Sánchez se beneficia de no tener presupuestos para aprobar el plan en defensa

MadridPedro Sánchez ha optado por no oficializar solemnemente que no presentará los presupuestos de 2025, aunque a 23 de abril es obvio que prácticamente no tiene sentido presentar un proyecto cuando ni siquiera se ha aprobado la senda de estabilidad. “El gobierno está comprometido en la presentación del presupuesto. compromiso del 2%, tenemos que hacerlo lo antes posible", decía el martes el presidente español en su comparecencia. Dejar que pasen los días es una manera de confirmar que no presentará las cuentas de este año, pero se ahorra un anuncio que le perjudica porque evidenciaría que no tiene los apoyos en el Congreso. una ventana de oportunidad para salir adelante el plan de inversiones en defensa y seguridad anunciado este martes sin pasar por el cuarto bajo. Si estuviera acompañado de nuevas cuentas, difícilmente encontraría los apoyos necesarios para aprobar unos números que pondrían negro sobre blanco al incremento del gasto militar. El gobierno español ha optado por la ingeniería presupuestaria para financiar un plan de inversiones que todavía no puede contar con nuevo dinero de Europa.

El plan publicado este miércoles detalla cómo se alcanzarán los 10.471 millones adicionales: un grueso importante, 2.819 millones, proviene de haber reducido el déficit público respecto a la previsión y de haber dado menos dinero a las comunidades autónomas a través del FLA. Otra cifra importante, de 1.745 millones, son partidas del presupuesto de 2023 ejecutadas en ejercicios anteriores que ahora ya no son necesarias. También destacan 1.681 millones de reintegros de préstamos concedidos por el ministerio de Industria en ejercicios anteriores y 1.395 del fondo de contingencia. Tal y como explicó Sánchez el martes, una cantidad relevante proviene de reorientar partidas para ciberseguridad de los fondos europeos (1.357 millones). Todo ello, Sánchez puede ejecutarlo sin necesitar más crédito, algo que no le obliga a tener el aval del Congreso.

¿Y de cara al 2026?

A partir de ahora, los 33.000 millones de euros de gasto en seguridad y defensa que permiten alcanzar la cifra del 2% del PIB tendrán que gastarse cada año si se quiere cumplir el compromiso adquirido con la OTAN, pero quizás de cara al 2026 no será suficiente con estas maniobras, tal y como reconocen fuentes del ministerio de H. Una de las hipótesis es que el PIB crezca y que, por tanto, para llegar al 2% sean necesarios más recursos. Sin embargo, María Jesús Montero confía en que sí conseguirá aprobar unos nuevos presupuestos de cara al 2026.

Aplazar la votación de unos nuevos presupuestos que inevitablemente irán ligados al aumento del gasto en defensa permite a Sánchez ganar unos meses para convencer a sus socios. El jefe del ejecutivo del Estado ha librado los puestos de trabajo que generarán estas nuevas inversiones –se calculan casi 96.000– y aseguró que el 87% de los 10.471 millones irán a parar a empresas españolas. Las cuentas que Hacienda pueda presentar a finales de año se analizarán con lupa: los 33.000 millones aparecerán en distintos capítulos de los ministerios de Defensa, Industria, Interior y Transformación Digital, pero las fuerzas progresistas escrutarán si las carpetas de políticas sociales ven o no reducidos sus importes. Sin embargo, Sánchez no lo tendrá fácil. La relación con Sumar aún se ha tensionado más en las últimas horas por la compra de munición a una empresa israelí. Además, puede darse por hecho el rechazo de Podemos, instalado en una fuerte oposición a la espiral militarista.