Junqueras levanta el veto en el PSC el día que se reúne con Salvador Illa en la Generalitat
Es la primera reunión con imágenes entre los dos líderes políticos


BarcelonaA Salvador Illa le faltaban básicamente dos imágenes desde que accedió en agosto a la presidencia de la Generalitat: las reuniones con el líder del principal partido de la oposición, Carles Puigdemont, y el encuentro con el presidente de ERC, cuya formación depende su gobierno. Este sábado ha borrado de la lista la segunda. Illa y Oriol Junqueras se reunieron en el Palau de la Generalitat por primera vez en público, aunque contactos entre ellos ya existieron en privado, tanto antes como después de que Junqueras revalidara la presidencia de ERC el pasado mes de noviembre.
El encuentro llega en un momento especialmente intenso en la relación entre el PSC y ERC, con las reuniones bilaterales Estado-Generalitat en plena efervescencia. De hecho, al finalizar la reunión, el Govern resaltó precisamente la importancia de esta semana "para los intereses de Catalunya". El clima del encuentro fue "cordial" y no se informó de ningún nuevo acuerdo entre los dos líderes políticos.
Esta semana pasada ya ha habido fotografía entre la consejera de Territorio, Silvia Paneque, y la secretaria general republicana, Elisenda Alamany, con concreciones del traspaso de Cercanías sobre la mesa. Y esta próxima semana continúan las reuniones entre gobiernos con especial interés en el encuentro del lunes de la Comisión Bilateral y la económica del próximo viernes, donde se espera alguna novedad en cuanto a financiación autonómica. La reunión con Junqueras se celebró al mediodía en el despacho del presidente del Gobierno y duró una hora y media.
Antes de la reunión en Palau, Junqueras había participado en el consejo nacional de ERC, donde ha anunciado que los republicanos negociarán con los socialistas para conseguir mejoras para los catalanes. Pese a la obviedad del anuncio –la foto con Illa demuestra que hay negociaciones abiertas–, las palabras del presidente republicano son significativas porque, hasta ahora, había mantenido un veto público a esa negociación "hasta que el PSC cumpla los acuerdos". El alejamiento de los socialistas fue precisamente uno de los principales puntos de debate del congreso de Esquerra que se celebró en diciembre (y que todavía tiene una segunda parte el próximo mes de marzo). Por ello, ERC se ha negado a negociar los presupuestos de la Generalitat del 2025, argumentando que no se había completado el traspaso de Cercanías, la condonación del FLA –que la próxima semana podría concretarse en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera– y la financiación singular para Catalunya. Junqueras ha abierto la puerta, de hecho, a negociar los presupuestos de 2026 con Salvador Illa.
Así, Esquerra puede ser "una fuerza decisiva en una posible negociación presupuestaria para 2026", ha subrayado el líder republicano, quien ha remarcado que, entre otros, Esquerra reclamará "más recursos" para la defensa y aprendizaje de la lengua catalana, que esta semana ha vuelto a recibir malas noticias de la encuesta de usos lingüísticos.
¿Y Carles Puigdemont?
Desde que es presidente, Isla ha realizado dos viajes oficiales a Bruselas, pero en ninguno se ha encontrado con Carles Puigdemont. Esta fotografía aún no tiene fecha, aunque el presidente del Gobierno no cierre la puerta. En cualquier caso, los votos de Puigdemont son necesarios en Madrid, mientras que los de Junqueras también lo son en Barcelona. Este fin de semana, está previsto que el líder de Junts se reúna en Suiza con los representantes del PSOE para negociar el traspaso a la Generalitat de las competencias en inmigración. Del éxito de estos contactos depende el debate del próximo martes en el Congreso de los Diputados: si no hay cambios, Junts defenderá que Pedro Sánchez deba someterse a una cuestión de confianza y, a pesar de ser una votación no vinculante, el presidente español podría tener que asumir una derrota simbólicamente relevante, evidenciando que no cuenta con el cadáver.
Desde Junts llevan tiempo reclamando "la amnistía política" de Puigdemont –más allá de la judicial, parada en los tribunales–. Es decir, la foto del expresidente del Govern con Pedro Sánchez, como interlocutor de su gobierno. La imagen con Salvador Illa también contribuiría a legitimarle como el jefe de la oposición –el cargo está vacante, aunque Puigdemont lidera el principal grupo de la oposición– y también como expresidente de la Generalitat: Illa se ha reunido con todo lo demás salvo él.