Catalunya frenará la desescalada: "Daremos pasos hacia atrás sí o sí"

Argimon advierte de que el país está a las puertas de la tercera oleada

Ara
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Portal de l'Angel de Barcelona a finals de Novembre de l'any 2020

BarcelonaEl Govern deberá dar pasos hacia atrás en el plan de reapertura por el evidente empeoramiento de los indicadores de la epidemia y la amenaza de una tercera oleada. "Tomaremos decisiones sí o sí para dar pasos hacia atrás", ha afirmado la consellera de Salud, Alba Vergés, que ha admitido que los datos actuales obligan a "actuar en consecuencia". Después de que el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, admitiese que la radiografía real de la situación del covid en Catalunya es todavía peor de lo que muestran los últimos datos, el Govern ya ha adelantado que contempla dar un "paso atrás" en la desescalada. El vicepresidente del Govern con funciones de presidente, Pere aragonès, en una comparecencia en el pleno del Parlament, ha avisado que "vamos nada bien" y que la "evolución de la pandemia es extremadamente preocupante".

Ningún representante ha querido adelantar ninguna medida concreta, pero Aragonès ha avisado que si "no frenamos la tendencia", se tendrá que volver a algunas de las "medidas estrictas" que ya se habían dejado atrás. "Hoy no está en duda pasar o no de tramo. Si no hay mejoras en los datos, habrá que dar un paso atrás" ha concluido. "Ya dijimos que no nos temblaría el pulso", ha añadido. El conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha insistido en el mismo mensaje, también en el hemiciclo, haciendo un llamamiento a la ciudadanía a "hacer un último intento" para reducir la interacción social: "Celebremos la Navidad en febrero o marzo, cuando nuestros padres ya estén vacunados".

Sàmper ha insistido en que todavía no se ha tomado ninguna decisión sobre la desescalada, pero ha advertido al ejecutivo que "dará marcha atrás" -contra su voluntad- si los datos siguen la tendencia de estos últimos días.

Aragonès ja contempla un "pas enrere" en la desescalada: "No anem gens bé"

Este miércoles a primera hora, en una entrevista a Catalunya Ràdio, ha remarcado que los datos de hoy demuestran un empeoramiento respecto a ayer, con 8.500 casos a la semana, más riesgo de rebrote (245 puntos, 26 más que ayer) y 345 pacientes en las UCI, pero que hay nuevos indicadores que evidencian una situación todavía más complicada, que podría ser el inicio de una tercera oleada: lo que hoy se ve, ha dicho, son los resultados de la semana del 6 al 12 de diciembre, pero con los tests los resultados son inmediatos, y esto permite estimar que hay casi 12.000 infectados por semana (4.000 más) y una tasa de transmisión de 1,45. Según los datos oficiales de hoy, esta tasa es del 1,22 y se han notificado 2.050 casos nuevos de covid-19.

Argimon ha asegurado que estos nuevos indicadores son "robustos y fiables" y que, por lo tanto, "vamos mal". Dada la situación, ha considerado necesario dar "un paso atrás" cuanto antes para intentar que el pico de contagios no llegue a ser tan alto como el de las oleadas anteriores. Para evitar la fase de expansión, ha dicho que habrá que reducir la movilidad y que el Govern analiza dar marcha atrás en el plan de apertura. "El Govern lo analizará para tomar las decisiones. Creemos que tenemos que reducir la movilidad y la interacción social", ha avisado.

En una entrevista con eldiario.es, ha afirmado también que todo parece indicar que se está ante una tercera oleada y ha añadido que la curva debería tener la misma duración que la anteriores -entre tres y cuatro semanas de subida y las mismas de bajada- pero con un pico menos alto.

El secretario de Salud Pública ha considerado que "no fue un error" empezar la desescalada porque "no somos un país rico": "Estamos haciendo mucho de ensayo y error". Ha defendido, en este sentido, que es "normal" tener que dar marcha atrás y que este paso se tendría que dar "cuanto antes mejor". Argimon ha admitido que si fuéramos un país rico las decisiones serían diferentes: "Si tuviéramos capacidad de dar ayudas directas, sería otra cosa".

Salidas de tres días de las residencias

En cuanto a la situación a las residencias y específicamente la de Tremp, donde han muerto 58 personas, ha asegurado que es un "caso dramático" y que la Fiscalía y un expediente interno examinarán si la residencia hizo lo que correspondía, pero que, en cualquier caso, una residencia es un "caldo de cultivo" para la infección. Ha dicho que no le consta que Salud enviara circulares a las residencias para no derivar pacientes a los hospitales, como denunció ayer el doctor Oriol Mitjà, a quien ha animado llevar el asunto ante el juez si tiene documentos que lo demuestren.

En cuanto al plan de Navidad específico para las residencias, ha defendido que "el riesgo cero no existe" y que las familias tendrán que decidir qué hacer, teniendo en cuenta que estas personas quizás se encuentren en sus últimos meses o años de vida. Ha recomendado que las salidas no sean de horas, sino de un mínimo de tres días, y medidas de vigilancia al retorno. De cara al conjunto de la población, ha recomendado hacer los mínimos encuentros y con menos gente, y siempre que se pueda al aire libre. Ha dicho que también se puede ver a la gente mayor paseando: "Prohibir no me gusta, tenemos que ser todos conscientes". Con todo, ha considerado positivo el anuncio del presidente español Pedro Sánchez sobre un posible endurecimiento de las medidas de Navidad.

Reducir la incidencia antes de vacunar

Argimon también ha avisado que es "muy importante" tener cifras de incidencia bajas para poner en marcha la vacunación porque se empezará por las residencias y allá el virus entra por la comunidad: "Si en la comunidad hay mucha incidencia, tenemos más probabilidades de un brote". Ha dicho que no se podrá escoger qué vacuna se recibe y que las personas con antecedentes alérgicos importantes de entrada no se la podrán poner por un principio de precaución. "Cuando empezamos a vacunar será cuando conoceremos la efectividad", ha apuntado. Y ha confiado que la inmunidad de grupo llegue a Catalunya, si todo va bien, en otoño del año que viene.

Ha añadido que el verano del 2021 será mejor que el del 2020 pero no exactamente igual que el del 2019, porque todavía habrá medidas.

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