Ocho menores atendidos todos los días por agresiones sexuales
El servicio integral de las Barnahus multiplica por cinco la detección de nuevos casos en los últimos seis años


BarcelonaEn los últimos seis años, los casos conocidos de violencia sexual contra criaturas se han multiplicado por cinco, pasando de 2,8 cada 10.000 habitantes (2018) a 16 (2024). Sólo en este último ejercicio, los expedientes abiertos de ahí que se hayan más que duplicado. En este período, lo que ha cambiado es la apertura en 2020 de la primera Barnahus en Tarragona, un servicio importado de Islandia que trata al menor de edad agredido desde el punto de vista médico y social, pero también policial y judicial. Desde entonces, el departamento de Derechos Sociales ha implementado este tipo de atención en otros 13 municipios y ha hecho aflorar 2.897 casos nuevos, es decir, se atienden a ocho menores cada día víctimas de agresiones sexuales.
La violencia sexual contra menores en Cataluña
Barnahus ha atendido a un total de 2.897 casos de violencia sexual contra niños y adolescentes durante el 2024 en Cataluña
Tres de cada cuatro menores son niñas y chicas (78%), por un 22% de niños y chicos. En cuanto a las edades, la fotografía muestra que los abusos se cometen mayoritariamente entre los tres y los 17 años, con más de un centenar de casos detectados. El año pasado, se atendieron a ocho bebés de un año y otros 38 de sólo dos años. Los perpetradores de esta violencia son familiares en un 53% de los casos, factor que dificulta tanto la detección de las agresiones como la denuncia, porque muchas familias habían "intentado arreglarlo" por su cuenta. "Que afloren estos casos es un éxito y sirve para reducir la impunidad de esta lacra", se felicitó la consejera de Derechos Sociales e Inclusión, Mònica Martínez Bravo, durante la presentación del balance, aunque admitió que es consciente de que todavía quedan muchas agresiones escondidas. Aunque no existen datos sobre el perfil de los agresores, el departamento admite que una parte son jóvenes y adolescentes.
Terminar con la impunidad
Martínez Bravo ha matizado que no es que ahora haya más violencia, sino que la apertura de las Barnahus ha ayudado a los profesionales respecto a la detección y también ha "facilidad" el camino para denunciar o alertar a las familias sobre los casos. Una de las ventajas del servicio es que toda la atención se concentra en un solo edificio, diseñado como una casa, donde hay incluso juegos y juguetes. Así, en cada centro hay psicólogos y educadores sociales, y los agentes de los Mossos d'Esquadra, fiscales y jueces se trasladan para tomar las declaraciones, adaptando el lenguaje y las formas a la madurez y edad de los menores. Además, se aplica lo que se llama la prueba preconstituida, que significa que las criaturas sólo hacen una declaración, que se graba y sirve como testigo en caso de que se llegue a juicio. De esta forma se crea un ambiente más amable.
Pero no todos los casos atendidos en los centros terminan en juicio, en ocasiones porque las propias familias no quieren sacar el caso adelante. Según los datos del 2024, poco menos de la mitad, concretamente 1.297, están en trámite judicial, mientras que entre los otros 1.600 hay algunos que están pendientes y otros que no pasarán por los tribunales por distintos motivos. Las vías de entrada de los menores en las 13 Barnahus en funcionamiento son los servicios sanitarios, con 928 casos; la DGAIA, con 500, y Educació, con 411, seguidos con menor medida por servicios y entidades sociales, la policía o la justicia.
De momento, la consellera ha explicado que el departamento no se plantea crear nuevos centros en Catalunya porque ahora es momento de "consolidación" de un modelo nuevo y, en este sentido, ha indicado que durante este 2025 se continuará formando a los profesionales involucrados en la atención de las agresiones sexuales. Sí se construirán, sin embargo, seis nuevos edificios para acoger las Barnahus que se abrieron en espacios temporales, como las de Lleida o Terrassa, que entrarán en funcionamiento el próximo año.