Solo el 4% de estudiantes piden los enunciados en castellano en las PAU de septiembre

Geis tilda la Asamblea por una Escuela Bilingüe de "radical y fascista" y los acusa de mentir

Ara
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Un grupo de estudiantes hacen las PAZ de septiembre al campus de la Ciutadella de la UPF.

BarcelonaLa decisión del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya de obligar, nuevamente, a ofrecer los enunciados de la selectividad "sin preferencia" por el catalán tuvo una gran repercusión social y mediática pero poca incidencia en la práctica. Solo el 4% de los estudiantes que este martes empezaron las pruebas de acceso a la universidad (PAU) optaron por leer los enunciados en castellano. El porcentaje es prácticamente el mismo que en junio, cuando la justicia también obligó a la Generalitat a dar el mismo trato al castellano y al aranés en las PAU.

Así lo ha explicado la consellera de Investigación y Universidades, Gemma Geis, en una entrevista a TV3, en la que ha reclamado, también, que "se deje de perseguir y de buscar problemas y conflictividad en un ámbito en el que no hay". De hecho, Geis ha cargado duramente contra la Asamblea por una Escuela Bilingüe, la entidad anti inmersión lingüística que llevó a la justicia este tema, a la que ha tildado de "radical y fascista" y ha acusado de "mentir", porque en la convocatoria de junio no se identificó a los alumnos que pedían los enunciados en castellano. "Es absolutamente falso", ha dicho.

El caso es que el Tribunal emitió una resolución en la que ordenaba a la conselleria de Universidades e Investigación y al Consejo Interuniversitario de Catalunya que "no se identifique" a los alumnos que escojan hacer las pruebas en castellano y se ofrezca a los alumnos "los enunciados en cualquiera de las lenguas cooficiales de Catalunya, sin preferencia por ninguna". En el texto del TSJC se reclama "no anotar la opción lingüística de los estudiantes consignando nombres y apellidos" y no preguntar "en qué lengua el alumno quiere que se le entregue el enunciado, sin que el resto de alumnos tengan que saber cómo ejerce su derecho el examinado, es decir, el ejercicio de su libertad de opción".

"Como en un restaurante"

En la práctica, la decisión judicial obligaba a preguntar individualmente a cada alumno en qué idioma quiere leer los enunciados de los exámenes antes de empezar cada prueba. Un cambio sustancial respecto a junio, cuando los presidentes de los tribunales pidieron que los estudiantes que quisieran los enunciados en castellano levantaran la mano. El presidente de uno de los tribunales en el campus de la Ciutadella de la Universitat Pompeu Fabra, Miquel Berga, explicó a la ACN el cambio de mecanismo: "El profesor ofrece, como si estuviera en un restaurante, la carta a cada uno de los alumnos, personalmente. Le pregunta antes de empezar qué examen quiere".

En total, 5.121 estudiantes se examinan esta semana en la convocatoria extraordinaria de las PAU, una cifra muy inferior a la de junio. La mitad de los matriculados (2.582) se presentan a la fase general de las pruebas y a alguno de los exámenes de la fase específica. La otra mitad (2.539) harán solo pruebas de la fase específica (1.786 son estudiantes de bachillerato y 753 de ciclos de grado superior). De los 2.582, un 75% son estudiantes que se presentan a las PAU por primera vez y un 25% repiten la prueba para mejorar nota.

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