La ampliación del polígono de Amazon en el Alt Empordà amenaza 220 hectáreas de cultivos
El Govern quiere hacer crecer el espacio transfronterizo Logis Empordà, pero vecinos, ecologistas y campesinos están en contra
El Faro de EmpordàHace dos años la multinacional Amazon inauguró una inmensa planta logística de 50.000 m² de superficie en el Alt Empordà. Trabajan más de 1.500 personas en turnos de día y noche que empaquetan y organizan los pedidos de este monstruo del comercio online. La nave está situada en el polígono Logis Empordà, en el sur de Figueres, en un emplazamiento transfronterizo estratégico entre Cataluña y Francia, donde se concentran otras empresas dedicadas a la logística y el transporte. Para incentivar aún más las oportunidades de negocio de esta zona industrial, el departamento de Territori trabaja en la redacción de un plan director urbanístico para ampliar la extensión del polígono con 166 nuevas hectáreas y una estación intermodal de mercancías de 60 hectáreas.
La propuesta, sin embargo, ha causado mucho alboroto entre los vecinos de los municipios de alrededor, como Siurana, Garrigàs, Vilamalla, el Faro y Palacio de Santa Eulàlia, ya que el polígono está rodeado de campos, bosques, caminos de tierra y pueblos rurales cercanos al Parque Natural de los Aiguamolls. Para intentar frenar el proyecto, los residentes han constituido la plataforma Prou Expansió Logis Empordà, que suma el apoyo de la Unió de Pagesos y entidades ecologistas ampurdanesas como Iaeden - Salvem l'Empordà. La mayoría de los ayuntamientos también se muestran contrarios al proyecto y la plataforma ha presentado un manifiesto que acumula ya más de 1.300 adhesiones, con personalidad públicas como los hermanos Roca, Marc Giró, Quim Masferrer o Judit Martín.
"Esta ampliación es como los tentáculos de un pop que agrede al territorio y crece en todas direcciones. La Generalitat no ha hecho ningún estudio de movilidad ni de impacto medioambiental, sólo tiene una finalidad especulativa", critica Patrizia Falcone, portavoz de la plataforma. Y añade: "El polígono, tal y como está ahora, ya es una lacra por el territorio que ha estropeado la zona, así que la administración lo que debería hacer es reparar los daños causados y no querer destrozar definitivamente toda la llanura del Empordà".
Alternativa al oeste de Vilamalla
Los ecologistas argumentan que la ampliación no tiene ningún sentido, dado que, con la extensión actual, en el polígono todavía quedan naves industriales por ocupar. "Funciona a medio gas, tiene un empleo del 50% o el 60%, con muchas naves disponibles a la venta", detalla Falcone. La contrapropuesta de los vecinos es que, si es necesario expandir la superficie industrial de la comarca, se haga en las parcelas edificables entre Figueres, Santa Alquila de Álguema y Vilamalla, más integradas en el área urbana, en vez de crecer en torno a los campos vírgenes del Logis Empordà, tal y como prevé la Generalitat.
La plataforma también se muestra preocupada por las implicaciones en el tráfico que podría ocasionar el crecimiento del polígono, porque, ahora mismo, la AP-7 y las carreteras de la salida sur de Figueres que rodean a los pueblos vecinos ya están muy tensionadas por el paso constante de camiones y furgonetas de Amazon. En verano, además, se suman los turismos que conducen en dirección a Roses y Cadaqués. "Si ampliaran el Logis y situaran una estación intermodal habría un incremento exponencial de camiones que colapsaría definitivamente la zona. Habría que desdoblar la autopista y hacer nuevas carreteras que la Generalitat no ha previsto", critica la portavoz.
"No podemos depredar los campos"
El modelo de negocio que representa el polígono tampoco convence a vecinos, ecologistas ni campesinos. Según denuncian, las diversas gasolineras, almacenes, terminales de camiones y plantas no producen nada, sino que sólo distribuyen productos venidos de fuera. Así lo argumenta Joan Caball, histórico dirigente de la Unió de Pagesos, agricultor y ganadero de la zona. "Todo son empresas logísticas que dan servicio de transporte, pero no aportan valor añadido ni mejoran la vida de los vecinos. No puede ser que el futuro sea todo de Amazon y de las gasolineras", dice el campesino alto-ampurdanés.
Los campos afectados por la futura ampliación son cultivos de cereales y herrajes, que, además de dar frutos, están vinculados a la estructura ganadera de las granjas. "No podemos seguir depredando los campos como si fuéramos en los años 60 o 70, como si no existiera la crisis energética, climática y la sequía", defiende Caball. Y añade: "Si queremos tener soberanía alimentaria se necesitan tierras para producir alimentos, es algo básico; pensaba que la cóvido nos había enseñado algo, pero se ve que no".
La Unió de Pagesos lamenta que quieran perderse hectáreas de cultivos en detrimento de otros negocios porque, en Catalunya, según datos del sindicato, la superficie agraria útil está en la cola de Europa: 0,15 hectáreas por habitante, la mitad que la media de la UE. De ahí que el sindicato pida a la Generalitat la aprobación de un plan sectorial que proteja las tierras agrícolas de alto valor, como ocurre con los espacios naturales.
De momento, la Generalitat continúa con la intención de sacar adelante la ampliación pese a las críticas. Ahora bien, el departamento de Territori también matiza que redefinirá el proyecto que presentó inicialmente y que elaborará un plan de movilidad. Además, añade que todo ello se hará en consenso con los ayuntamientos implicados, sin voluntad de imponer propuesta alguna desde el gobierno. A preguntas del ARA, Amazon evita pronunciarse públicamente a favor o en contra de la ampliación, dado que es una iniciativa que depende de la administración catalana y no de los planes de negocio de la multinacional estadounidense.