un futuro la derrota se extiende a la votación del proyecto de presupuestos, el mensaje difundido por la Moncloa va aún más allá ya través de ministros como Óscar Puente –en una entrevista este lunes en El País– sostiene que no sería "ningún drama" prorrogar por segundo año consecutivo a los del 2023.
¿Tan improbable es que el PSOE pueda convencer a Junts? Aunque el pasado viernes Puigdemont se reunió con una delegación del PSOE en Suiza, el encuentro no sirvió para desbloquear esta cuestión. Fue una reunión "ordinaria" que ya estaba programada, explican fuentes socialistas, que subrayan que ni siquiera puede hablarse de "negociación" en marcha para lograr el apoyo de los junteros en el primer trámite de las cuentas públicas. De hecho, tanto la portavoz socialista, Esther Peña, como el ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, se han centrado en presionar sin éxito a Alberto Núñez Feijóo para que facilite lo que Junts no se aviene a votar. "Si el PP vota en contra es probable que el gobierno pierda la votación [del jueves]", ha dicho Peña en rueda de prensa en la sede de la calle Ferraz, y ha admitido que ve pocas opciones de que la formación de Puigdemont cambie de opinión.
¿Qué pide Juntos? La formación de la mayoría plurinacional que más dolores de cabeza está dando al gobierno español reclama más margen de gasto para las comunidades autónomas. Fuentes del gobierno español advertían la semana pasada de que "no pueden ofrecer más" y, aunque aseguraban que mantendrían los canales abiertos con Junts, negaban que puedan modificar los números para contentar a la formación independentista. Ya en julio, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defendía que la senda de estabilidad que les tumbaron ya les daba más margen de lo previsto con la posibilidad de que terminaran el año con un 0,1% de déficit, cuando la primera intención era exigirles un superávit del 0,1% del PIB. De hecho, desde el ejecutivo de Pedro Sánchez achacan la actitud de Junts no a una cuestión de números sino a que "no han digerido" que haya un presidente de la Generalitat del PSC. "Hay que reubicar", dicen, confiando en que "al final se impondrá el diálogo".
El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha reiterado este lunes desde Girona que "si la propuesta es la misma" volverán a votar en contra porque "todo lo que sea para consolidar el café para todos o agravar el déficit de Catalunya" no tendrá nunca su voto. ¿Y qué debe pasar para que Junts se abra al diálogo que la parte socialista del PSOE desearía? Fuentes de los junteros replican que el gobierno español no ha cumplido hasta ahora con los compromisos adquiridos y que no pueden facilitar la aprobación de nuevas votaciones en el Congreso a cambio de reactivar asuntos pendientes.
De momento la estrategia desplegada por el PSOE no ha logrado convencer a Junts de garantizar la estabilidad de la legislatura. Ahora bien, fuentes socialistas creen que tumbar votaciones como la del pasado martes sobre los alquileres de temporada está pasando factura a los junteros. "Hay que mirarlo", dicen. De momento desde el PSOE esperan que, pasado el congreso de Junts, se pueda destensar la relación y se muestran dispuestos a continuar en la Moncloa pese a no tener ligada a la mayoría parlamentaria que permitió investir a Sánchez. El consuelo es que el PP sigue sin poder construir una mayoría alternativa. "Sería un suicidio político para Junts hacer una moción de censura con Feijóo", concluye la parte socialista del gobierno español.