2.087 personas han muerto en medio año intentando atravesar la frontera sur española
En solo seis meses han perdido la vida el mismo número de personas que en todo el año 2020
"Hoy es un día triste porque las cifras que daremos son terribles y tristísimas", ha anticipado la activista e investigadora Helena Maleno, antes de dar a conocer los datos de la última monitorización del derecho a la vida en la frontera sur de la ONG Caminando Fronteras. El informe de la organización detalla que hasta 2.087 personas han muerto durante los seis primeros meses del año intentando llegar a España a través de alguna de las vías migratorias de la frontera sur.
Este es el semestre más trágico desde 2014, cuando la ONG empezó la monitorización, y el peor mes ha sido junio, con 465 víctimas mortales. Si la cifra de los primeros seis meses se compara con el mismo periodo del año pasado, el aumento de víctimas mortales es de un 526% y poco le falta para alcanzar al número de personas que perdieron la vida a lo largo de todo el 2020: 2.170. "Claro que me atrevo a decir que es el año más horroroso y por eso lanzamos una alerta al gobierno español", ha denunciado Maleno durante la presentación del informe este martes.
La organización puede hacer este recuento gracias a familiares o conocidos que les hacen llegar la información de personas que están en peligro o han desaparecido en el mar durante su trayecto migratorio. Maleno ha explicado que a través de un teléfono activo las 24 horas del día, que no para de sonar, les llegan las alertas que después desencadenan en un complicado seguimiento para saber si las personas han naufragado, o si hay supervivientes o desaparecidos. "A pesar de que es muy difícil conocer los datos reales, los familiares llaman cada vez más porque quieren que contemos a las víctimas, que las busquemos. Esto nos permite tener más incidencia, mientras los estados niegan la información", ha apuntado la activista. A las víctimas mortales se añaden las desapariciones. Del total, el 95,83% del cuerpos no se recuperan. "Todavía es más pequeña la cifra de identificaciones una vez se encuentran [los cuerpos]", ha señalado Maleno, que ha denunciado que las familias no pueden enterrar con dignidad a sus familiares. "Falta coordinación entre países y no se están siguiendo los protocolos de manera adecuada".
Las procedencias de las personas que intentan llegar a España son varias. La ONG ha identificado como mínimo 18 nacionalidades diferentes. Destacan las personas que vienen de países de África occidental, como por ejemplo Guinea o Costa de Marfil. Pero también del Yemen o Mali, países en conflicto, o Senegal, donde la presencia de barcos de pesca extranjeros deja a los pescadores en la pobreza. "Vienen tiempos difíciles para los más pobres del mundo y tenemos que ser capaces de responder", ha asegurado el secretario de la Federación de Asociaciones Africanas en las Canarias, Teodoro Bondyale.
La ruta canaria, la más peligrosa
Las rutas migratorias de la frontera occidental euroafricana o frontera sur que la ONG Caminando Fronteras sigue son las del mar de Alborán, la de la estrecho de Gibraltar, la argelina y la canaria. Esta última es hoy la más activa, asegura la organización. Las personas que han muerto desde principios de año intentando llegar a las islas ya son 1.922, y superan a las víctimas mortales de todo el año pasado entero. De hecho, la última tragedia conocida y la más grave en la última década se saldó con 3 supervivientes, 24 muertos y 32 desaparecidos que intentaban llegar en cayuco. "La situación es alarmante", ha dicho Maleno.
Una de las particularidades de la ruta canaria que se desprende del informe es el aumento del número de víctimas mujeres y niños y niñas. "En muchas embarcaciones el número de mujeres superaba el de hombres", ha explicado Maleno. Del total de víctimas mortales en toda la frontera sur, 341 eran mujeres, mientras que han perdido la vida 96 niños.
Inacción política
Uno de los motivos del aumento de las víctimas mortales es el aumento de la precariedad en el tipo de embarcaciones y sus materiales –muchas (33%) están construidas con neumático–, además de la poca experiencia en navegación a mar abierto de muchas de las personas que intentan llegar, según ha constatado la ONG. Todo ello, sin embargo, se agrava por las condiciones de rescate y las políticas de los estados. "Hay un impacto directo de las políticas de control de defensa de las fronteras sobre la mortalidad", ha señalado Maleno. A esto se añade la crisis política y diplomática entre España y Marruecos, que, según Maleno, ha empeorado la situación. "Pedimos al estado español que haga reuniones de urgencia en los diferentes ministerios. Faltan medios para defender la vida", ha dicho.