La renuncia de Artadi reaviva el debate interno en Junts

Aparecen voces críticas con el acuerdo mientras se mantiene el hermetismo sobre la vicepresidencia

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La presidenta del Parlamento , Laura Borràs, con la portavoz de Juntos, Elsa Artadi.

BarcelonaEl paso al lado de Elsa Artadi ha sacudido el debate interno en Junts per Catalunya, puesto que ha cogido desprevenidos a la mayoría de dirigentes del partido, más allá de los miembros de la cúpula a los que se lo había comunicado. El argumento de la vicepresidenta de la formación es que se quiere centrar en Barcelona, pero las lecturas políticas de su rechazo a entrar en el ejecutivo de Pere Aragonès se han multiplicado en las últimas horas. Artadi no participó en el último tramo de la negociación, que pilotó en primera persona Jordi Sànchez, y su apuesta por Barcelona ha sido interpretada como una enmienda al pacto subscrito por el secretario general, que este miércoles validó la militancia por un 83%, frente a un 17% en contra. Aun así, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, lo ha negado este jueves en una entrevista a Els matins: "No lo desacredita [el acuerdo], yo creo que no. Los acuerdos son procesos que quieren acercamientos [...]. Siempre es una buena noticia, el acuerdo". Borràs ha añadido que Elsa Artadi ha tenido un rol destacado en el proceso de negociación y que, a pesar de que haya culminado de una "determinada manera" –con el pacto Aragonès-Sànchez–, sin "su trabajo previo" no se habría podido cerrar. En todo caso, se ha resistido a decir qué votó ella: "Bien está lo que bien acaba".

La vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi, también defendió el pacto este miércoles en una entrevista en el Més 324, donde dijo que lo sentía suyo. Aún así, algunas voces del partido admiten que había mantenido una posición más dura que Sànchez en algunos aspectos, como el papel del Consell per la República: defendía que este ente tenía que dirigir el Procés o, cuando menos, cerrar el compromiso que lo hiciera con un plazo acotado –uno de los últimos documentos hablaba de dos meses– mientras se reformulaba el Consell desde el consenso de todas las formaciones independentistas. En cambio, el pacto que cerró Sànchez con Aragonès no incluye un calendario y se limita a decir que se creará un espacio de coordinación de las entidades y los partidos independentistas y, paralelamente, se reformará el Consell per la República. Una vez terminados los cambios, previo consenso, el espacio de coordinación se meterá dentro del Consell.

Ahora bien, su renuncia va más allá de este distanciamiento último con el secretario general de Junts, puesto que su entorno asegura que tenía "dudas" desde hacía mucho tiempo. No sol o en términos políticos, sino también "personales", añaden.

El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, y el coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, el lunes.

Después de las críticas del ex president Quim Torra y la eurodiputada de Junts Clara Ponsatí al acuerdo con Esquerra, este jueves uno de los negociadores de Junts, Francesc Dalmases, ha expresado sus dudas. Citando un editorial de Vilaweb en el que se asegura que con el pacto Junts "renuncia al Primero de Octubre y a la unilateralidad", ha dicho: "Vicent Partal es un oráculo lúcido que leo siempre y me hace pensar. También cuando es crudo, realista y hace daño". La opinión contrasta con la de uno de los diputados más críticos con ERC hasta ahora, el expresidente de la Cambra de Comerç, Joan Canadell, que ha defendido el acuerdo.

Quien sigue sin decir nada, sin embargo, es el ex president Carles Puigdemont, que ha mantenido el silencio sobre el entendimiento con los republicanos. Un síntoma de la actitud que ha mantenido a lo largo de todas las negociaciones: se ha inhibido en favor de su secretario general y ha querido alejarse del foco del pacto del ejecutivo.

Hermetismo sobre el Govern

Si bien algunos sectores recelen del 'acuerdo rubricado por Jordi Sànchez con Aragonès, el más institucional de Junts recibió como una buena noticia que se lograra un pacto de coalición y se evitaran elecciones o quedarse en la oposición. Uno de los que celebraron el entendimiento el fin de semana fue el vicepresidente del partido, Jordi Turull, que tiene una ascendencia directa, junto con Josep Rull, en consellers como Damià Calvet y Meritxell Budó.

Ahora bien, estos mismos sectores, ahora en el Govern, viven con nerviosismo el hermetismo del secretario general para escoger los nombres de los nuevos consellers. "Hay muchos nervios", admite una fuente gubernamental, que reconoce que ahora mismo no hay ninguna certeza. Las miradas de reojo y las presiones se han incrementado en las últimas horas, puesto que el paso al lado de Artadi ha dejado un vacío de poder en el futuro Govern con muchos candidatos con aspiraciones a llenarlo. No solo hay que buscar una pieza para la cartera de Economía sino también cerrar la vicepresidencia del Govern, que se podría convertir de facto en el referente de Junts en los próximos años.

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