Todo está por hacer

Con la pompa inconfundible de Iván Redondo, Pedro Sánchez compareció ayer en el Liceu con los indultos a los presos independentistas y un poema de Miquel Martí i Pol bajo el brazo. La medida de gracia es, dijo, la primera piedra de un camino para el “reencuentro” que no concretó hacia dónde lleva pero que acotó al terreno de la legalidad y la Constitución. A pesar de que la presión europea la hacía inevitable, la apuesta del presidente español por el indulto es audaz y tiene costes. Quedan, sin embargo, muchos interrogantes por resolver. Sánchez perdió ayer en Barcelona la oportunidad de articular una propuesta concreta que hace demasiado tiempo que se espera. El camino del reencuentro, si es que realmente se quiere transitar, estará repleto de trabas y necesitará agarraderos donde aferrarse. Los indultos apenas son el primer paso, pero, completando el poema con el verso que ayer Sánchez dejó de lado, todo está por hacer.