Pueyo no supera la cuestión de confianza en Lleida y ahora la oposición tiene un mes para encontrar un candidato alternativo

El Comú, que hasta julio formaba parte del gobierno municipal, se abstiene y deja el gobierno municipal contra las cuerdas

ARA
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Plano medio donde se puede ver el alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, durante el pleno telemático donde se ha debatido una moción de confianza vinculada a los presupuestos

Dos años y medio después de hacer historia en Lleida, puesto que acabó con casi cuarenta años de gobiernos socialistas, ERC ve tambalear su continuidad en la Paeria. El alcalde de la ciudad, Miquel Pueyo, no ha superado este lunes la cuestión de confianza a la cual se había sometido después de no haber conseguido suficientes apoyos a principios de diciembre para sacar adelante los presupuestos del 2022. El resultado del pleno abre ahora un periodo de un mes para que los grupos de la oposición planteen un candidato alternativo para sustituirlo. Pero si no se llega a un consenso las cuentas se aprobarán automáticamente y Pueyo mantendrá el cargo.

El alcalde republicano solo ha recibido el apoyo de los doce votos que corresponden a los regidores de su partido (7) y los de su socio de gobierno, Junts (5). Los dos representantes del Comú de Lleida, que hasta julio formaba parte del ejecutivo, se han abstenido, mientras que el resto de formaciones (PSC, PP y regidores no adscritos, que suman 13 regidores) han votado en contra. Pueyo ha afirmado que el bloqueo es una "auténtica temeridad" y ha alertado del riesgo que supondría no aprobar las cuentas de cara a recibir los fondos NextGeneration. Así mismo, se ha mostrado dispuesto a negociar con los vecinos un plan de usos sobre el futuro albergue para temporeros de Pardinyes, uno de los escollos de las negociaciones.

El pleno ha servido para poner de relieve que la ruptura "serena y responsable" que pactaron ERC y Junts con el Comú después de su salida del ejecutivo, y que alejaba una posible cuestión de confianza, no era tan firme como se preveía inicialmente. Los tres grupos manifestaron entonces "la voluntad de preservar los ejes programáticos que constan en el pacto de gobierno y en el plan de actuación municipal aprobado", y se emplazaron a "trabajar para garantizar la gobernabilidad de la ciudad de Lleida" y el desarrollo de los compromisos compartidos en este nuevo escenario. Nada más lejos de la realidad.

La portavoz del Comú de Lleida, Elena Ferre, ha pedido que no se les acuse de ser los responsables de la no aprobación de los presupuestos y ha recordado que los días posteriores a la firma del acuerdo con ERC y Junts tuvieron lugar hechos que los demostraron que aquello solo era una "escenificación". Ferre ha avisado que el Común no seguirá siendo la "comparsa" de un gobierno que no cumple y ha añadido que después de confiar muchas veces solo han podido constatar que la respuesta es el partidismo.

Su posición pone el gobierno municipal contra las cuerdas y aboca la Paeria a treinta días de "interinidad". Sin embargo, el teniente de alcalde y portavoz de Junts, Toni Postius, ha puesto en entredicho que en el plazo de uno mes formaciones "muy heterogéneas" propongan un candidato viable para sustituir a Pueyo. Ha lamentado, con todo, que se acaben perdiendo unas "semanas vitales" para abordar proyectos que actualmente tienen entre manos.

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