Salvador Illa, en su primer discurso de la Diada: "Catalunya se ha hecho a sí misma gracias a personas venidas de los pueblos de España y de todo el mundo"

El presidente de la Generalitat defiende la Diada como una jornada para "reafirmar nuestra voluntad de ser y de convivir"

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BarcelonaUn mes después de ser investido, Salvador Illa ha pronunciado su primer discurso de la Diada, el primero de un presidente de la Generalitat no independentista desde hace catorce años. El líder socialista ha reivindicado el Onze de Setembre que "pertenece a todos los catalanes ya todas las catalanas", pero ha querido poner el foco en el fenómeno migratorio, una cuestión que ha centrado la actualidad política en las últimas semanas. "Catalunya se ha hecho a sí misma gracias al trabajo de generaciones de personas venidas de los pueblos de España y de todo el mundo. No podemos cerrar los ojos a la realidad del fenómeno migratorio", ha defendido. Illa ha subrayado que "todo el que viene a mejorar Catalunya es catalán". "Con los mismos derechos y los mismos deberes que tenemos todos nosotros", ha insistido.

El flamante presidente no ha querido esquivar una cuestión de actualidad en la que pretende marcar discurso propio, pese a las intensas polémicas provocadas en buena parte por la monopolización del debate que generan a menudo los discursos de la extrema derecha. El presidente ha presentado esta cuestión como una "emergencia" que Catalunya ni ningún país "puede resolver solo" y ha defendido no darle la espalda. "Catalunya siempre ha sido tierra de acogida y suelo solidario. Y ahora volverá a ser ejemplar", ha subrayado.

Salvador Illa: "Todo el que viene a mejorar Cataluña es catalán, con los mismos derechos y deberes que tenemos todos nosotros"

"Voluntad de ser y de convivir"

Aparte de la cuestión migratoria, Illa ha querido que sus primeras palabras como presidente fueran para defender, una vez más, que Catalunya debe poner "el acento en lo que nos une". En este sentido, ha reivindicado la Diada como una "jornada para afianzar nuestra voluntad de ser y de convivir", pero también como un "momento para compartir y para reencontrarnos": "Porque la Diada nos pertenece a todos los catalanes ya todas las catalanas", ha afirmado. Isla no se ha salido del guión y, fiel a su estilo sobrio –y al eslogan que defiende políticamente desde que aterrizó en la primera línea de la política catalana–, ha defendido una vez más la "pluralidad" de Catalunya y ha reivindicado un país que "es y debe ser un proyecto colectivo que nos vincule a todos y todas sin distinciones".

Salvador Illa: "La Diada nos pertenece a todos los catalanes y catalanas"

Desde que el líder del PSC fue investido presidente de la Generalitat ha repetido dos premisas que, asegura, guiarán su mandato: unir y servir. Su objetivo, ha dicho, es "gobernar con las prioridades correctas y gobernar para todos". En este sentido, ha reiterado su apuesta por que los servicios públicos del país "recuperen la excelencia": "Atender esta prioridad nos hará mejores como país". El presidente ha vuelto a fijar entre las prioridades de su Gobierno la sanidad, la educación, la investigación, la vivienda, las universidades, así como el tejido empresarial y productivo, además de "garantizar unos salarios dignos" para los trabajadores. Isla no se ha referido a la nueva financiación que el Govern deberá implantar tras pactarlo con ERC.

Además de reivindicar los monasterios de Poblet –donde Isla reunió a su Gobierno hace pocos días– y Montserrat –que este año celebra los actos de su milenario– como "referentes" que recuerdan las "raíces" del país y le "proyectan al futuro", el presidente de la Generalitat ha terminado su discurso con un recuerdo para las víctimas del atentado de Nueva York del 11 de septiembre de 2001, y también para el aniversario de la muerte del dirigente político chileno Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973.

Junto a las cuatro columnas de la Lonja de Levante del Palacio de la Generalitat, la idea del presidente era representar las cuatro barras de la bandera y hacerlo junto al busto del expresidente Josep Tarradellas –del escultor Josep Maria Subirats–, una figura que Isla siempre reivindica, especialmente su "capacidad de diálogo". La última vez que lo hizo fue en su comparecencia en el Parlament de la semana pasada para contar su nuevo Gobierno ante la cámara.

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